Una Última Oportunidad. (Sasusaku)

Capítulo XIV. En La Oscuridad

Era muy afortunado de encontrarla. Ella era fuerte, Hinata siempre se caracterizó por esforzarse mucho. Y eso era algo que a Naruto le gustaba, y en cierta forma se veia reflejado en ella.

Cuando vio la silueta de la chica atada a una silla y con una venda en sus ojos, algo dentro de si se relajó.

Hinata no era la principal causa de su misión, pues todos valían por igual para la aldea. Pero para aquel rubio, el simple hecho de saber que la oji-azul estaba bien le resultaba reconfortante.

- ¿Hinata? - ella no contestó y el silencio de la habitación lo abrumaba - ¿Estas bien?

La chica se removia en la silla, tratando de safarse. Naruto se acercó hasta ella y quitó la venda de sus ojos. Cuando la chica los abrío, el chico se perdió en su mirada.

- Naruto-kun, en verdad estás aquí - la chica sonreía tímidamente mientras que era desatada de la silla.
- ¿Por qué no habría de ser yo? - el chico estaba nervioso, el contacto con aquela piel tan suave le producía una corriente eléctrica por todo el cuerpo. Esa sensación era nueva para él.
- Yo solo... Yo pensé... Creí que era una alucinación.

El chico la miró desconcertado. Después de unos segundos le sonrió.

- Soy real Hinata - por alguna razón desconocida su boca no podía parar - todo lo que siento en este momento también lo es.

Ambos chicos se miraron por unos segundos que fueron mágicos. Pero de un momento a otro la realidad los abrumó de nuevo.

- Tenemos que salir de aquí - el nivel del rojo en sus mejillas era intenso - este lugar no es seguro.

Ambos chicos se tomaron de las manos y comenzaron a caminar sin soltarse el uno del otro. El acto era impulsivo e inconsciente, pero a los dos les gustaba.

Salieron de la habitación, y recorrieron el pasillo hombro con hombro. En la oscuridad.

- ¿Puedes ver algo? - Naruto quiso activar su modo sennin pero no lo logró.
- No, cada vez que intento activar mi Byakugan mis ojos duelen.
- Entonces ya no lo intentes - el chico palpaba la pared para guiarse - estoy seguro que si seguimos por este camino saldremos de aqui.

Seguian en la oscuridad, tomados de la mano. Rogando que ninguno de los dos se soltara de aquella unión.

*****************

Abrí los ojos, y seguía atada. El estar en aquel confinamiento era simplemente horrendo.
- ¿por que sasuke no está buscándome?

¿por que no me ha rescatado?

¿Acaso todo lo que dijo aquella noche era mentira?

¿Es acaso que no me quiere, ni me necesita?

Después de un rato en el que mis dudas al igual que mis lágrimas me invadieron por completo, la puerta se abrió.

- ¿Estuviste llorando? - akira me miraba con una mirada tierna, pero falsa - No me gusta que estés triste - fingió una sonrisa - De ahora en adelante, sólo habrá felicidad, serás la esposa mas bella del reino.
- ¿Reino?
- Si, con tu fuerza, belleza e inteligencia, lograré unir a todos los países y crear un reino bajo mi poder.
- En tus sueños lo lograrás.

El chico caminaba dentro de las cuatro paredes viejas y húmedas que me mantenían prisionera.

- Este es mi sueño Sakura, y no estoy dispuesto a renunciar a ello.

Una chica de cabello rojizo entro en la habitación con un vestido blanco y muy largo en sus manos.

- Prepárate, dentro de una hora nuestras vidas cambiarán.

Salió de la habitación con una gran sonrisa que me provocó un nudo en la garganta.
- ¿Esta lista para que la arregle para la boda señorita?

Mis ojos se llenaron de lágrimas y asentí con la cabeza, derrotada, pues no tenia fuerzas para luchar, ni tampoco fe para que aquel que siempre ocupó mi corazón y mi mente me rescatara.

Aquello era lo único que podía hacer, resignarme. Eso era lo que el destino tenia escrito para mí.

El estar lejos de Sasuke.

*****************

Holaaa... :)
Queridos lectores, quiero avisar que ya solo quedan dos capítulos y estoy muy triste y contenta a la vez.
Este es un mini capítulo, eso lo sé, por eso les pido su perdón.
Ya saben que hacer con la estrellita y eso.
Les deseo un bonito fin de semana.

Los quiero.