Eludiendo la Tormenta

El cielo se torna rosa

El cielo se torna rosa

Ya casi había pasado mas de una semana desde la tremenda fiesta que se armó por el reciente divorcio de la chica, pero el afamado abogado aún no hacía acto de presencia. Aun así Bibi recibía constantemente mensajes de parte de Daniel como “Que tengas un excelente día, enojona” o “Para Viviana un gran beso” etc…

Pero a pesar de los mensajes, la chica no tenía nada de ganas de hablarle al abogado. Se sentía en gran desventaja y la realidad es que no quería verse tan desesperada.

Aunque ese día iba a ser diferente. Bibi tenía que hacer acto de presencia en el juzgado para firmar el acta de Divorcio y así terminar definitivamente con el asunto de su matrimonio, así que, la chica se paró desde temprano, se esmero en su arreglo personal  y quedó lista, mucho antes de la hora pactada.

Abigail ya la esperaba en la oficina, atendiendo unos asuntos vía telefónica y cuando vio entrar a la chica solo pudo sonreírle –Vas que echas fuego- y la chica dando una vuelta muy ensayada, le mostró su atuendo. Unos pantalones de piel negra, con unas zapatillas de tacón, un blusa bastante reveladora y un jersey bastante curioso de franjas blancas y negras. La chica se veía sexy y además muy formal.

-Anda Big, que nos esperan.

La representante saltó del escritorio y fue por su bolsa.

-Y que ¿no le vas a avisar a tu celador?

-Mi NOVIO –dijo Abigail- salió desde temprano. Ha adoptado la costumbre de acompañar a su papá en su caminata matutina y la verdad eso me hace muy feliz.

- ¡Excelente! Que mejor manera de comenzar el día que haciendo planes de chicas.

Y Bibi jalando del brazo a Abigail salieron de la casa en dirección al juzgado.

Al legar al lugar Bibi empezó inmediatamente a buscar con su vista a Daniel, pero solo pudo apreciar a Miguel y a su abogado, que cuchicheaban entre ellos.

Un joven muy guapa de largo cabello rubio y ojos color miel se acercó a Bibi y se presentó con ella. –¿La señora Bibi Salguero? Hola, que tal mucho gusto –dijo la desconocida –mi nombre es Karla Guerrero, vengo en representación de Daniel, perdón del Licenciado Castelo.

Bibi no pudo dejar de mostrar una cara de contradicción -¿Por qué Daniel no vino personalmente? –dijo la chica mostrándose grosera.

-Me pidió él que lo disculpara, ya que tenía unos asuntos urgentes, pero no se preocupe, ya todo esta arreglado, el mismo Licenciado se encargó de todos los pormenores y usted solo tendrá que presentarse ante el juez y plasmar su firma.

Bibi solo soltó un suspiro y con la cabeza le índico a la Licenciada que la guiara. Abigail como siempre permaneció afuera mientras el acto se realizaba.

La representante encontró un pequeño asiento y se dispuso a revisar sus correos electrónicos mientras esperaba a Bibi, cuando una voz familiar la sacó de su tarea.

-Ey Big. Hola nena ¿como estas? _Dijo una voz melosa y super fresa.

Abigail alzó la cabeza y ahí estaba Marellia, acompañada de dos personas conocida por Abigail.

Dándole un beso en la mejilla, saludó a la cantante -Hola Mar ¿cómo estas?, Licenciado López, Licenciado Gutiérrez –Saludo Abigail de manera fría pero cortés a su anterior abogado y al Director del Bufete que antes trabajaba para ellos.