Isabella Evans se aventura en el nuevo tren de lujo de Inglaterra, el Pioneer Express, su diversión termina cuando empiezan a ocurrir asesinatos en este quedado envuelta en tres detectives que intentarán cazar al asesino o tal vez su corazón.
Pasadas unas horas, la puerta de la cabina se abrió dando paso a Charles y Liam.
—Hola, chicos— saludé.
—¿A qué no sabes qué?— preguntó Liam, ignorando mi saludo.
—¿Qué pasa?— pregunté con curiosidad.
—James está hablando con Lily— dijo el rubio, refiriéndose a una de las sospechosas. —Y no sobre el caso.—
—Creo que le atrae— dijo Charles. Nuestros ojos se encontraron y pude sentir cómo mis pulsaciones aumentaban.
—¿Por qué todo el mundo encuentra el amor?— preguntó Liam, lanzándose a la cama. —Empiezo a pensar que yo soy el problema.—
—Claro que no— dije, sentándome a su lado. —Ya verás que encuentras a tu persona especial. Además, eres un hombre guapo y gracioso; toda mujer quiere eso.—
Sentí una intensa mirada sobre mí. Era Charles, quien tenía una expresión de enfado. ¿Qué demonios le pasa?
—Charles, me has prometido que me ibas a contar todo— le recordé. —¿Puede ser ahora?—
—Que te lo cuente Liam, ya que él es tan guapo y gracioso.—
Se levantó de su asiento y salió, dejando la puerta abierta.
—No le hagas caso, es un celoso.—
—¿Celoso, por mí?— pensé, intrigada.
—¿Debería ir por él?— pregunté a Liam.
Pero antes de que pudiera contestar, la puerta se abrió de nuevo, entrando esta vez James junto con Charles.
—Has vuelto, Romeo— dijo Liam con burla al pelinegro. —Nadie te va a robar a Isa, ¿eh?—
—¿Qué tal te ha ido, James?— pregunté, ignorando la conversación de los otros dos.
James me contó cómo había estado hablando profundamente con Lily. Hablaron sobre sus gustos, su vida, y finalmente me reveló sus sentimientos por ella.
—Ella es preciosa, en todos los sentidos— suspiró de manera dramática. —Y sus ojos, ¡Dios mío! Podría perderme en ellos horas y no me daría cuenta.—
Mientras hablábamos, Liam y Charles estaban al otro lado de la habitación, susurrando entre ellos. Me preguntaba de qué estarían hablando.
—La acabas de conocer— cortó Charles, que al parecer había estado escuchando la conversación. —El amor no entiende de tiempo, edades y raza— le respondió James. —Soy consciente de que la acabo de conocer, pero quiero seguir conociendo cada uno de sus sueños y pensamientos.—
—Lo que acabas de decir es tan bello. Ojalá alguien me amara como tú amas a Lily— dije de manera soñadora. Las palabras de James me habían tocado el corazón y solo deseaba que alguien me deseara con la misma intensidad.
—¿De verdad quieres a alguien así?— me preguntó Charles.
—Sí, ¿por qué preguntas?—
—Es bueno saberlo— me dijo, sonriendo.
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—¿Un baile?—
Estábamos cenando y en esta ocasión nos acompañaba Lily, quien era realmente encantadora.
—Exacto, mañana por la noche llegaremos a la ciudad de Oxford, donde se celebrará un baile en el Palacio de Blenheim. Todo el tren está invitado— explicó Lily.
En verdad, había asistido a muchos bailes, los cuales me parecían aburridos y agotadores. Sin embargo, este era emocionante por el simple hecho de asistir junto a mis amigos.
—Eso es genial— comenté emocionada. —¿A qué hora empieza?—
—Sobre las nueve de la noche.—
—¡Esta es mi oportunidad!— dijo Liam con entusiasmo. —De este baile salgo con esposa.—
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