"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}

"Tocala y te mato"

Cassian

La lencería negra se ajusta perfectamente a su pequeño y delicado cuerpo, resaltando cada curva y contorno con una sensualidad única. Mis ojos se oscurecen al contemplar cómo se marcan sus pechos bajo la tela, despertando un deseo intenso que apenas puedo contener.

Vuelvo a mi lugar y me siento a esperarla, pero un presentimiento me invade: esto será un presagio y un castigo que no estoy dispuesto a soportar. Sé que debo resistir la tentación que se cierne sobre mí. Mavie sale con unas bolsas en la mano, decido no mirarla, ya que estoy completamente asfixiado. Con un esfuerzo, me arreglo el traje y me encamino hacia la salida.

Ella me sigue en silencio entre tanto avanzamos, y el tiempo pasa lentamente mientras ella compra más ropa de lo normal. Decido dejarla tranquila, incapaz de mirarla a los ojos debido a la confusión que siento.

Cuando finalmente llegamos a la caja para pagar, ella coloca todas las prendas en el mostrador y, sin que ella lo note, deslizo una de mis tarjetas de crédito. La empleada detrás del mostrador me observa con ojos curiosos, devorándome con sus pensamientos, ilusa.

Termina de empacar las bolsas y salimos del centro comercial en silencio. La tensión entre nosotros es tangible, ninguno de los dos se atreve a abordar el tema que pesa en el aire.

Mavie

Desde que regresamos del centro comercial, el abogado no ha pronunciado ni una palabra. Agradezco que de su boca solo salgan regaños y más regaños. A pesar de todo, estoy emocionada por las muchas cosas bonitas que compré, y lo mejor de todo es que el pago fue cubierto sin problemas. Aunque su actitud me perturba, trato de enfocarme en los aspectos positivos y disfrutar de mis adquisiciones.

El abogado pasa por la sala camino a la puerta, pero antes de irse, se detiene y me demanda con autoridad.

—No salgas de casa y no te metas en más problemas—me advierte—Ya conseguiste lo que necesitabas. Evítame tener que dejarte afuera por unos cuantos días.

El se retira por la puerta, dejando tras de sí un aura de potestad y rectitud.

—¡Está decidido!—agarró la bolsa con el vestido de tirantes negros—Me iré de fiesta esta noche.

Cassian

Me encuentro en mi lujosa oficina, rodeado de muebles finamente tallados y una decoración que refleja mi estatus y poder. Reviso los documentos legales frente a mí, mi mente divaga hacia la chiquilla en cuerpo de mujer. Me doy cuenta de que mi atractivo y mi posición me otorgan un poder sobre ella que no puedo evitar disfrutar.

La imagen de su rostro inocente, mezclada con una sensualidad que apenas puede ocultar ¿Por qué debería resistirme a usar mi influencia para obtener lo que quiero de ella?

Remuevo la cabeza alejando esa hipótesis de mi cabeza. Esta situación me esta volviendo loco.

Mis pensamientos, tan delicadamente tejidos, son brutalmente destrozados por la presencia de mi secretaria, cuya apariencia se desintegra a pasos agigantados, convirtiéndola en una grotesca figura que más parece sacada de una pesadilla que de la realidad.

—Señor Rostov, hay alguien que lo busca.

Cada interrupción suya, como el chirrido de una horripilante criatura, me hace desear desterrarla de mi presencia.

—¿Quién es?—pregunte cansado—¿Acaso no puede ver que estoy ocupado?

—Es el Sr. Fontana, parece importante.

¿Fontana? Hace unos días, saqué a un sujeto de la cárcel con el apellido Fontana. No esperaba volver a escuchar de él tan pronto, y mucho menos verlo en mi oficina como si fuera el dueño del lugar.