Camí
— No bueno, alguien que se vaya a fijar si Gian está bien por favor. —dijo Martí al micrófono, Pero antes de que termine de hablar yo ya estaba sacándome los auriculares y haciendo mi silla para atrás.— Listo chicos, durmieron. Ahí va Camí. El puto del vegano y yo la remamos hasta que vuelvan, total ni son tan importantes en el programa. —dijo en modo chiste mientras me dirigía a la puerta, a veces la bardean tanto porque no entienden que esta es la clase de humor que ella maneja, tan cancelable y tan graciosa a la vez.
Camine derechito entre murmullos de los productores que estaban afuera mirando el programa y pase directo a la zona de baños, entre en el de hombres sin importarme si había alguien más a parte de Gian o no.
Fui a la única puerta cerrada y golpee.
— Estoy bien, ya salgo. —dijo bajito con su voz medio apagada, me preocupe aún más que hace unos minutos cuando lo ví a punto de desmayarse, seguro no comió nada.
— Soy yo. —dije como si eso fuera a cambiar en algo.— Quería ver si estabas bie..—antes de que termine este abrió la puerta y me metió con él al cubículo, golpeando mi espalda contra la puerta cerrada, sus ojos rojos y respiración agitada me hicieron poner en alerta.
— Que sea la última vez que jodes con que estás saliendo con alguien. —¿Que? No pude controlar mi estómago cuando empezó a ponerse nervioso.— Casi haces que me muera en vivo Camila, dios. —apoyo su frente contra la mía sintiendo su respiración chocar con mi rostro.
— ¿Estás así por el chiste de recién? —señale atrás de mi hombro con el pulgar para luego dejar mi mano apoyada en su cintura.
— Chiste, chiste. Casi te quedas sin tu remador de chistes por lo que dijiste. —abri y cerré mi boca sin saber que decir.— Camí ya te pedí perdón miles de veces y creo que es al pedo que lo siga haciendo si total voy a volver a joderte, pero quiero que sepas que no puedo estar lejos tuyo. Me cuesta, lo intento, pero no puedo. —ahora subí mis manos a sus hombros.
— Si me vas a besar hacelo ahora. —la confianza me la saqué del forro del orto, pero ahí estaba.
Sin esperar más me beso como sabe que me gusta, con la boca húmeda y caliente como me encanta. Su lengua salió para encontrarse con la mía en mi boca y los suspiros salían sin aguantarse nada ya, tantos días reprimiendo lo que siente mi cuerpo para que la otra persona no se asuste ya me está dando por las pelotas.
Quiero estar con Gian, ¿Gian quiere estar conmigo? Me muestra que si, vamos a ver cómo sigue.
Lo empuje un poco para que se separe y podamos tomar un poco de aire.
— Tenemos que volver. —nuestros pechos subían y bajaban tratando de recuperar el oxígeno perdido, mis manos iban y venían por su pecho dibujando florcitas imaginarias, sin querer mirarlo directo a los ojos porque me hago pis sino.
— ¿Te puedo llevar a tu casa después? —la pregunta salió de repente, sus labios dejaban besos en mi mejilla haciendo que quiera estirar mi cuello y que siga bajando un poco más.
— Podemos ir en Uber si querés. —no dude nada en responder, si está es mi única oportunidad la voy a tomar, no me voy a hacer más la boluda con lo que me pasa. Ya está.
— Si dale. —su firmeza y decisión me hicieron morder el labio, sabemos que va a pasar si vamos juntos a algún lugar solos.— Ahora vamos que nos espera un programa. —dejando más besos en mi boca abrió la puerta, cuando le di la espalda di unos pasos afuera y este me abrazo desde atrás dandome besos en la mejilla. Enterró su nariz en mi cuello y solo cierro los ojos disfrutando su cercanía y caricias.
Cuando entramos en el estudio todos se quedaron callados, Gian corrió mi silla y me hizo sentar, se le hizo como una maña cada vez que puede. Fue completo silencio hasta que nos sentamos.
— ¿Dónde estaban?¿Estás mejor? —hablo Nico a Gian.
— En el baño, me sentía un poco mal pero Camí me ayudó por suerte, buena enfermera. —señalo a la camara, ví como Martí miraba a la mesa de producción hasta que Guada hablo.
— Fuimos al baño y ustedes no estaban. —en vivo y en directo ellos nos dejaron expuestos, si no estábamos en el baño ¿donde estábamos?, ¿porque mentimos?, y si estábamos en el baño la única opción es que estábamos adentro de uno de los cubículos juntos, con la puerta cerrada.
Todos al ver que Gian y yo cruzamos miradas empezaron a reírse y aplaudir.
— Mentira chicos, no fuimos. —hablo Nico tranquilizandonos, pero todavía riéndose.
— Te voy a matar a vos. —la señale riéndome.— Ya vas a ver a la salida. —volvi a hacer mis chistes para relajar un poco nuestro ambiente tenso.
...
Cuando estaba guardando mis cosas en mi nuevo bolso, Gian paso por un lado mío todavía acordándose que estamos en cámara.
— Vayamos al estacionamiento que tengo que ir a buscar cosas al auto de Nico. —asenti y salimos casi juntos al pasillo no sin antes saludar a todos con un beso o una palmada, sentía como venia atrás mío como si fuera un guardaespaldas o un perrito y no pude evitar ponerme nerviosa. Cuando llegamos a la última planta pasamos del auto de Nico y fruncí mi frente sin entender, conozco el auto del vegano, se que es el que pasamos hace cuatro ya.
Frenamos frente a un auto negro, brillante, hermoso y lo mire sin entender.
— ¿Y esto? Es hermoso. —murmure y se acercó por detrás con las llaves colgando de sus dedos.
— Es mío. —fue todo lo que dijo y abrí mi boca con sorpresa, me gire y lo abrace.
— Te felicito, está hermoso. —lo apretuje un rato y luego lo solté para dejarlo respirar, este me miraba con esas sonrisas matadoras que me encantan.
— Me lo compre hoy, vas a ser la primer privilegiada en subir. Vamos. —destrabo el auto con el botón de las llaves me abrió la puerta del acompañante, me subí poniendo mi bolsito en mis piernas, luego dió la vuelta y subió del lado del conductor obviamente.— ¿Te gusta? —lo que me gusta es que este tan preocupado en saber mi opinión.— Todavía me falta aceite para manejar, Pero no vamos a chocar, te lo juro. —despues de verlo manejar el coche de Nico me hizo mierda, ahora estoy igual.
— Me encanta Gian, me gusta que vayas logrando estás cosas para vos, me hace feliz en serio. —mordio su labio por lo que no dude en estirarme y tomarlo de la nuca para clavarle un lindo besito, cuando me aleje este tenia una sonrisa mostrando todos sus dientes.
— Si me seguís dando besos me dan ganas de llevarte todos los días. —encendio el auto una vez que nos pusimos el cinturón, yo ya estoy babeada. Su remera negra se aprieta tanto que me calienta. Unos minutos después me di cuenta que nunca le di mi dirección. Su GPS marcaba otro lugar.— Me tomo el atrevimiento de secuestrarte y llevarte a mi departamento, así que ahora no me podes decir que no. —abri mi boca con ganas de gritar de felicidad.
— Me llevaste a la trampa y caí como una boluda eh. —hizo carita de sobrado y negué sacando mi celular para sacarle una foto de perfil.
Este va a ser mi nuevo fondo de pantalla, sin dudas.

KAMU SEDANG MEMBACA
¿Amigos o algo más? // GIAMILA
Fiksi PenggemarNo puedo creer lo que es trabajar con este equipazo del carajo, tantos años remando, trabajando y amando lo que hago tiene sus frutos, y uno y el más grandes es haber hecho un Gran Rex, no lo puedo creer. Y menos puedo creer lo tenso que está el to...