A un músico ✔

56.-...

No pienso rendirme, no hasta que sepa que fue lo que paso.
Después, si aún lo quieres, me iré de tu vida.
Pero hagas lo que hagas, nunca dejarás de importarme.

—Necesito hablar contigo—escuché tu voz simulando que estaba leyendo un libro en la cafetería, pero para mi desgracia, el libro estaba al revés—¿Aún quedan cenizas de este amor?

Se suponía que debía estar molesta contigo, no obstante, me dio risa la pregunta, no logré aguantarme y se escapó una media sonrisa en mi rostro.

—Lo sabía, tienes un gran corazón y me perdonarás—volviste a hablarme.

—Eres un tonto, no puedo mantenerme enfadada contigo—respondí.

—En verdad lo siento, he sido más que un tonto contigo.

—En eso estamos de acuerdo—reíste y yo arqueé una ceja—. Me das miedo.

—No, yo no te doy miedo, te dan miedo mis cambios de humor.

—Como sea—me levanté del comedor —. En cinco minutos empieza mi clase...

—No, espera—también te levantaste rápidamente—. En serio lo lamento.

—Está bien, todos tenemos réplicas adolescentes—bromeé.

Reíste una vez más –En serio, estoy agradecido porque aun no te he perdido, no te merezco, de verdad.

—Te perdono, pero sólo dime que ocurre. ¿Qué pasa contigo?

—Pronto será mi cumpleaños—evadiste mi pregunta.

—Lo sé—me limité a decir.

—Quiero pasar ese día contigo.

—De acuerdo.

—Vayamos a un concierto.

— ¿De qué?

—De ópera, si quieres.

— ¿Por qué? Es tu cumpleaños, se debe complacer a ti, no a mí.

—Pero te lo debo por mi comportamiento.

—Puedes pagarme otro día, no en tu día.

—Pero sólo seré feliz ese día si estoy bien contigo.

— ¿Por qué haces esto?—grité pues te estabas alejando.

—Pronto lo sabrás—dijiste de espaldas—. No olvides, el concierto es el Domingo a las dos de la tarde.

Y acepté únicamente  porque quería averiguar de una vez por todas que pasaba.