"Tentación"

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Cassian

No entiendo qué me impulsó a acercarme a ella de esa manera. Fue como si por un instante perdiera completamente el control. Doy un paso atrás, frustrado, intentando calmarme mientras mi mente sigue dando vueltas. ¿Qué demonios estaba pensando? Me dejé llevar por el momento, y ahora esta chica está metiéndose en mi cabeza de una forma que no puedo ignorar. Es absurdo. Ella no debería tener ese tipo de poder sobre mí. Maldita sea, esta niña me está afectando más de lo que quiero admitir.

—No tienes edad para tener novio. Deberías estar más preocupada por encontrar un oficio y cuidar de ti misma.

—Puedo cuidar de mí misma y salir con un chico si quiero. Soy joven y sé lo que hago.

—No sabes lo que haces.

—Sé lo que hago—prosiguió—No eres mi papá para prohibirme cosas, solo eres el abogado a mi cuidado.

—Mientras vivas conmigo vas a respetar mis reglas, te gusten o no, niña.

—No soy una niña.

—Si eres una escuincla sin madurez. No sabes otra cosa que dar problemas y arruinarla la vida a los demás. Eres un maldito dolor de cabeza.

—Lo odio, lo odio tanto señor.

Gira bruscamente hacia mí, con los ojos encendidos de furia, y sin pronunciar palabra, su mirada me vocifera que me detesta.

—Me he excedido un poco con ella.—me froto la sien.

Mavie

—¿Sabes qué Cassian Rostov? —cruce la habitación hacia la pequeña mesa donde siempre dejaba las llaves de su auto.

Él apenas levantó la vista cuando tomé las llaves del Bugatti, el más caro de su colección. Un coche que, según él, solo podía tocar con sus "manos expertas". Me las metí en el bolsillo y me dirigí a la puerta.

—¿Qué crees que estás haciendo Mavie?

—Voy a dar una vuelta.

Me subí al Bugatti, el cuero suave bajo mis manos era sentirse en el cielo. Esto lo volvería loco solo es el comienzo de mi venganza. Encendí el motor, y el rugido potente del coche me hizo sonreír. Sin pensarlo mucho, pisé el acelerador y salí disparada hacia la ciudad.

Conducir este auto era como volar. El poder bajo mis manos, la velocidad aumentando mientras me adentraba en las calles. El viento despeinaba mi cabello, y por un momento, el enojo se disipó, reemplazado por una extraña euforia. Cassian podía meterse sus reglas por el culo; yo tenía el control ahora.

Pero la sensación de control duró poco. La velocidad era adictiva, me di cuenta de que no tenía idea de cómo manejar algo tan poderoso. Intenté frenar un poco, el coche seguía avanzando rápido. Al girar en una esquina, no calculé bien y el Bugatti derrapó. El chirrido de los neumáticos, el impacto sordo cuando el coche se estrelló contra un poste de luz.

Miré el daño. El frente del Bugatti estaba aplastado, el metal retorcido de manera irreparable.

Mierda. Había chocado el coche de Cassian.
Cassian iba a matarme.

—Se lo merece por mezquino.

Cuando llegué al estacionamiento subterráneo, ahí estaba, Cassian, apoyado contra una columna, con los brazos sobre su pecho. Su rostro es de pura furia. Apenas estacioné el Bugatti, no pude ni bajar del coche cuando lo escuché hablar.

—Jodida loca, ¡me has chocado el coche! —gruñó, dando un paso hacia mí.

—Solo quería conducir un poco... —dije, sin convicción.

"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora