MAVIE
Tenía dudas, solo quería aclararlas. No puedo estar embarazada, me he cuidado mucho y descarto la posibilidad de llevar otro bebé en mi vientre. Luego de dejar an mis hijos en el colegio, me haré un chequeo rápido, ya que no confío en las pruebas de las farmacias. Sé que estoy sensible, todo me afecta, y mi cuerpo está más desarrollado que en mis embarazos anteriores. Con Calix aumenté las nalgas y ahora tengo más pechos, y me duelen.
—Señora Rostov—se me acerca la enfermera—, por favor pase, la doctora la está esperando.
—Gracias—seguí a la enfermera hasta el consultorio de la doctora.
Me senté en la silla frente al escritorio de Elena mi doctora, controlando mis nervios. A pesar de mi convicción de que no podía estar embarazada, algo en mi interior no me dejaba en paz. Los síntomas eran familiares, pero insistía en ignorarlos.
—Señora Rostov—empezó Elena con una sonrisa familiar—, ¿qué la trae por aquí hoy?
—Solo quería hacerme un chequeo rápido—respondí—. No creo que esté embarazada, pero he estado sintiendo algunos cambios en mi cuerpo y quiero descartar cualquier posibilidad.
La doctora asintió mientras revisaba mis registros.
—Entiendo. Vamos a hacer algunos análisis para estar seguras. A veces, el cuerpo puede jugar trucos, especialmente si ya ha pasado por otros embarazos.
Me recosté en la camilla mientras la doctora preparaba los instrumentos. El silencio en la habitación era sofocante, otro bebé de Cassian. Ella realizó el ultrasonido en silencio, sus ojos concentrados en la pantalla yo observaba nerviosa. Luego de unos segundos, se giró hacia mí con una expresión tranquila.
—En efecto, señora Rostov—dijo con calma—, usted tiene casi tres meses de embarazo.
Mi mente quedó en blanco por un momento. Tres meses. Todo lo que había sentido, los cambios en mi cuerpo, el aumento de peso, las náuseas matutinas que había ignorado, de repente encajaban en ese diagnóstico. Apenas podía procesarlo.
—¿Tres meses?—repetí, incrédula.
—Sí, parece que este pequeño ha decidido llegar sin previo aviso, pero todo se ve bien hasta ahora.
¿Cómo iba a decírselo a Cassian? Con nuestros otros hijos, ya teníamos una familia completa, pero otro bebé... ¿Cómo iba a reaccionar él? Me senté frente a la doctora, incapaz de controlar los nervios que me recorrían el cuerpo.
—Doctora... —mi voz temblaba—, ¿es solo un bebé?
La doctora sonrió suavemente, mirando los resultados del ultrasonido antes de responder.
—En efecto, señora Rostov, solo es un bebé —me confirmó con una tranquilidad que me relajó un poco, mi esposo acostumbra dejarme embarazada de dos.
—Usted ya conoce este proceso, señora Rostov, ya que he sido su doctora durante sus cuatro embarazos. Voy a recetarte unas vitaminas, Mavie, y haremos una ecografía más adelante para conocer el sexo del bebé. Me pondré en comunicación contigo.
—Está bien, doctora, gracias.
—Este será su último embarazo, así que programaremos una cirugía que evitará futuros embarazos. ¿Está de acuerdo?
—Por supuesto, doctora, estoy de acuerdo —asentí sin dudar.
—Excelente. La enfermera te llevará por las vitaminas que deberás tomar durante el cuarto mes. Felicidades, Mavie, Cassian morirá de amor cuando se entere.
ESTÁS LEYENDO
"El Abogado de la Mafia" { 𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨; 𝟏 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐨✅}
RomanceQuizás te habían dicho que es un abogado novato, pero no es verdad. Es el diablo en persona: ruso, millonario, codiciado, peligroso y sin escrúpulos. Así se describe Cassian Rostov, un abogado de la mafia. Las leyes del abogado perderán su rigidez c...