Capítulo 26

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Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, porque si, decidí darles uno extra, ahora atentos al próximo Lunes, puesto que ese día se subirá el final y el epílogo de la historia, mientras tanto lean, voten y comenten este.

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Por la mañana todas despertaron a la hora de siempre, así que tras arreglarse bajaron a desayunar, más o sorpresa, Matilde y Antonia no bajaron y eso se les hizo raro a todas, Ana y Andrea iban hacer un comentario con respecto a esto, pero Isabella y Galilea no las dejaron, esto causó risa ya que era la primera vez que Galilea tenía que meter en cintura a Andrea, casi cuando estaban terminando es que aparecieron las chicas, por lo que una sola mirada para que Ana y Andrea no dijeran nada, luego del desayuno, Isabella, Antonia y Galilea se fueron a trabajar, mientras que Matilde era arrastrada por sus hermanas, quienes la llevaron a la habitacion de Andrea, tras cerrar la puerta.


MATILDE- ¿ahora que traen?

ANDREA- queremos saber el chisme, porque no te hagas, tu siempre sueles ser muy madrugadora, pero hoy te levantas más tarde que todos.

ANA- sin contar traes una sonrisa enorme y que Antonia duerme contigo, así que anda, habla.

MATILDE- a no, eso si que no, no dire nada sobre eso. - intento levantarse pero no la dejaron-

ANDREA- anda Mati, cuenta.

ANA- al menos confirmanos que si paso lo que pensamos.

MATILDE- agh, a veces odio tenerlas como hermanas, pero con tal de que me dejen en paz, esta bien, si paso lo que están pensando y amm, no es que hayamos despertado tarde, más bien pues lo volvimos hacer apenas despertar. - Ana y Andrea abrieron la boca con sorpresa mientras Matilde estaba roja- tontas.

ANDREA- jaja ahora se entiende más esa sonrisa, te dieron las buenas noches y los buenos días.

ANA- pues creo que hasta las buenas tardes también, aunque ya fuera de juego nos alegramos por ti hermanita, Antonia te hace feliz y eso es lo que importa.

MATILDE- feliz es poco, todo lo que soñe un día al enamorarme, lo estoy viviendo con Antonia y más enamorada de ella no puedo estar.

ANDREA- esas tres hermanas vinieron no sólo a buscar justicia, si no que también abrirnos los ojos y enamorarnos.

ANA- así es mana, además también mamá es feliz, ahora que ya no hay incertidumbre o mentiras alrededor, podremos ser nosotras mismas y ser feliz con nuestras chicas.

MATILDE- así es Ana, solo hay que cuidarnos entre nosotras, cuidar a mamá y que la relación que tenemos con nuestras mujeres, se conserve y no dejarnos llevar por tonterías.

ANDREA- eso haremos, pues la última oveja ya entró en el redil, aunque ahora le toca obedecer, verdad Ana jaja.


Ana bufo y giro los ojos provocando las risas de sus hermanas, luego de esa plática salieron de la habitación y se fueron hacer sus cosas, Ana fue al despacho donde sabía estaba Isabella, sin decirle nada la tomó de la mano e hizo que la siguiera, fueron a las caballerizas e hizo que sacaran a su caballo, cuando se lo llevaron lo tomó de las riendas para acercarlo a Isabella.


ANA- aquí tienes.

ISABELLA- ¿que cosa?

ANA- mi caballo, lo que dije no era broma o solo para convencerte, este caballo es lo más preciado que tengo y por lo mismo ahora es tuyo, porque ahora tu eres lo más preciado e importante en mi vida, este caballo te lo regalo como muestra del amor que te tengo.

𝑵𝑨𝑫𝑨 𝑬𝑺 𝑳𝑶 𝑸𝑼𝑬 𝑷𝑨𝑹𝑬𝑪𝑬 (𝑨𝑵𝑻𝑶𝑵𝑰𝑨 𝒀 𝑴𝑨𝑻𝑰𝑳𝑫𝑬) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora