Ángel y demonio (+21)

El trio

El alcohol calaba poco a poco en nosotros haciendo su particular efecto...

Al demonio, se le ocurrió una de sus ideas... Quería que nos fuésemos cambiando de ropa en la habitación, subir la música y salir desfilando para que Elías nos puntuara a ella y a mí. Creo que lo hizo para animarme... No sé por qué, pero, me parecía buena idea. Nos divertiríamos sin hacer nada malo...

Fuimos ambas a la habitación de Carolina y la chica, con la mano que le quedaba libre (En la otra tenía la copa) comenzó a soltar toda la ropa que había traído y me dijo a mi que trajera la mía. Cuando nos dimos cuenta, encima de la única cama que había en la habitación de Carolina, yacía toda nuestra ropa, formando una montaña de prendas de todo tipo.

Ella me propuso que yo eligiera su ropa y ella la mía. Acepté el reto.

Ella saldría en primer lugar, así que elegí para su primer pase de modelo un top rojo que tenía un escote bastante prominente y luciría aquellas hermosas y grandes tetas que Carolina tiene; para la parte de abajo elegí una falda ajustada de color blanco y los tacones negros. Salimos y ella hizo su pase delante de Elías que la miró y la puntuó con un cinco "¡Más atrevido chicas!" dijo cuando regresábamos a la habitación.

Carolina eligió para mi, un mono de cuero que aunque tapaba el cuerpo entero era muy ajustado y, dado que no me puso ropa interior, mis nalgas rebotaban al paso. El escote era como tiene que ser, muy prominente. Y salí, con los tacones negros, andando como una diva mientras Carolina observaba la escena. Elías, al verme, hizo una mueca de sorpresa (La verdad es que estaba explosiva), y al verme pasar dijo "Dios mío rubia... pero ¡Quiero más!". En ese momento pasé de nuevo, paré, justo frente a él y me saqué las tetas para hacerlas botar enfrente suya durante unos segundos. Me puse muy caliente...

Él gritó: "¡A ver si superas eso Carolina!" El demonio me miró y me dijo "más te vale elegir bien mi ropa, ahora quiero ponerlo a cien..." Yo le guiñé el ojo y ambas regresamos a la habitación.

El alcohol nos tenía muy excitados...

Cuando salió Carolina, con aquella lencería roja con remates de encaje blanco, Elías, tenía, para mí sorpresa, la polla en la mano. Se la estaba meneando mientras Carolina se paseaba frente a él. La chica lo miraba mientras se mordía los labios y con una mirada lujuriosa. Se acercó a Elías cuando terminó de pasearse y agarró aquella enorme polla para menearla solo un poco y luego soltarla. Se acercó a mí y con aquella mirada, con la que cualquier persona se perdería en ella, comenzó a bailarme lentamente, posando su culo en mi coño y con un dedo en la boca, continuaba mirándome. Despertó algo en mí nunca antes experimentado, ¿Me estaba excitando una chica? Sí, lo estaba haciendo. Mi coño comenzó a lubricar y ella, que notaba como mi rostro se encendía y se dejaba llevar por aquellos movimientos endiablados, comenzó a palmearse el culo, "Ahora tú" me dijo con voz sensual y me dejé llevar del todo. Le agarré una nalga y a palmear la otra. Tengo que decir que esta chica tiene un culo espectacular. Sus nalgas son duras, pero, atractivas, de esas que tienen musculo sin perder la capacidad de botar cuando ella quisiese.

Me lo había puesto difícil, pero, tenía algo pensado que no se lo esperaban.

Volvimos a la habitación y Carolina, eligió para mí un traje de baño muy apretado que, marcaba el coño y dejaba las nalgas botar al paso. Tenía una cremallera desde el final del escote hasta más abajo. Yo salí decidida a aplicar mi estrategia, me paseé mientras Elías se pajeaba mirándome el coño y el culo y, cuando Carolina pensaba que había terminado mi espectáculo, la acerqué a mí, le agarré el culo sin apartar la vista de Elías y comencé a besarla apasionadamente. Al principio Carolina se sorprendió, pero, me bajé la cremallera del escote, me saqué las tetas y puse sus manos sobre ellas, entonces, se soltó...

Masajeaba mis tetas mientras yo le agarraba las nalgas con fuerza y mientras, Elías, seguía masturbándose, observando el espectáculo. Se levantó, se acercó y dijo en voz baja, "chicas, ¿continuamos en la habitación? Las dos asentimos y él nos agarró a cada una por la cintura y los tres fuimos a la habitación.