La alegría se desborda

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La alegría se desborda

Hacía un día soleado y Daniel un poco somnoliento todavía, se volteó al lado contrario de su cama. Un impresionante recuerdo de ayer lo golpeó y de sopetón se sentó en la cama. Al parecer lo de ayer no había sido un sueño. Su recámara seguía decorada en tonos morados, pero le hacía falta algo. La figura esbelta de cierta chica que lo mantuvo despierto hasta altas horas de la noche.

Su sentido del olfato lo sacó aun más de su estado adormilado. Era el inconfundible aroma de café recién preparado, lo que lo hizo pararse de la cama. Con calma tomo sus nuevas pantuflas y se puso una bata para cubrir su torso desnudo.

Cuando salió hacia la estancia, no pudo evitar soltar una gran sonrisa. Ahí estaba Bibi, preparando un tremendo desayuno. La chica no se veía cansada en lo absoluto, más bien todo lo contrario, se notaba alegre, feliz y enamorada.

Daniel llegó y tomándola por sorpresa de la cintura, le dio un tierno beso en los labios. -¿por qué no me despertaste?

-Te quería sorprender. Además me moría de hambre. Creo que ayer quemé más calorías de las estimadas.

El sonido del timbre de la entrada, los sacó de sus arrumacos -¿Quién será? –se preguntó Daniel, pero Bibi con cara de culpa le respondió –Ehh creo que es para mí.

Daniel se dirigió a la puerta y al abrirla una figura descomunal se le hizo presente –Novak, que sorpresa –Dijo Daniel y se acomodó nuevamente la bata.

-Quiuvo –Le dijo el rockero, mientras se quitaba los lentes oscuros y lo saludaba con golpe de puño cerrado.

Bibi al verlo corrió a recibirlo con un gran abrazo –Que onda Cabeza de Algodón, aunque sea avisa con un día de anticipación ¿no? –Dijo el rockero mientras la dejaba en el piso.

-Así que nos robaste a nuestra baterista, ¿no es así Castelo? –se dirigió Novak al Abogado mientras abrazaba a Bibi.

-Jaja, no es así –contestó nervioso Daniel, pero no pudo defenderse más porque  nuevamente tocaban a su puerta.

-¡Daniel! Sabía que lo lograrías –Decía Abigail mientras entraba con un pastel en la mano y junto a ella venía un carismático Salvio con un regalo en la mano.

-¡Vientos Daniel! Y mira que la Bibi es una vieja difícil, ehh. - Decía Salvio dándole una palmada cariñosa al abogado.

Daniel recibió con una mano el pastel y con la otra el regalo que le llevaba Salvio, mientras ambos ya se dirigían hacia la chica pelirosa para felicitarla.

La realidad para Daniel, es que el no estaba acostumbrado a recibir visitas, ni mucho menos visitas tan llamativas, pero el ver la cara de felicidad de la baterista le era más que suficiente. Mientras pensaba esto otro timbrazo más sonó en su puerta, claro que ya no era difícil suponer de quien se trataba.

-Hola Hunter –Decía Daniel casi sin verlo.

-Ey Dany Boy, mi hermano ¿Qué gustazo, carnal? –y Hunter le daba un gran abrazo mientras entraba Dinorah junto con Ale en brazos. Ambos también llevaban regalos para la recién estable y formada pareja.

Todos como una gran familia se sentaron alrededor del comedor para desayunar. Daniel y Bibi no se quitaban los ojos de encima, mientras que Novak y Hunter repetían platillos y se reían de algún chiste local que solo ellos entendían. Pero por su lado Salvio estaba un tanto pensativo, y revisaba a cada momento su celular.

Eludiendo la TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora