Capitulo Treinta.

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Giuseppe Mildford.

En todo el trayecto hacia Francia no se habló más, estuvimos en total silencio.

Mientras yo trabaje un poco en la laptop para almenos aligerar un poco de mi trabajo pendiente en la manada francesa, Liam se dedicó a dormir.

El chico que nos atendía era demasiado nervioso pero hizo su trabajo de una forma excelente pues lo había estado molestando bastante al pedir café, algo que llegó a un punto en el que había hecho una jarra solo para mi.

El trabajar me hacia enfocarme en otras cosas que no fueran mis sentimientos, eso era algo que yo había decidido.

Mi mente siempre debe ser más fuerte que mis sentimientos o emociones, siempre debo mantener el control de ellas, no debo mostrarme vulnerable nunca.

Fue un vuelo de aproximadamente 14 horas con 28 minutos, algo que me sorprendió pues yo no había logrado dormir nada, aunque era algo que me pasaba a menudo tenía que obligar a mi cuerpo descansar.

El chico fue amable al decirme que estaríamos aterrizando en algunos minutos y si deseaba que el despertará a Liam algo que negué.

Mire a Liam el cual dormía plácidamente con una cobija de avión sobre el, me daba cierta risa el como dormía con la boca abierta, parecía un niño cansado de tanto jugar y teniendo la mejor siesta de su vida.

Tal como dijo aquel chico aterrizamos en breve por lo que al estar ya sobre la pista me levante de mi asiento tomando mi bolso con todas mis cosas.

Me acerque a Liam para despertarlo, le apreté el hombro suavemente notando como sus ojos empezaban a abrirse, al verme si expresión era de confusión y sueño.

Llegamos, debemos bajar del avión.- Dije en mi característico tono serio y frío, algo que al parecer lo despertó rápidamente.

No espere su respuesta solo empecé a andar por el pasillo hasta la salida del avión, al mirar al chico que me atendió este se inclino y yo solo pude decir un gracias demasiado bajo, no estaba acostumbrada a hablar tanto cuando no se ameritaba.

Mire un auto negro el cual ya estaba con la puerta trasera abierta, así que solo camine hasta el y subí, claro que detrás de mi venía Liam el cual subió emocionado con una mochila en manos.

El auto no tardó en arrancar dejando atrás la pista privada de la manada.

Me estire un poco dentro del auto y baje la ventana suavemente parecía que iba a llover.

El clima se ve deprimente.- Agregó Liam a mi lado

¿Crees que es deprimente? A mi me parece hermoso este clima.- Dije notando las nubes grises en el cielo

Porque usted es amargada Alpha.- Dijo riendo un poco haciéndome sonreír mentalmente por la estupidez que había soltado.

Aveces el apreciar la belleza de la lluvia es extraordinario Liam, es como si te sanará las heridas.- Dije sacando la mano de la ventana del auto, pequeñas gotas caían sobre mi palma con suavidad como si me acariciaran.

Usted es de sentimientos muy profundos.- Dijo con un tono pensativo en su voz.

Deberías tomar fotos para Lía.- Dije volteando a verlo a lo que me sonrió ampliamente pero aún así la chispa de trizteza no salía de sus ojos.

Le enviaré miles de fotos, ella siempre ah querido venir a Francia.- Dijo entusiasmado a lo que solo asentí.

El tener un mate puede ser bonito si tienes la vida sencilla de Liam y Lía, tan normal e interesante, sin tener que pensar sobre lo que debes hacer todo el tiempo, solo disfrutar de los pequeños momentos.

Rejected by the Alpha  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora