Wildest Dreams [Omegaverse KookV]

XXXI

Jin-Ae llegó en ese momento. -Escuché que mi hijo estaba aquí ¿Él está bien? ¿Qué le pasa? ¿Hae-Soo?- lo llamó al verlo demasiado perdido en un punto, sin embargo no le contestó y sólo entró a la curandería, donde su hijo descansaba, empujando a la curandera y Jin-Ae supo que algo no estaba bien.

Taehyung estaba despierto por lo que Hae-Soo llegó directamente hacia él para tomarlo por el cuello de su vestido haciendo que se incorporara, estaba furioso.

-Eres un maldito cualquiera ¿Ni siquiera pudiste esperar a que pasara la cuarentena cuando ya estabas revolcándote con Jeon Jungkook? ¿¡Cómo te atreviste a volver a embarazarte de ese hombre!?- exclamó sacudiendo con violencia al joven. -¡Contéstame!- Hae-Soo alzó su mano con toda la intención de estampar su palma en la mejilla de su hijo menor, sin embargo su esposa lo detuvo.

-¡No te atrevas Hae-Soo!- gruñó Jin-Ae. -Sea como sea, mi hijo está encinta y no permitiré que le pongas un solo dedo encima.- amenazó.

El alfa gruñó por lo bajo y soltó al menor, Jin-Ae lo abrazó con fuerza para consolarlo sin quitarle la vista de encima a su esposo. Este talló su rostro con fastidio.

-Lo arruinaste todo, Taehyung. Nadie querrá a un omega cargado de un cachorro que no es suyo, ni siquiera los viejos.- espetó con coraje y se dirigió a la puerta. -Llamen a Yoongi, díganle que escriba al Sur, debo tratar con el líder. Y tú, Taehyung, más te vale que no te vea vagando por el palacio como sueles hacer.- dijo antes de salir azotando la puerta furioso. El rubio se abrazó a su madre, sabía que algo estaba raro en él, pero no imaginó que se tratara de un cachorro y temía por eso, estar lejos de su alfa y de su primera hija ya era lo suficientemente difícil.

La mejoría de Jungkook alegraba a YuMi, pero seguía preocupada por Jimin, cuando pensó que no habría nada qué hacer por el omega, recordó que él no tenía un nido aún, con suerte habría ropa de Yoongi en su habitación y eso haría lo haría sentir mejor; la curandera insistió en que preparara su nido y con pesar y sin muchas ganas, el omega hizo caso. No mejoraba por completo, pero al menos se había levantado de la cama y caminaba, también ayudó a abrir su apetito y eso ya era ganancia para YuMi.

Unos días después todo parecía volver a estar tranquilo, al menos ya no se sentía tan desolador, con el líder un poco más repuesto y Jimin pidiéndole algún antojo a Hyungsik, la gente volvía a ver la luz al final del túnel, aunque fuese una ilusión pasajera.

Después de algunos días, uno de los guardias llegó de nuevo a la habitación de Jungkook, el alfa alimentaba a su hija con una sonrisa, la cachorra ya no lloraba tanto y sólo dormía si era envuelta en la manta que olía a su madre y eso era un bálsamo para el alma de Jungkook.

-Señor... -llamó el guardia. - ¿Puede atenderme?

-No, estoy con Bora. -declaró Jungkook sin quitar la sonrisa de su rostro. - No hay nada más importante que mi muñequita. ¿Verdad, mi amor? -habló a la bebé, arrugando su nariz y la pequeña lo imitó, haciendo que Jungkook se derritiera de amor.

-Es sobre el señor Jeon... llegó una carta del Norte. -dijo el guardia.

Jungkook abrió los ojos con sorpresa y se sintió helado por un momento. Su corazón latió con prisa y tuvo que sujetar con fuerza a su bebé, pues por la impresión, por un momento, pensó que la soltaría.

-Ya voy... -dijo con la voz temblorosa. Pasó saliva y después de atender a su cachorra y dejarla dormida sobre su cama, rodeada de almohadas que olían a sus padres, el alfa salió de la habitación. El guardia no dijo más, sólo le dio el sobre y Jungkook corrió a su estudio a leer la carta.

La escribía Yoongi.

El alfa se sintió inquieto, Hae-Soo demandaba una reunión con él, pero no decía más. Tenía que haber un mensaje oculto, alguna clave. Algo que le dijera que estaban cerca de volver. Jungkook quería llevarle la carta a Jimin, él conocía a su alfa, si hubiese un mensaje oculto, él podría saberlo, no perdió un segundo más y fue a dónde el omega para que ambos la revisaran juntos.