Capitulo 17

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(Pov Rose)

-¿Cómo se enteró Yeva del bebe si apenas nos enteramos nosotros y somos los padres?- Sabia que Yeva era algún tipo de bruja-vidente o algo por el estilo pero yo no creía en esas cosas en lo absoluto, ni siquiera en las cartas de Tarot que una vez hace años demostraron estar en lo correcto.

-Ya sabes sus visones- dijo Dimitri encogiéndose de hombros como si tener una abuela que ve el futuro y que sabe vas a tener un hijo incluso antes que tú que eres el padre fuera la cosa más natural del mundo, aunque considerándolo para él tal vez si lo fuera. -¿Para qué hablo Lissa?- pregunta con una ceja alzada

-¡Wouw, Wouw! Que se detenga el mundo- dije con una mano alzada haciendo gesto de detente y con una sonrisa burlona en mi rostro- ¿En serio acabas de llamar a Lissa, Lissa en lugar de Vasilisa?

Me miro con una de sus sonrisas relajadas esas que hacían que se me detuviera el corazón por un latido y contuviera la respiración

-No se vale hiciste eso a propósito- dije dando le un golpe en el brazo ligeramente, lo que causo que se riera de mí, seguramentllai siquiera había sentido el golpe.

-¿Para qué llamo Lissa?- Pregunto de nuevo manteniendo la sonrisa en su rostro

-Parece que no somos los únicos que tenemos noticias y ¿Desde cuándo llamas a Lissa, Lissa?

Se encogió de hombros y en ese momento se escuchó la voz de Jill llamarnos desde la puerta de la casa

-¿Van a entrar?- Pregunto desde la puerta-Esta helando aquí afuera-dijo abrazándose a sí misma, parecía que se acababa de despertar, aun llevaba su piyama puesta y tenía su rizado cabello castaño claro en una coleta muy desordenada, como si se hubiera amarrado el cabello para que no se notara que tan enredado lo tenía, en ese momento todo en ella desde su vestimenta hasta su cabello hacia que te dieras cuenta realmente de que tan joven era, sin importar que tan madura actuara.

-Ya vamos- Respondió Dimitri, Jill nos dedicó un asentimiento y entro a la casa aun abrazándose a sí misma por el frio

-No queremos que te resfríes ¿cierto? –Dijo viéndome con una sonrisa en el rostro y sus brazos envueltos a mí alrededor

-Supongo que tenemos que ir con algún medico pronto ¿no?-Pregunte viéndolo a los ojos, ojala que fuera un medico humano no quería que mi bebe se viera involucrado en la sociedad Moroi en lo absoluto, En ese momento se me ocurrió la idea de escapar lejos y vivir una vida humana, escondidos de la sociedad Moroi, después de todo no sería difícil para nosotros, los Dhampir parecíamos más humanos que Moroi.

-¿En qué piensas?-Pregunto Dimitri mientras me llevaba al interior de la casa

-En escapar e irnos de la sociedad Moroi, pero no podemos hacer eso, no podemos dejar a Lissa y a Cristian- En cuanto traspasamos la puerta me inundo el olor a comida y aun que sabía que durante el embarazo sueles vomitar no esperaba que las náuseas fueran tan fuertes como para que me hicieran correr al baño, mientras corría sentí a Dimitri correr detrás de mí, mientras vomitaba el hacía círculos en mi espalda y sostenía mi cabello, lo que era increíblemente bueno ya que yo no tenía la fuerzas para hacerlo.

Cuando termine me levante del piso temblando de pies a cabeza, sin poder sostenerme a mí misma, Dimitri me tuvo que sostener por la cintura para evitar que cayera, cuando me pude sostener sola de nuevo me dirigí al lavabo para lavarme la boca, odiaba ser impotente y estar enferma era una forma de serlo. Este embarazo iba a ser una pesadilla pero estaba más que segura de que valdría la pena.

Cuando finalmente bajamos al primer piso Jill, Eddie, Adrián y Sydney seguían en la barra de la cocina esperaba que no se hubieran dado cuenta de nada lo cual era tonto, pero mis esperanzas se rompieron en el momento en el que Sydney se levantó su silla y se dirigió hacia mí con un vaso de agua y unas galletas

Vampire Academy: esto aun no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora