Drowned. [Mermaid AU] Larry Stylinson.

Capítulo 32: No pasará.

♦ Se recomienda escuchar la canción Satellite de Guster durante el capítulo.

Shining like a work of art, hanging on a wall of star. Are you what I think you are? Always the first star that I find.

Hawaii, 2019.

Si hubiera podido relantizar el tiempo, lo hubiera hecho sin dudarlo por un segundo. Pero la noche llegó, la playa quedó bajo el cielo oscuro y brillos de estrellas. La luna iluminaba la superficie del mar y las escamas lucían mágicas bajo el agua.

Sentía todo el cuerpo frío, los labios morados al mismo tono que aquellos que rozaba. Su temperatura corporal y la de Harry eran prácticamente la misma, solo que para su salud, no pasaba por alto en lo absoluto.

No quería salir del mar, no quería dar su brazo a torcer. Quería gritarle y rogarle una vez más. No quería salir caminando de nuevo a lo que ya había dejado atrás. Pero estaba ahí, abrazado al cuerpo de Harry, mirando fijamente sus ojos e intercambiando respiraciones.

Contando las gotas de su rostro. Contando los segundos.

— Necesitas irte.

Fue una simple frase que devolvió todo el temor a cada una de sus conexiones nerviosas; incluso perdió el control de sus manos que hicieron fuerza sobre la piel de los hombros de Harry.

— No, no me quiero ir. No puedo volver.- sus palabras estaban ahogadas en sensaciones, su voz parecía estar bajo agua; pero sus labios ya estaban besando a Harry.

Harry acarició su rostro y sonrió levemente admirando lo que tenía delante.

No podía ser otra persona. Tenía que ser él. Tenía que ser Louis. No fue ni el momento ni el lugar equivocado. Fue todo lo contrario; lo sintió mucho antes de salir del mar. Como siempre que pasaba cuando Louis llegaba.

No había nada igual en el mundo. O quizá simplemente era tan complicado de explicar que ni si quiera encontraba una comparación que hiciera justicia.

— Con Jo. A casa de Jo. No a Londres.

— No quiero dejar de tocarte.

— Vas a enfermar. Tienes que irte, Louis.- su tono era simple ruego a los ojos cristalinos que tenía delante; sinceros y aún asustados.

— No hemos terminado. Nos queda mucho que discutir.

— Lo sé.

Que lo admitiera fue un gran alivio para Louis, que por segundos cada vez lo daba más por perdido. Pero en el fondo había esperanza, y no se rendiría tan fácilmente; para él no había vuelta atrás.

Harry lo ayudó con delicadeza a subir en la roca y esperó a que Louis le mirara para dedicarle una sonrisa. Desde que había vuelto y lo había tenido entre sus brazos le había parecido estar soñando todo el tiempo; pero verlo desde el mar, subido en una roca, con sus ropas mojadas y el frío notorio en el rostro, quería gritar debido a las mil sensaciones que recorrían su cuerpo en ese instante.

Estaba ahí. Había vuelto.

— Te quiero.

— Y yo. Tanto que volvería una y otra vez.

No hubo una nueva respuesta. No necesariamente cuando una mirada dicta una severa sentencia. Y la de su amor estaba impuesta.

Mientras atravesaba el bosque y caminaba por el paseo hasta entrar en la ciudad, creó varios discursos y preparó frases clave que utilizar cuando Jo volviera a verle. Todo estaba bien construido y perfectamente verbalizado en su mente durante el camino hasta que se encontró frente al portal.