Little, Little || SeulRene (IRENE + SEULGI)

𝖢𝖺𝗉. 𝟦𝟣「𝗗𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿 𝗴𝗼𝗹𝗽𝗲」

[SeulGi POV]

No sabía cuál sería el siguiente movimiento de SeHun. Desde que JooHyun decidió marcharse conmigo, me sorprendió que su "esposo" no actuara de inmediato. Conociéndolo, esperaba su furia en cuestión de horas, pero en lugar de eso, eligió el silencio. Ese silencio era lo que más me inquietaba.

SeHun actuaba rápido cuando las cosas no salían como él quería. No era alguien que esperara o que dejara pasar las cosas sin más. Pero ahora, su falta de acción me decía algo: estaba moviéndose entre las sombras. Sabía que no se quedaría de brazos cruzados, sabía que estaba planeando algo. Y aunque tenía a JooHyun a salvo conmigo, el miedo me carcomía. No por mí, sino por ella . . . por nuestros bebés.

Me volví más paranoica en estos días. Incluso cuando estaba en la empresa, en medio de reuniones importantes, mi mente no podía concentrarse del todo. Mi celular descansaba sobre la mesa de conferencias, cada pocos minutos mi mirada iba hacia él, esperando alguna notificación, algo que me indicara que JooHyun estaba bien. A cada momento le enviaba mensajes, preguntándole si estaba bien, si necesitaba algo, si los bebés estaban tranquilos. Y aunque ella me respondía con calma, asegurándome que todo estaba en orden, mi pecho no dejaba de sentirse oprimido.

— Señorita Kang . . . 

Esa era la voz de uno de los directivos que me hizo reaccionar. Parpadeé varias veces, volviendo mi atención a la sala de reuniones. Todos me miraban expectantes, esperando una respuesta sobre la nueva estrategia de la empresa. Maldita sea . . . Me aclaré la garganta, intentando retomar la compostura.

— Perdón, ¿podrías repetirlo? 

Yo le dije, fingiendo naturalidad. El hombre asintió, volviendo a explicar su punto. Me forcé a escuchar, a concentrarme en el tema, pero en el fondo de mi mente, la preocupación seguía latiendo como un tambor constante.

Horas después, ya en mi oficina, finalmente tenía un respiro. Me dejé caer en la silla con un suspiro pesado, pasando una mano por mi rostro. Estaba cansada, no solo físicamente, sino mentalmente. Este nivel de estrés me estaba desgastando. Sabía que no podía seguir así, pero, ¿cómo evitarlo cuando tenía tanto miedo de lo que podía pasar?

Un golpe en la puerta me hizo levantar la mirada. Me enderecé un poco en la silla antes de responder:

— Adelante.

La puerta se abrió lentamente, y para mi sorpresa, quien entró fue mi abuela paterna.

— SeulGi . . . 

La mujer, con su porte elegante y su mirada severa, caminó con calma hasta quedar frente a mi escritorio. Siempre había sido una persona fría, difícil de leer, y a decir verdad, aún no terminaba de comprenderla del todo. No sabía qué la traía aquí, pero en cuanto me miró directamente a los ojos, supe que no era una visita casual.

— Te ves inquieta. 

Ella comentó con su tono sereno, pero analítico. Bajé un poco la mirada, sintiéndome expuesta bajo su escrutinio.

— No es nada, estoy bien. Solo un poco distraída, eso es todo. No tienes que preocuparte. 

Yo le respondí automáticamente. Ella soltó un pequeño suspiro, moviéndose hasta tomar asiento frente a mí. Cruzó las piernas con gracia, dejando su bolso a un lado.

— SeulGi, no te he pedido explicaciones sobre la situación con la esposa de Oh SeHun. No porque no me importe, sino porque confío en que tienes tus razones. Sé que esto puede generar un escándalo para lo que nos queda de reputación en la familia, pero no es eso lo que me preocupa en este momento. Me preocupa verte así.