En busca del camino

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En busca del camino

Eran principios del mes de abril y Abigail, ya había pasado varios días entregando curriculums en diferentes periódicos de la ciudad. Sabía que iba a costar trabajo encontrar su empleo ideal, pero la falta de dinero y sus compromisos familiares estaban haciendo mella en ese insuperable sueño de pertenecer a un periódico de prestigio y poder llegar a la cúspide del periodismo, probablemente tener pronto su propia columna y ser una voz respetada en el ámbito de la comunicación.

Pero al parece el destino juega sus cartas a su manera y en cada lugar al que ha asistido, solo llega a pasar de la puerta y entregar su formato de solicitud de empleo al guardia en turno.

Para una chica recién egresada de la licenciatura de comunicación era una cubetada de agua fría enfrentarse con la falta de empleos para personas jovenes, sin una experiencia en el campo y lo más importante, sin un conecte que la pudiera meter en el selecto mundo de los medios de comunicación. 

Muchos de sus compañeros ya habían conseguido algún empleo, aunque no muy bien pagado, pero estaban adentro de alguna revista o una radiodifusora, una suerte anhelada por Abigail, que a pesar de haber salido de la carrera con excelentes calificaciones y con un master en inglés, no había corrido con esa suerte. Solo había conseguido, a lo largo de casi medio año, un empleo como capturista en una oficina gubernamental, pero debido a los clásicos recortes que hay en estas empresas, y a que su plaza no era predominante, terminaron por darle las gracias.

Así que llegando al selecto grupo de las personas desempleadas, decidió probar su suerte, comprar un aviso oportuno y cruzar los dedos para encontrar algo en lo que pudiera trabajar. Siendo sinceros, ya no se podía dar el lujo de escoger, en casa necesitaban con urgencia una entrada de dinero.

Por favor Dios dame algo…– pensaba mientras sus ojos recorrían las diferentes plazas solicitando personal. De pronto como por designio del destino encontró un anuncio soñado, “Se solicita licenciado en Relaciones publicas, Comunicación o afín , que sepa trabajar bajo presión, experiencia no necesaria, soltero, que no tenga problemas para viajar, altamente comprometido, ofrecemos magnífico sueldo, todas las prestaciones de ley interesados comunicarse al 04455 01786543 con la Lic. Dinorah Juárez. Solo se realizaran entrevistas el día 4 de abril de la 13:00 hrs. hasta las 16:00 hrs.”

- 4 de abril?, pero si hoy es 4 de abril!!!!- saltando agarro el teléfono y marco el numero señalado- contesta, contesta por favor-

-Diga- era una voz de mujer, dominante, con una sola palabra supo que era alguien con carácter.

-Hola buenos tardes, mi nombre es Abigail Escalante, hablo por lo del anuncio en el periódico, quisiera poder tener una entrevista con usted y entregar mi curriculum para solicitar el puesto que ofrecen.

-Solo recibo solicitudes hasta las 4 de la tarde y son las tres y media ¿crees poder llegar a la entrevista.?

-En verdad me interesa mucho el trabajo, haré todo lo posible, si me puede dar la dirección en este mismo momento salgo para allá.

- O.K. Ejercito Nacional 843 estoy  comiendo en un restaurante del primer piso adentro de la plaza comercial, el que esta en la esquina entrando por la planta baja- así como iba hablando la mujer, Abigail escribía cada detalle que le decía para llegar a la dirección- pide por mí al maître y muéstrale una identificación por favor. No llegue tarde, no me gusta la gente impuntual, mi nombre es Dinorah Juárez.

-Gracias ahí estaré- 

 Como pudo agarro, su saco, uno de tantos curriculums impresos, su bolsa de mano y su celular.

-Mamá ahorita vengo voy a una entrevista- dijo Abigail casi saliendo ya por la puerta.

-Espera a tu hermano no tarda en llegar de la universidad- dijo su mamá saliendo de la cocina, limpiándose las manos para ver a su hija.

En la travesía de la olaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora