𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟕

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┏━━━━━୨♡୧━━━━━┓ᴅᴜʟᴄᴇ & ᴀᴍᴀʀɢᴏ 2/2┗━━━━━୨♡୧━━━━━┛ɴᴀᴛʜᴀɴɪᴇʟ ᴍᴇʏᴇʀ

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ᴅᴜʟᴄᴇ & ᴀᴍᴀʀɢᴏ 2/2
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ɴᴀᴛʜᴀɴɪᴇʟ ᴍᴇʏᴇʀ

Estaba algo inquieto, haciendo sonar mi llavero en las manos mientras esperaba a Gabriel. Él cuidaría de Nathaly mientras me ocupaba de ir a recoger a Darcy y a los niños. Tenía planeado ir directamente a la comisaría y solucionar el asunto lo más rápido posible, pues esta mañana, muy temprano, recibí una llamada de Elaine diciendo que su vuelo partiría pronto y estaría aquí para la tarde.

Dejé las llaves sobre el escritorio y amontoné todos los papeles. Había venido al trabajo con el propósito de distraerme un poco y avanzar algo, pero he sentido demasiada ansiedad desde anoche, y empeoraba conforme pasaba el tiempo.

Dejé salir un suspiro de alivio al ver a mi amigo cruzar la puerta.

—Disculpa la demora, hice una parada para comprarle helado a la niña más hermosa del mundo —dijo Gabriel, mostrándome el tarro de helado dentro de una bolsa de plástico.

Miré a Nathaly, que estaba recostada en mi silla con un pedazo de papel en la boca, mirándolo sin ninguna sorpresa. Hace un segundo no se estaba comiendo eso.

—No, bebé, no te comas eso —tomé la hoja de sus manos, viendo que le faltaba una esquina. Con una mueca la miré—. ¿Te comiste el papel? ¿Te lo tragaste?

Ella negó con la cabeza, manteniendo la mirada fija en la mía. Le acerqué mi mano a la boca.

—Escúpelo.

Ella sacó el papel de su boca y lo dejó en mi mano. Ya no me asqueaban estas cosas, pero escuché a Gabriel reír con asco detrás de nosotros.

Me limpié las manos y la ayudé a bajar de la silla. Tomé el bolso que había traído, listo con todo lo que él pudiera necesitar.

—No le des muchos dulces, después le dolerá el estómago.

Me agaché hasta quedar a su altura y le di un abrazo, el cual ella me correspondió. Contaba con que Gabriel la mantuviera entretenida; siempre empieza a llorar después de una hora de estar lejos.

—¿Te vas a portar bien?

—Sí.

Besé su mejilla, sosteniendo su cabeza. La dejé para que Gabriel y ella pudieran irse.

—Cuídala bien —le pedí con amabilidad.

Gabriel asintió con una media sonrisa.

Antes de cruzar la puerta, Nathy se dio vuelta y levantó su pequeña mano, agitándola.

Adio, papá.

—Adiós, princesa, te veré luego.

—Sí.

Lujuria [Libro 1 & 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora