Capítulo 12

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El abuelo Hugh (como prefería ser llamado el antepasado de Gwen, ya que, en sus propias palabras, lo hacía sentir un poco menos viejo) era el mejor acompañante durante los viajes en el tiempo que había tenido hasta ahora.

No podía negar que me encantaban las tardes con Gideon, que eran como estar con un hermano mayor sobreprotector con el que siempre podrías pasar un buen rato (con Jonás había aprandido a identificar ese tipo de comportamiento ya que frente a cualquier persona que no nos conociera afirmaba que éramos hermanos, algo completamente ridículo a decir verdad) o como pasar un fin de semana con el tío del cual eras la sobrina favorita; tampoco había tenido prescisamente un mal rato con Matthew, antes de que se volviera presuntuoso y distante, además de un amo del escondite, porque no había manera de que permaneciéramos en la misma habitación más de diez minutos, a excepción del viaje en avión, que la única manera de la que se pudo haber librado hubiera sido saltando por la ventana, cosa que no me hubiera importado realmente considerando lo molesta que ahora estaba con él. No había ni una cosa que consiguiera cambiar mi opinión sobre ese chico, y mucho menos que me convenciera de volver a intentar hacerme amiga de él.

Pero ahora estaba en el que era el salón de música con el abuelo Hugh, disfrutando de sus historias (la mayoría de ellas incluía a Fat Annie, que más bien era una yegua sorprendentemente esbelta y confiable) y de los bocadillos que había mandado traer hacía una media hora, pues la primera bandeja que había sido enviada no había durado mucho, puesto que sin saberlo yo estaba más que muerta de hambre y el hombre que estaba sentado en un lujoso sofá frente a mí no había adquirido el peso que tenía en vano.

Aun no quería irme, había reído más durante esas escasas cuatro horas que en toda la semana anterior, pero el tiempo se agotaba. Nunca habría imaginado que este robusto hombre conseguiría que olvidara durante ese valioso tiempo que intentaba estar furiosa con Matthew, y aun más porque él sí había coseguido ir con Lucy y Paul, pero lo había hecho. Ahora comenzaba a sentir una pequeña opresión en la boca del estómago (una mala y débil imitación del vértigo que me embargaba cuando viajaba en el tiempo) e intentaba hacer pucheros, molesta porque el tiempo jugara de esta manera conmigo, y se terminara tan rápido.

-Tranquila pequeña -la voz de Hugh era en extret sosegada cuando se despidió de mí, mientras yo sentía como el vértigo incrementeba -, la próxima vez te contaré más historias, y si Gwendolyn me diera una fecha aproximada de su siguiente visita prometo tener listo para ustedes alguno de los fabulosos pays que prepara mi ama de llaves, mistress Mason. Te aseguró que después de provarlo, no querrás volver a tu época jamás.

-Espero que así sea, porque si alguien me promete pastel y no lo obtengo, podría haber derramamiento de sangre.

El abuelo Hugh soltó una socarrona carcajada antes de exclamar:

-Tal parece que no solo la vestimenta de las mujeres en el futuro se ha vuelto más masculina; tú caracter es digno de cualquier caballero con coraje y valentía, aunque no me pueda incluir directamente en ese grupo.

Mi mirada estaba cargada de impresión e ironía. Era cierto que traía puestos unos jeans y botas negras con agujetas, en conjunto con una blusa gris de manga larga debajo de otra negra, esta de manga corta, que me resbalaba ligeramente por un hombro (vestimenta a la cual yo nada más no le encontraba lo masculino), pero no entendía su comentario sobre mi caracter. ¿Se suponía que tomara eso como un cumplido, un insulto o una frase tal vez demasiado sexista para mi gusto?

Traté de quitarle importancia y le sonreí tímidamente.

-Pero bueno -continuó Hugh, no importándole ni en lo más mínimo mi repentino silencio-, yo solo espero que tanto tú como Gwendolyn regresen pronto y no tarden tanto en aparecerse por aquí como hasta ahora. Tal vez incluso podría convencer a Gwendolyn de que te dejara dar un pequeño paseo conmigo y Fat Annie -me guiñó de nuevo el ojo.

Piedras Preciosas. Una nueva generación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora