XV. Elección

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Dejo el siglo XX sin ningún remordimiento pero, una cosa más. Si es que alguien me está escuchando. No es nada de tipo científico, es algo puramente personal. Pero desde aquí arriba todo parece diferente. El tiempo se alarga, el espacio es infinito.

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Noa le había hecho el camino más fácil y él no necesitaba ayudarla de aquella forma. El simio podría huir de allí con su clan mientras ella llamaba la atención de Proximus y el resto cuando hiciera detonar los explosivos.

Esa no fue su elección. Noa decidió seguir el camino de Mae y ayudarla a cumplir su misión.

Los tres amigos de simios observaban el lugar con mucha curiosidad. Era normal teniendo en cuenta que aquel asentamiento había sido de los humanos, construido por ellos y para ellos.

Mae continuo hacia adelante mientras los tres estaban muy entretenidos con unos juguetes y con la ayuda de un hacha de urgencias terminó abriendo la puerta de la centralita.

Era como el laboratorio que ella conocía pero más grande y con más armarios.

Abrió uno por uno hasta encontrar la central de los dispositivos con la base de datos indicada. Ella no entendía demasiado de la tecnología, al menos no el interior de ella. Su padre era todo un experto en el área pues trabajaba en la oficina de los ordenadores. Quizás ella podría haber seguido el paso de alguno de sus padres estudiando más tecnología o ciencia. Pero había elegido ser buena en pocas cosas y ser del montón en muchas. Así que tenía un conocimiento muy vago de lo que podía llegar hacer aquel dispositivo comparado con la gente que la esperaba en su asentamiento.

Se guardó aquel aparato tan importante en su mochila, también entre las cosas importantes del sitio, agarró un arma con su repuesto y se dirigió hacia los tres simios.

"Ya podemos irnos."

Los tres amigos la observaban de distinta manera. No le dio demasiada importancia. Ahora lo más importante era salir de allí con vida y poder terminar su misión.

"Tú vete con tu clan. Esperaré unos minutos y haré detonar los explosivos. Eso os dará una oportunidad." -le dijo a Noa dándole una mirada de agradecimiento.-

El portón comenzó a abrirse dejando pasar la luz del día. Habían demorado demasiado.

"¿A quién tenemos aquí?"

Aquella voz se escuchó. Aquel simio se dejó ver.

Los tres amigos y Mae llegaron a asustarse de verdad.

Algunos simios entraron corriendo al lugar, una de ellos abrazando a Noa.

Mae se hizo a un lado sintiéndose desplazada por un momento.

En su interior preocupándose demasiado. Todo lo que podía ocurrir mal, había ocurrido.

"¿Qué te prometió?" -Proximus comenzó a hablar.-

Mae se dio cuenta que se dirigía a Noa.

"Noa, Noa. Eres un simio tan útil pero sigues sin aprender que no puedes confiar en los humanos." -esta vez Proximus la miró de mala manera.- "Dime, ¿qué es lo que tenía preparado Mae con mi fortaleza?"

Noa giró la cabeza para mirarla con un gesto de impotencia. Mae no fue capaz de centrar su mirada en él. No quería mirarlo y ver la decepción o la suplica en su mirada. Mae no podía terminar ahí su misión.

"Tú eliges, Noa."

Un simio agarró a Soona desde la espalda amenazándola con un cuchillo contra el cuello.

Noa soltó un gruñido.

"Tú dulce y linda simio, amiga de infancia." -Proximus se giro hacia Noa.- "O, ¿una asquerosa humana?"

Mae escuchó el gritó que lanzó Noa.

El corazón de la humana latía demasiado fuerte. No podía dejar que Noa sacrificara a alguien por ella. Él debía haber elegido a Soona antes que a ella.

Ellos no podían sentir eso. Él debía volver con su clan, y ella debía seguir peleando por la humanidad. Pero no iba a morir nadie por ella.

Sacó el arma que se había guardado en el bolsillo lateral de su mochila y sin dudarlo disparó al simio haciendo que este soltara a Soona.

Continuó apuntando a los simios por si alguno se ponía nervioso y decidía atacarla.

Su mirada se encontró con la de Noa y con solo una mirada lograron comunicarse el uno con el otro. Noa entendió en un instante.

Mae debía hacer detonar los explosivos. Proximus no podía poner sus garras encima de todas las armas y tanques que se encontraban dentro.

"Perdóname."

Apartó la mirada y sin pensarlo corrió hacia el lugar donde debía hacer detonar los explosivos.

Escuchó los gritos de Noa pero no podía hacer nada más.

Los explosivos detonaron y con ellos se rompió la barrera entre la fortaleza y el agua.

La humana se levantó corriendo hacia un lugar seguro. Su corazón latía fuertemente y su mente no dejaba de trabajar. Sentía tener que dejarlos allí pero lo había hecho con la esperanza de que ellos lograrán salvándose del agua escalando, no por nada le habían demostrado ya que su clan era especialista en ello.

Observó el lugar desde lejos.

"Por favor, sal de ahí." -susurró sin darse cuenta y se giró para seguir su camino.-

En su camino se detuvo insegura. No podía seguir avanzando. Debía saber si Noa se había salvado antes de irse.

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🚦 Historia de mi invención basada en el Reino del Planeta de los Simios que se encuentra en la obra de el Planeta de los Simios de Pierre Boulle y adaptada por Fox. ¡NO se permite su copia y/o adaptación!

‼️⛔ La historia trata temas profundos y sentimentales entre especies distintas. Conforme pasa la historia también temas más adultos. ¡No lo leas si no buscas este tipo de relación!

ℹ️ Llevo demasiado tiempo sin escribir y puede ser que esté oxidada. Antes no escribía perfecto y ahora menos, así que os pido paciencia.
Y si tienen críticas que sean constructivas o desde el cariño, por favor.

Tú, yo, nosotros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora