LA NIÑERA | Draco Malfoy

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OTRO CAPÍTULO POR QUÉ SE LO MERECEN💐 LAS AMO💖

—Quiero hacer una denuncia contra la Ministra de Magia Hermione Jean Granger —dijo Draco al hombre de la Oficina de Protección Infantil Mágica. Este arqueó una ceja, sorprendido por lo que acababa de escuchar.

—¿Qué ha pasado, señor Malfoy? —preguntó el hombre, sentándose para prestar más atención.

—Ya se lo dije, una denuncia por maltrato infantil —reiteró Draco, lo que hizo que el mago se sorprendiera aún más.

—Por maltrato infantil son 5 años de prisión en Azkaban. ¿Qué más pedirá? —preguntó el mago, tomando nota mentalmente.

—Hechizos Fidelius constantes para que no pueda encontrar ni acercarse a mi hijo, a mí ni a mis allegados —Draco tragó en seco—. Por la cuenta que abrí en Gringotts para ella no me preocupo, que se lo gaste todo... —añadió Draco, cada vez más enfurecido.

—Bueno, señor Malfoy —dijo el mago levantándose del sofá de la Oficina de Protección Infantil Mágica—. Tengo que arreglar las cosas en el Wizengamot para que así se pueda atender el caso lo más pronto posible, aunque como entenderá estamos hablando de la Ministra de Magia —Draco negó con la cabeza.

—No entiende —dijo Draco desesperado—. No debe importar de quién se trate, sino que se haga justicia —el mago respiró profundamente, comprendiendo la urgencia de la situación.

—Veré qué hago, señor Malfoy. No prometo nada, pero trataré de que sea lo más pronto posible —dijo el mago, agarrando su capa y abriendo la puerta de la oficina para dirigirse a otro piso del Ministerio—. Mañana mismo voy a presentar el caso.

—Gracias —dijo Draco con una sonrisa de alivio, mientras el mago asentía y se iba.

Draco tenía que recoger a Scorpius en casa de Daphne. El niño se había ido a dormir, y Draco no sabía ni cómo mirarlo a la cara después de todo lo que había pasado. Porque sí, él tenía la culpa.

—Astoria, ¿por qué tuviste que morir? Me dejaste solo y no soy un buen padre —se lamentó Draco, sintiendo el peso de su responsabilidad.

Tenía que afrontar la realidad. Agarró los polvos flu y se dirigió a la chimenea de su oficina para transportarse a la mansión Greengrass. Llegó y se encontró con su hermana, Daphne.

—Hola, Malfoy —dijo Daphne—. ¿Vienes por Scorpius, no? —Draco solo pudo asentir.

Daphne abrió la puerta y entró. Draco pudo ver que Scorpius estaba viendo su libro de animales.

Al ver a Daphne acercarse, Scorpius miró rápidamente hacia la puerta y corrió hacia Draco.

—¡Papi! —gritó Scorpius, abrazando las piernas de su padre.

—Cuántas veces no quiso hacer esto estando con Hermione— pensó Draco.

—Hola, mi campeón —dijo Draco, con los ojos llenos de lágrimas y soltando un pequeño sollozo. Agarró a Scorpius entre sus brazos y lo abrazó. Daphne se acercó a ellos, preocupada por la expresión de Draco.

—Draco, ¿pasa algo? —preguntó al ver la cara de su hermano.

—Tranquila —dijo Draco, riendo un poco mientras las lágrimas salían—. Es que he terminado con Hermione y me afectó mucho —Daphne abrió la boca, sorprendida.

—¿Terminaste con ella? —Draco asintió ligeramente—. Parecías feliz con ella, ¿qué ocurrió?

—Estaba, Daphne, estaba —suspiró Draco—. Te lo diré después —Daphne asintió, comprendiendo que era un tema delicado.

—Adiós, cuídense —dijo Daphne, besando la mejilla de Scorpius y despidiéndose de Draco.

Ellos se dirigieron hacia la chimenea para regresar a su mansión. Al llegar, Scorpius miró a su papá y Draco lo miró a él.

—¿Por qué Hermione ya no está? —preguntó Scorpius, confundido pero no podía evitar sentirse alegre.

—Porque me enteré de que te pegaba —la casi sonrisa de Scorpius desapareció—. Hijo, ¿por qué nunca lo dijiste? —Draco se acercó a él y se agachó para quedar a su altura.

—No quería que ella me siguiera pegando —se excusó el niño.

—¿Era lo que ella te decía? —el pequeño asintió y Draco tensó la mandíbula. Quería matarla, pero no lo hacía, era mujer y no caería a ese nivel—. Pero ya no más, porque ella ya no está en nuestras vidas —besó la frente de su pequeño, sonriendo, pero luego su rostro se contrajo involuntariamente debido a las lágrimas que pronto saldrían—. Lo siento, siento mucho que hayas tenido que soportar sus golpes, que me lo hayas dicho y yo no te creí, Scorp, realmente lo lamento, perdóname, ¿sí? —pidió Draco.

El pequeño lo abrazó, rodeando su cuello con sus manitas.

—No fue tu culpa, papi —las lágrimas de Draco empezaron a salir poco a poco.

***

✨Espero que hayan disfrutado del capítulo✨

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