Capítulo 28

183K 6.2K 4.3K
                                    

Lauren's POV

Las mañanas no me gustaban nada, y más si eran como aquella. Camila me miraba a punto de matarme y yo le puse las manos en las mejillas.

-Por favor, Camz, son sólo dos horas al día, nada más. –Me abrochaba la camisa y me ponía la chaqueta, pero Camila tenía las manos en la cintura mirándome mal. –Por favor, si me paso de las dos horas..

-Si te pasas de las dos horas te pido el divorcio y no ves a la niña hasta su boda. –La miré con la boca abierta, porque era tan radical que muchas veces no me lo podía creer.

-Está bien, te lo prometo. –La cogí de las mejillas para besarla, y ella se dejó, respondiéndome a los besos de forma sonora, hasta que solté sus mejillas. Me incliné en la sillita y besé la frente de Karla que nos miraba a ambas, que aún seguía siendo un bebé en menos de un mes. –Te quiero. –Le dije a Camila al levantarme, dándole otro beso. –Os quiero.

-Sí, quiéreme mucho porque te va a hacer falta. –Cogí el maletín y me metí una tostada en la boca, dándole un bocado.

-Mmh, eres la mejor. –Salí por la puerta casi corriendo y cogí el coche mientras me comía la tostada con mermelada que había preparado Camila.

Al llegar a la oficina, Amy me esperaba en la puerta de mi despacho, y todo el mundo comenzó a pedirme cosas, comentarme proyectos pero simplemente pasé de largo.

-Comentadlo a vuestros directores. –Dije cogiendo la carpeta que tenía Amy en la mano, y con la otra un café.

-¿Qué tal todo? –La miré mientras bebía de la taza.

-Bien, genial. –Me senté en el escritorio, y ella en la silla frente a la mía.

-¿Cómo está la pequeña? –Preguntó Amy, y dejé la taza encima de la mesa.

-Mejor que yo seguro. –Reí un poco y ella también. –Es preciosa, Camila dice que se parece a mí pero..

-¿A ti? –Frunció el ceño extrañada, y es que sí que era raro.

-Oh, claro.. –Me pasé una mano por el pelo echándolo a un lado. –Camila tenía un problema y el resumen de todo es que su óvulo tenía parte del mío y parte del de Camila. –Bebí un poco de café, pasándome la lengua por el labio.

-Eso es genial. Es decir, no lo de Camila.. –Tenía la sensación de que se seguía poniendo nerviosa conmigo. Bebí algo de la taza mientras se encendía el ordenador, y miré la foto que tenía ya puesta en la mesa justo al lado de la pantalla. -¿Puedo verla?

-Sí, claro. –Le di el móvil, porque tenía un álbum de fotos casi literalmente.

-Wow, sí que se parece a Camila, y a ti. –Asentí escribiendo en el ordenador, y ella me dejó el móvil en la mesa. –Es preciosa.

-Gracias. Su madre me ha dicho que como tarde más de dos horas en volver a casa me pide el divorcio. –Sonreí devolviéndole la mirada y cerré los ojos.

-¿De verdad? –Asentí.

-Pero aunque llegue tarde, no lo hará.

Y no lo hizo, aunque llegué a las dos horas justo.

Al llegar, Camila estaba sentada en el sofá dándole el pecho a Karla mientras veía la tele y hablaba por teléfono. No quería interrumpir aquellas pláticas que tenía con su hermana o con su madre, así que me acerqué y besé su cabeza. Un minuto después había colgado, y me quité la chaqueta para sentarme al lado de Camila.

-¿Todo en orden? –Preguntó ella, bajándose la camiseta y poniéndose a Karla en el hombro con cuidado.

-Todo en orden. –Respondí dándole un beso en los labios, y tenía una sonrisa que..

room 72; camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora