Stay |Larry Stylinson|

Capítulo 14.

Su proyecto había progresado notablemente, o al menos eso era lo que le habían dicho y no podía sentirse más feliz y agradecido con Harry porque sabía que eso era gracias a que el rizado se había tomado unos momentos de su tiempo para sentarse con él a trabajar en eso a pesar de que no era algo que tuviera que ver con la empresa.

Cuando abrió la puerta de la casa esperaba ver al rizado esperándolo en la sala con su pequeña ya que había visto el auto estacionado fuera – cosa que empezaba a ser común – y él casi había corrido a la casa para contarle las buenas noticias. Pero en lugar de eso, se topó con Niall sentado en el sofá más grande, completamente perdido, mirando a la nada. Su hija no estaba y tampoco había rastro de Harry, cosa que era un poco extraña.

- ¿Hola? – saludó, para captar la atención de su mejor amigo.

Niall saltó en su lugar y se le quedó mirando con pánico mientras él se dedicaba a cerrar la puerta.

Cuando el castaño volvió a clavar su mirada en su mejor amigo se dio cuenta de que en realidad lucía demasiado nervioso y no pudo evitar mirarlo con sospecha ya que en primer lugar, Niall ni siquiera se podía considerar como una persona callada.

- ¿Sucede algo? – preguntó, al no recibir respuesta.

- Lo siento, Louis – soltó, afligido.

Una luz roja se encendió en el interior de Louis porque el rubio estaba ahí, mirándolo de esa manera y no... no era normal que su pequeña no estuviera rondando por ese lugar a esa hora ya que ella sabía que él llegaba.

- ¿Dónde están Lux y Harry? – sabía que su preocupación se había visto reflejada en esa pregunta.

Miró a su mejor amigo dudar en su lugar, mirando a varios lugares distintos, evitando sus ojos y cuando iba a volver a replicar, vio a Harry bajando las escaleras con un recipiente en las manos y un trapo blanco sobre su hombro derecho. Lucía cansado, preocupado y nunca lo había visto de esa manera.

- Creo que logré controlarlo – dijo con su voz ronca, sin notar la presencia de Louis – tenemos que ver como evoluciona en las siguientes horas. Si vuelve a suceder tendremos que...

- Harry – le interrumpió, el rubio, logrando que el chico frunciera el entrecejo y fue entonces cuando Niall apuntó en su dirección y Harry volteó a verlo.

Por primera vez desde que se habían conocido, el rizado no había sonreído al verlo, simplemente se había puesto pálido, más blanco de lo que estaba normalmente y las palabras habían dejado de salir de su boca, como si la lengua se le hubiera caído en el acto.

-           ¿De qué mierda hablabas? – empezó a sentir una presión en el pecho, empezando a sospechar a dónde iba todo eso.

- No maldigas – pidió, el rizado, con un hilo de voz.

- ¡Niall! – le gritó, desesperado por una respuesta.

- Esta mañana después de que te fuiste hice una pequeña guerra de agua con Lux y por la tarde se puso enferma ya que empezó con fiebre. Me desesperé por no saber que hacer y llamé a Harry para preguntarle si debía de llamarte a ti y él dijo que lo mejor sería que no te molestáramos, así que vino para hacerse cargo de la situación – para ese momento él ya se encontraba a la mitad del camino a la habitación de su hija, pero seguía escuchando a su amigo ya que iba detrás de él y estaba seguro de que Harry también los seguía. – Dijo que la llevaríamos a un hospital si era necesario.