cuarenta y siete*

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[Recomendación: Escuchar la canción de multimedia (Marilyn Manson - Sweet Dreams)]



Usted tiene un nuevo correo de voz


» Tengo un arma... y más vale que dejes de correr antes que llegue a dispararte, bebé.


*Beep*


Louis guardo su móvil, con prisa, corriendo aun por su propia vida. Pues, la advertencia de Harry no había sido bien captada -le valía un comino lo que ese loco le indicara- y eso lo ponía en peligro. Pero él sabía lo que hacía.

Harry está muy cerca de él, y eso es alarmante para todo su ser. Y sabía que no tenía escapatoria, era lo peor. Ante todo eso no le quedaba de otra que rendirse.

A pesar de eso, no le daría el gusto que lo atrapara tan fácilmente. Si lo quería a él, que viniera.

El barrio por donde se aventuraba era uno que quedaba algo cerca de la ciudad, tan deshabitado y con la lluvia animosa cayendo que era obstáculo de su huida. Pero nada le era impedimento. Lo que importaba era ir a algún lugar seguro para pasar la noche o despistar a Harry como hizo otras veces.

Su destino era llegar a una fábrica abandonada que miró desde lejos, en ruinas y demás mal estado. Corrió un poco más, las gotas de la lluvia nublarle la vista y mojarle la ropa para incomodarle donde acogía un frío espantoso.

Cuando llega intenta empujar la puerta, le resulta difícil al estar muy oxidada. Pero al hacerlo con ganas logra abrirla y entra. Lo primero con lo que se encuentra es la oscuridad, no obstante, la luz de la luna le alumbraba un poco y le ayuda a guiarse más adelante.

De por sí, la fábrica no era tan grande aunque si espaciosa y polvorienta por cada rincón. No sabía si eso sería ventaja, de todos modos lo único que podía hacer era correr, correr y correr.

Louis recorre el lugar, los pies le escaldan y siente que caerá rendido. Choca con maquinarias. Abre y cierra puertas. Se topa con animales roedores. Se escuchan pasos detrás de él. La adrenalina bordea sus nervios.

En serio que estaba metido en un gran lío.

Velozmente baja por unas escaleras, llegando al estacionamiento subterráneo. El lugar es amplio, con paredes llenas de moho y lodo y charcos que él trata de no pisar para no causar grandes ruidos.

"¡A dónde crees que vas, mi querido Louis!", Harry vocifera a espaldas.

El primer disparo se da. No da en Louis, pero preocupa más desde entonces.

Louis no voltea a ver, sólo apresura su paso en el enorme estacionamiento. La cabeza le penaba, estaba jodido y nadie estaba para ayudarle de este infierno.

"Estás siendo malo. Muy malo, Louis.", Harry habla, lanzando otro disparo que casi da en aquel de no ser porque se oculta en un pilar. "Debo de darte una lección, niño malo. Una que te enseñe a ser leal y bueno."

Louis respira entre cortado, el temor de hacer un mal movimiento le entra. Otro disparo se escucha, sus piernas retiemblan y el ansía que todo esto sea una alucinación. No puede aguantar más, sus ganas de evaporarse piñizcan sus entrañas.

Los botines de Harry zapatean, él carga todavía su pistola mientras se acerca lentamente. "Por favor, no creas que me gusta matar gente por gusto o placer."

Voicemail » larry stylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora