Capitulo 10

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La noche era fría, parecía como si el carruaje estuviera entrando a una tormenta de nieve, podía sentir en su totalidad cada centímetro de su cuerpo congelándose, su gélido aliento evaporándose en segundos frente a sus propios ojos con cada exhalación, su cabeza le dolía por el traqueteo del carruaje, a pesar de que este se movía suavemente, él lo sabía y aun así podía sentir como si el movimiento estuviera martillando en su cabeza fuertemente, sentía como si aquello le hubiese provocando una lesión sumamente dolorosa, su pecho comenzaba a sentirse comprimido, el aire comenzaba a faltarle, sus pulmones suplicaban para que este diera bocanadas de aire constantemente, sentía como su corazón palpitaba intensamente en su pecho, desabrocho el botón de su camisa para sentirse ligeramente más cómodo, sus manos comenzaron a pasar una y otra vez sobre su cabello como si quisiera arreglarlo pero sabía que aquello era más un gesto repetitivo debido a el repentino episodio de histeria

debía concentrarse en cualquier otra cosa que pudiera distraerle, intento revisar los documentos en sus manos, los leyó una y otra vez pero no podía centrarse, su mente volvía a aquello que lo aquejaba desde la salida de la mansión del Duque; Wednesday ella y nada más que ella, su futuro compromiso con una persona que llevaba conociendo por unas semanas, la hija del Conde Sinclair 

sabía que compartían habitación en la academia pero aquello jamás le pareció que fuera una relación demasiado cercana, no como para volverse en un compromiso de matrimonio, la joven Addams siempre desaparecía después de clases, y Enid ella siempre seguía con la mirada a Wednesday

El príncipe pensaba en todas las veces en las que había visto como la hija de los Sinclair parecía seguir a Wednesday, siempre insistente en salir con ella, en compartir almuerzo,  siempre buscándola con la mirada, con esos repulsivos ojos azules

la joven no era estúpida sabía exactamente a quien tenía que acercarse para conseguir lo que quería, Yoko, la hija del Barón Tanaka era la persona más cercana a Wednesday y la hija de los Sinclair era obvio que se había aprovechado de aquella cercanía, había ganado su confianza y ahora mostraba lo que realmente quería, y ella quería a Wednesday, a su Wednesday

El joven retorció los papeles en sus manos, aun sentía el frio de la noche, aun sentía como sus pulmones estaban por colapsar, su corazón latía más rápido que una manada entera de caballos sueltos galopando si cesar, y eso no parecía importarle en lo más mínimo, -Enid Sinclair eres una pequeña zorra desvergonzada al igual que tu madre, dispuestas a engañar a las personas solo por el titulo y la comodidad que esto les otorga- 

Tyler respiro intentando mermar su odio mientras analizaba aquella situación -la misma táctica que ha empleado la madre lo hace ahora su pequeña bastarda- el castaño miraba por la ventana de su carruaje mientras la mansión de los Addams era cada vez más pequeña en su rango visual -pero no lo permitiré, salvare a Wednesday de tus sucias manos-.

Enid sintió un escalofrió particularmente extraño recorriendo su espalda, se levantó de su cama y se acercó a la ventana para cerrarla, desde donde se encontraba pudo ver como Wednesday caminaba en el patio con Yoko a un lado

Yoko manoteaba sin cesar y Wednesday aparentaba que la ignoraba sin remordimiento alguno, tal vez en algún punto de la relación con las dos jóvenes entendería su dinámica, parecía que sin importar lo que Yoko hiciera Wednesday la perdonaba sin pensárselo mucho 

-ahhh- la joven suspiro suavemente mientras veía como se alejaban en dirección a una de las torres de la mansión, se imaginó por un momento que si se esforzaba lo suficiente y lograba ser parte de la familia Addams ella podría ser parte de esas reuniones que parecían ser secretas

el sonido de varias botellas de perfumen cayendo y quebrandose en el suelo la saco rápidamente de sus pensamientos, el tocador ahora estaba desordenado, varias de sus cremas y sus cosméticos habían sido regados sin misericordia, la rubia trago un poco de saliva, el pensamiento de fantasmas en la mansión la invadió rápidamente 

Obsidiana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora