- Mi Eternidad? Suya - (Sebastian Michaelis y Tu (tn) Terminada

II

Solo quiero estar sola, comer helado sentada en mi sillón de la sala y esperar a que no venga la bruja de mi tía.

Madam Red.

- Ahora sí que no tendrá límites para hacerme lo que se le dé la gana conmigo - pensé y comí de mi helado
-Papá ¿porque no lo puedes comer conmigo? - dije y me acurruque en el sillón con unas mantas suaves que se encontraban allí y deje el helado en la mesa.

Llore y Llore, hasta que mi cara se puso roja.

Escuché un ruido por la ventana y fui a asomarme.

-¡ahhhhhh! - grite espantada y retrocedi casi de inmediato, me volví a acercar, pero no lo vi.

¡lo juro!

Había visto unos ojos rojos y me miraron fijo ¡lo juro!

-Debió ser mi imaginación - dije y fui a guardar el helado en la nevera

Fui al sillón y me acurruque entre las sábanas nuevamente.

-No puedo dormir, tsk- dije y unas lágrimas se escaparon.

Volví a llorar y a llorar.

-¡Porque a ellos y no a mi! - grité mandando prácticamente todo a la mierda, golpeé las almohadas del sillón llorando a mares, finalmente, cuando me quedé sin energía, tomé sin disimulo alguno mi helado, pero antes de darle siquiera una probada, escuché el timbre,dejé el pote encima de la mesa levantándome.

- ¿Quién será a estas horas? - Me preguntaba a mi misma y abrí solo un poco la puerta y me encontré a un ¿señor? Que aparentaba tener al menos unos 25 años y...  Algo que me dejó casi inmóvil fueron sus ojos rojos,  pero, obviamente, mi mente, yo no, en sí yo no, mi mente,  sabía que eso podía ser sencillamente un mal reflejo de la luz... Espero.