VIII

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Es que esa Alfa tonta no piensa, queriendo aprovecharse de la situación. Eso me pasa a mí por querer llevarme bien con ella aún sabiendo las cosas atroces que dicen sobre su persona.

Me recoste en la cama, agarre mi móvil y busque rápido el chat de mi abuela, si ella no acepta que me quiero ir de aquí entonces renunciare a mi apellido. 

Escribia y eliminaba, no sabía que palabras podían ser las correctas para decirle a mi abuela que me quiero separar. El sonido de pasos acercándose a la puerta me alertaron, no dije nada, solo observe como deslizaba algo por debajo de la puerta.

Me espere a que se fuera, me acerque y levante la hoja, era una pintura de mí, ella cree que haciendo esto la perdonaré, por otro lado le quedó muy bien, logró capturar mi belleza.

Mejor iré a decirle a la Alfa que me gusto mucho, salí del cuarto y me asuste al escuchar algo romperse, corrí deprisa hasta la cocina ya que el ruido provino de ahí.

— Perdon si te asuste, ya lo limpio yo.

— Me has asustado, pensé que nos estaban robando, ten más cuidado que me pude ver lastimado por venir a ver.

— Tendré cuidado.

— Eso espero — me asome para ver mejor los pedazos de vidrios esparcidos por todo el piso, mis ojos se concentraron en ella, en verla limpiar.

— Ya estuvo todo limpio. Ya que estas aquí Anueng, puedo preguntar que te pareció el dibujo.

— Pues me gusto mucho, espero ver más cosas de mí  y también, espera un momento — levante con cuidado su mano que tenía una pequeña cortada en el brazo.

— Qué pasa — mire mi brazo.
Esto no es nada, no te preucupes.

— Si tú lo dices, quería también hacerte saber que lo que hiciste no fue de mi agrado, sé que debes estar acostumbrada a que las demás omegas se lancen a ti pero, yo no formo parte de ellas.

— Eres diferente al resto y eso me gusta de ti, por eso te elegí, a lo mejor no soy quien esperabas que te elegiera como suya pero, no planeo separarme de ti.

Un silencio invadió la habitación, Anueng me ignoro y comenzó a ver su móvil, parece que busca algo.

— Aquí está — le di mi móvil a la Alfa para que viera. Desliza para que veas.

— Esta bien — mientras veía las fotos Anueng me explicaba que eran las cosas que quería para su boda, planeó por mucho tiempo todos los detalle que le gustaría que hubiera.

— Tú dame la boda de mi sueños — le quite mi teléfono llamando su atención.

— Y yo qué gano dándote todo lo que pides — me senté en el sillón y le indique a la Omega que se pusiera al lado mio.

— Tendras el privilegio de darme un beso, mi primer beso ¿Harás la boda de mis sueños?

— Por un beso no lo sé, podría robartelo ahora mismo. No puedo negar que muero por darte más que un beso.

—  En serio —  a una parte de mí le encanta que me deseé tanto, hace que me cuestione hasta dónde podría llegar esta Alfa por mi amor.

—  Yo te elegí como mi mujer así que te cumpliré con todo lo que me pidas, quieres que nuestra boda sea así, lo haré posible para ti.

— Muchas gracias Alfa Nueng — abrace a la Alfa.

— Creo es la primera vez que me llamas por mi nombre, debe ser extraño para ti pero a mí me gusta mucho — le devolvi el abrazo.

Ella dio tres palmadas en mi espalda y dejó de abrazarme, dijo que regresaría a su habitación acomodar sus cosas.

Mi corazón se siente contento, hemos hecho un gran avance, ahora debo averiguar de dónde sacar tanto dinero para la boda, no me creo que este pensando en ir con mi abuela.

Ya mañana me encargaré de todo, por ahora mejor voy a descansar.

(...)

La noche se fue muy rápido a mi parecer, los primeros rayos de sol entraban por la ventana y el olor que provenía de la cocina era exquisito.

Me levante de la cama para ir al baño a hacer mi aseo personal, me cambie y sali en busca de ese desayuno que tenía pinta de estar tan bueno.

Antes de llegar a la cocina me encontré a Mom y Sam peleando entre ellas, al verme se quedaron calladas y cada una me saludo con un beso en la mejilla dándome los buenos días. Yo me fui rápido a la cocina captando la atención de la Alfa.

— Buenos días, perdón por no avisarte que mi hermana y su esposa vendrían, me tomaron por sorpresa.

— Pues no se ven muy felices, tú eres su Cupido o algo así — le di el primer bocado a mi desayuno — Esta buenísimo, al parecer todo lo haces bien.

— Así es, como parte de la realeza, todo lo hago bien.

— Sabes por qué pelean.

— Por celos, le dije a mi hermana que si se sentía insegura que marcará a su hembra y ya.

— Eres una tonta, esa es tu solución, en tus tiempos a lo mejor todo se arreglaba con el marcaje pero ahora ya no — le indique a la Alfa Nueng que se acercara más a mí para poder hablarle serca a su oreja.

Seguro están peleando por tu Consejo, en estos tiempos el marcaje no lo es todo, hay otras cosas como el conectar con tu otra mitad, elegirse mutuamente, no como tú que piensas que si una hembra te gusta la marcas y ya.

— Perdón, pero ellas dos se aman mucho, aconseje a mi hermana pensando en sus celos.

— Aún así esta mal, te digo desde ahorita, ni pienses que te dejaré marcarme así de fácil, cuando te llegue amar yo misma te lo pediré.

— Anhelo que ese día llegué lo más rápido posible, por ahora come que más tarde iremos a visitar a mi abuela.

— Esta bien, sirveme más que me he quedado con hambre.

la elegida  (𝘉𝘓𝘈𝘕𝘒 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘦𝘳𝘪𝘦𝘴)  g!pWhere stories live. Discover now