Venenosa Adicción [+18]

Capitulo 39: Colpe e rose

39. Culpa y rosas.

Alesha

Había perdido el raciocinio por un momento, pero lo recuperé y separé nuestros labios.

—¿Qué crees que haces?

Él negó con la cabeza y se pasó una mano por la cara.

—¿Necesitas algo más o ya me puedo retirar, Vanelli?

Pestañeé repetidamente.

—No me dirás de que se trata, ¿verdad?

—¿Eh?

—¿Para qué es tu reunión urgente con Ángelo?

—No es tu asunto.

Eso me enfureció y me planté ante él.

—¿Y así planeas recuperarme?

Se pasó una mano por el cabello.

—No quiero que te involucres y ya, ¿por qué te es tan dificil entenderlo?

—¡¿Y tú por qué no lo puedes decir?!

—Porque no.

Mi mano ardió cuando lo cacheteé, pero volví a hacerlo.

—¿Qué te pasa?

—Te las merecías y ni se te ocurra decir que no.

—Tienes razón, pero aún así no te diré nada.

—¡Oh, jódete!—pasé por su lado, negando con la cabeza—¡Por tus mentiras no funcionó y no funcionará jamás!

Iba a abrir la puerta pero no pude cuando dijo:

—Me quieren matar.

Mi mano soltó la manija de la puerta. Me giré para encararlo.

—¿Qué?

—El motor del avión fue saboteado—se rascó la mandíbula—. Era yo quien iría, no Octavio. Lo mataron, por mi culpa.

No, no y no.

—No fue tu culpa—dije con decisión— Tú no sabías lo que iba a pasar.

—Pero yo debía ir en su lugar, Alesha.

No.

Aunque lo dijo serio, sabía que eso lo atormentaba más de lo que decía.

Negué con la cabeza.

—Las cosas pasaron así por algo.

Frunció el ceño y me miró consternado.

—¿Por algo?¿Siquiera sabes lo que sufrió su familia al enterarse?

Me enderecé.

—Yo… Lo entiendo, sé lo que es sufrir una perdida—respiré hondo—. Pero tampoco creo que deberías echarte la culpa por algo que no sabías que pasaría.

Centró sus ojos en los míos.

—¿Ya me puedo retirar?

¿Eso es lo único que tenía para decir? Le di un asentimiento y salió rápidamente de la sala de juntas.

Tomé mi telefono y le mandé un mensaje a Ángelo, el cuál respondió con una afirmación minutos después.

Toqué mi cuello y no encontré nada allí. Me había quitado el collar en el avión, aún sin saber que Emiliano vivía.

Volvería a usarlo, si es que él en algún momento logra conseguir mi perdón.

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