Capítulo 23

20.4K 1.6K 63
                                    

Capítulo veintitrés 

Por fin me encontraba frente a la gran casa que había indicado el texto que recibí.

Había necesitado un poco de ayuda para lograr liberarme de todas las personas que estaban a mi alrededor, y había  tenido suerte porque mi plan se había comenzado a desarrollarse sin que yo lo impulsara.

Andrew lo comenzó por su cuenta.

Él pensaba que yo me encontraba molesta con él, y no podía llamar eso mentira. Si estaba enfadada con él. Andrew se enteró de alguna manera que mientras que me encontraba en CCH conocí a una chica que se encontraba en esta ciudad: Javiera. Así que cuando había llegado a la cocina para tomar algo de desayuno el dijo que la iríamos a ver.

También él le había ofrecido a Pagan que viniera por nosotras, pero ella prefirió quedarse todo el día en casa, acostada sobre su cama. Tal vez me estaba evitando porque estaba molesta con ella.

Me vestí con algunas prendas que compré en el centro comercial con Andrew hace poco tiempo, no demoré demasiado en estar lista y cuando volví al primer piso él se encontraba lavando los platos.

Estaba vestida como si fuera a hacer deporte. La ropa cómoda siempre ha sido lo mío. Estaba usando unos pantalones que me daban movilidad y tenían un diseño bonito, había elegido una camiseta con mangas largas y sobre ella puse una chaqueta con botones a juego con unas botas bajas de color negro.

Mientras que estaba husmeando en  el armario vi que la ropa de Andrew era en su mayoría informal, estaba lleno de Jeans de diferentes colores, sus camisetas tenían estampados que yo no podía reconocer y en la parte de abajo habían muchas zapatillas de deportes. Y al final del armario, como prendas que nunca eran usadas, se encontraban trajes formales.

Andrew se había preparado con rapidez, después de haber salido de su casa él fue por su automóvil y después de intercambiar unas palabras con uno de los guardias.

El compañero de Javiera resultaba ser uno de los guerreros del paquete, Andrew me había confesado que nunca había tenido un contacto real con él en el pasado.

Aunque según él lo había visto hace un día, él era uno de los guardias que se habían encontrado en el bosque listos para atacar a los que se encontraban al interior del vehículo, entre ellos Gee.

Sin contar la pequeña charla que reveló ese pequeño trozo de información el vieja fue silencioso, un silencio bastante incómodo. Tenía que admitir que Andrew se había esforzado por hacer una conversación, pero yo no me había esforzado por seguir el rito así que finalmente se rindió y resignó a permanecer en silencio.

En el viaje me di cuenta lo grande que era la ciudad, también de que nunca hubiera podido llegar a Javiera por mi cuenta. Los cuarenta minutos de viaje comenzaban a valer el incómodo ambiente.

Cuarenta estresantes minutos. Cuarenta silenciosos minutos.

Cuando por fin llegamos y pude ver a Javiera con su compañero en persona me di cuenta que no podía recordarlo a él de la otra noche, ¿Desde cuando no podía recordar caras? Solo tenía unos recuerdos de cuando habían sido perseguidas en CCH.

Y eso no era el mejor de los recuerdos.

Fuimos dirigidos a la sala de estar,  Andrew con Elias estaban hablando entre ellos cosas que no me interesaban, en cambio yo estaba concentrada en el silencio  de Javieria, quien tenía sus ojos en mi dirección.

Finalmente a Elias se le  había ocurrido la idea de que nosotras nos teníamos que poner al día con lo que ha pasado con nuestras vidas, él con Andrew fueron a preparar algo para el almuerzo  mientras que nosotras fuimos a dar un paseo por la casa.

CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora