Capítulo 8.

18.9K 3K 3K
                                    

Dedicado a: ashtonxlaught, lxrryftasht0N, LARRY_Team.


Harry se encontraba entre esas paredes oscuras y sin vida, por ser uno de los demonios más poderosos le toco hacer guardia donde estaban los demonios que no tenían cuerpos. Ellos eran solo almas que se acechaban en busca de alguna presa, pero los que estaban en ese lugar eran aquellos que habían pertenecido a un cuerpo, pero la persona que lo tenía había muerto.

Como el demonio de la tortura, el que había poseído a Kata.

Suspiro sintiendo repentinamente sofocado, tenía tantas cosas que pensar y todo se resumía a una palabra: Louis.

¿Cómo se le ocurría a él fijarse en un humano, en un mortal?

Se pasó una paso por su largo cabello y sus ojos negros miraron directo al frente, donde venía Zayn con un alma a lado de él, aunque estas no se podían tocar –ya que después de todo no eran personas físicas–, tenían que hacerle casos a los guerreros poderosos.

La boca de Harry se abrió de par en par, mirando atónito al alma que Zayn custodiaba.

–Zayn... –su voz salió en un susurro.

Su amigo lo miro levantando una ceja.

–¿Qué?

–Ese, ese –se atraganto con sus palabras–. ¿Ese no es el demonio del dolor?

Lo miro de manera desafiante, sus ojos clavándose en los suyos propios. Harry dio un paso atrás, mierda, no era bueno meterse con Zayn.

Te voy a arrancar la cabeza. Maldito hija de puta, es tu culpa.

Secretos ronroneaba en su mente, diciéndole todo lo que Zayn pensaba en ese momento.

–No puedes matarme –aseguro–. Sabes que te ganare.

Vio como él torcía el cuello, en un intento de relajarse.

–No te he retado –advirtió mirándolo–. Es mejor que lo dejes, Zayn.

Quiero matarte. Quiero golpearte.

–No puedes golpearme.

–¡Deja de meterte en mi mente! –el morocho grito–. ¡No te puedes aprovechar de eso!

Zayn era el demonio de la derrota, él nunca podía perder algo, sea un desafío o un reto, porque cuando eso pasaba sentía un dolor tan profundo que duraba días postrado en una cama.

Ganar, ganar.

No, no me ha retado, es Harry, no pasa nada.

Ganar.

Harry se dio cuenta que mantenía una lucha interna con su propio demonio, así que lo ayudo.

–No quiero pelear, no te he retado así que no veo cual es el problema.

Zayn suspiro.

–Lo siento.

–No hay problema.

Harry desvió su mirada al demonio del dolor.

–¿Qué ha pasado?

–Louis.

Él se alarmo ante el nombre.

–¿Qué pasa con Louis?

Zayn trago saliva, intentando ser delicado con lo que iba a decir.

–Al parecer el chico lo convoco, ya sabes que cualquiera que lo convoque tiene que morir –él asintió–, así que no sé qué paso que Louis fue quien mato a Bob, le clavo los colmillos en el cuello.

Harry sintió su piel erizarse y a Secretos gruñir. Había más.

Pero antes de que Zayn abriera la boca de nuevo. Él ya lo sabía todo.

(...)

La habitación estaba tan desolada que hasta al mismo Harry le dio tristeza. Sus ojos negros escanearon la habitación, olía a sangre.

Con un chasquido de dedos un tenue luz alumbro la habitación, permitiéndole que él viera mejor, en la esquina estaba Louis. Con sus piernas estiradas, una de ellas estaba torcida, su camisa estaba llena de sangre y sus ojos miraban al suelo.

–¿Louis?

Se acercó despacio, pidiéndole información a Secretos.

Su demonio estaba al fondo de su mente.

Se alarmo considerablemente, emitiendo un gruñido. Algo malo estaba pasando si Secretos huía de esa manera tan cobarde.

–Οι θάνατοι, οι θάνατοι. (Muertes, muertes)

Louis balbuceaba lo mismo, alguna palabra que Harry no entendía en lo absoluto.

–Louis, mírame.

Él le hizo caso, levantando la vista. Harry no mostro expresión alguna. Los ojos de Louis estaban blancos, una sonrisa diabólica adornaba su lindo rostro y la sangre manchaba sus dientes y barbilla.

–¿Estas poseído?

Louis soltó una carcajada, levantándose y cojeando debido a su rodilla.

–Oh, Harry –el canturreo–. Demonio de los secretos, tanto tiempo.

Él no reconoció aquella voz ronca, ese no era Louis.

Cuando esos ojos lo miraron fijamente, la realidad lo golpeo tan fuerte que sintió marearse. Necesitaba a Secretos.

–T-Tú...

Louis mostro los colmillos.

–Οι θάνατοι, οι θάνατοι. (Muertes, muertes)

Harry presto atención como Louis se retorcía las manos. Secretos gruño en su mente, frustrado de no poder meterse en la mente de él.

Harry pensó sus movimientos, si hacia algún movimiento en falso, podía quedar como Bob.

Recordaba haber leído algo sobre él.

–Louis, cariño, escúchame –suavizo su voz, sus ojos convirtiéndose en un bonito verde–¸ ese no eres tú, vuelve conmigo.

El cuerpo del chico cayó al piso, aun con la sonrisa en el rostro, comenzó a convulsionar.

Cariño –susurro arrodillándose a lado de él. Secretos jadeo ante el contacto–. Sé que tú puedes.

–Είναι πολύ αργά. Θάνατοι, σκόνη, σκόνη τα πάντα . (Es muy tarde. Muertes, polvo, todo polvo.)

Harry beso su frente, suspirando.

Un grito desgarrador se escuchó, tan fuerte que Harry sintió el alma de Louis vibrar.

–Todo está bien –aseguro.

Louis abrió los ojos, sintiéndose demasiado mareado, vio que Harry lo arrullaba en su cuerpo. Sintió una oscuridad tan grande penetrarle el cuerpo, pero se sentía tan débil.

–¿Qué paso?

Su mente se le nublo.

Dolor, mucho dolor.

Harry jadeo, y Secretos sonrió triunfante.

–No pasa nada.

Louis asintió débilmente. Harry se dio cuenta de que no era consciente del gran poder que tenía. Así que lo agarro entre sus brazos y lo llevo hasta la cama. Lo dejo cómodo entre las sabanas y se dedicó a reparar su rodilla rota.

–Harry...

Louis se sentía liviano, como que si estuviera flotando.

–Me quedare hoy contigo –aviso.

Secretos llego tan feliz a su mente que a él no le gusto. Mierda.

Había podido descubrir quién era Louis.

No mires tres veces hacía atrás {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora