Epílogo: 10:00 am {Brenner}

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15 años después.

Cerré de un portazo la oficina.

Tenía cuarenta y tres. No estaba cansado ni estresado y apenas eran las diez de la mañana.

Todo estaba saliendo en absoluto bien, hoy era el aniversario de aquella vez que Amy y yo nos conocimos. Era nuestro décimo aniversario de casados. Ah, y también era el cumpleaños de Cathy.

No podía creer aún que ya habían pasado quince años de aquella vez que quedé encerrado con esa loca caníbal.

Quince años desde que me enamoré de ella.

Diez años desde que nos casamos.

En la mañana cuando me desperté Amy no estaba, pero había una carta.  Esta olía a Channel Nº5 y decía:

¡Sorpresa! ¡Feliz aniversario cariño!

Espérame a las diez de la mañana en el elevador. Te tengo una gran sorpresa.

Posdata: Prepara a Cassey y Duncan para la escuela hoy. No olvides preguntarle a Duncan las tablas de multiplicar, tiene prueba hoy. Y Cassey tiene práctica de ballet, no olvides empacar sus zapatillas de ballet.

Con amor, Amy Sunny.

La verdad no tenía la menor idea de lo que había planeado. Durante nuestros últimos aniversarios habíamos tenido cenas con toda la familia, viajes a distintas partes del mundo, paseos a Disney World (idea de Amy y Cassey).

Aun seguíamos utilizando el mismo elevador en el que habíamos quedado atrapados, pero no tenía ni la más remota idea de que podría ser esa sorpresa. No había visto nada diferente cuando había subido esta mañana.

Seguro se preguntarán si sigo siendo claustrofóbico.

Sí, seguía siendo claustrofóbico, pero ahora no era tan agobiante.

Amy de alguna manera lo había hecho más soportable desde ese día. Y bajar y subir con ella era una de las mejores cosas del mundo.

Caminé hasta el elevador y presioné el botón.

Revisé mi teléfono mientras esperaba, al parecer Cathy estaba emocionada por su gran fiesta de cumpleaños y que estaba ansiosa de que llegáramos. Decía que sería mejor que su fiesta de siete años.

¿Aún seguía siendo el mejor amigo de Cathy? Sí, pero ahora había sido un poco desplazado por su mejor amigo Dean. Se conocían desde los ocho años. Y estaba más que claro que se gustaban.

Dean era un buen chico. Le había aconsejado que esta noche se lo confesara esta noche. Para terminar con todo eso de mandar señales. Solo esperaba que todo saliera bien entre esos dos. Amy y Cassey los shippeaban bastante. A Duncan y a mí nos daba igual.

El elevador abrió sus puertas y allí estaba Amy. Tan preciosa y bella como la primera vez que la vi en ese mismo elevador y a la misma hora.

Traía un precioso vestido amarillo, pero no un amarillo normal, sino como el del sol en verano. Su cabello estaba suelto y caía sobre sus hombros como miles de hilos dorados. Pero lo más importante eran sus hermosos ojos cafés y su sonrisa.

—Hola Brenner.

Entré en el elevador.

—Señorita Branwell James.

El elevador cerró sus puertas. Una canción de Katy Perry sonaba de fondo. Creo que era Teenage Dream. Me giré y la encaré. Se veía muy sospechosa.

— ¿Qué planeas Amy Sunny?

Ella encogió los hombros

—Tal vez muchas cosas, tal vez ninguna.

De repente el elevador se detuvo bruscamente. Pero esta vez no entré en pánico. Solo miré a Amy con una ceja levantada.

— ¿Recuerdas esa vez que quedamos atrapados en el elevador?

— ¿Querías rememorarlo?

Ella se acercó a mí.

—Tenemos tres horas, la canción de fondo que bailamos aquella vez y nos tenemos el uno al otro.

— ¿Cómo hiciste para convencer a Artie de esto?

Ella sonrió.

—Soy una maestra en convencer a la gente de hacer todo lo que quiera ¿No lo recuerdas? Además siempre tengo lo que quiero.

—¿Estás volviendo a tu fase de típica porrista de secundaria?

Amy me besó, nuestros besos siempre se sentían como los primeros besos. Llenos de esperanza, emoción y sueños.

Sus besos no hacían más que enamorarme otra vez y otra vez.

—Conque tres horas ¿Qué piensas que hagamos en esas tres horas?

Ella desató el nudo de mi corbata y sonrió de manera pícara.

—De todo y a la vez de nada... solo quiero tener un momento contigo y amarte Brenner, porque te amo, te amo demasiado.

— Te amo Amy,  agradezco haber quedado atrapado en este elevador hace quince años, agradezco que ese día nuestros caminos se hayan cruzado y agradezco que nunca más se hayan separado.

Porque por primera vez en mi vida me sentí completa y totalmente feliz.

Y ninguno lo ha dejado de ser desde entonces. 

El ElevadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora