Capítulo 25

1.4K 68 6
                                    

(Pov Rose)
Despues de varias semanas de búsqueda la encontramos, la casa que yo quería que tuviéramos, era simplemente perfecta, se parecia a una cabaña por fuera, lo que me recordaba increiblemente a la de San Vladimir, la diferencia era que esta era una versión amplificada y con calefacción por supuesto, pero aun asi tenía una chimenea. En el primer piso se encontraba la sala, la cocina, el comedor y un baño junto con otras cosas, en el segundo estaba una habitación principal y otras cuatro que aún que eran más pequeñas seguían siendo espaciosas, la principal estaba vinculada a un baño y las otras compartian uno que estaba afuera y luego estaba el atico que podría usarse como una zona de lectura, ya que si los gemelos - y todos los que siguieran de ellos, por que estaba  seriamente pensando en tener más hijos - heredaban la obsesión de su padre a la lectura entonces seria necesario tener un lugar para que leyeran sin que fueran interrumpidos; lo que me recordaba de que yo aun no terminaba de leer el de Harry Potter y no sabía donde lo había dejo con tantas movidas y sorpresas de esta ultima semana.
- ¿y que te parece? -la voz de Dimitri atraveso mi fantasía de um monton de niños tirados por toda una habitación con libros en sus manos o pidiendo silencio.
-Me encanta - respondí con una sonrisa, en ese momento el chico que vendia la casa empezo a decir un monton de cosas sobre que la casa no era tan cara como parecia y cosas de esas pero yo estaba perdida en mi imaginación viendo niños corriendo por los pasillos, riendo y gritando por todos lados, incluso podía imaginarlos peleando por cosas tontas y sin sentido, de todas formas a mi no me importaba el dinero gracias a Abe y sus negocios de pirata-mafioso, cuando había cumplido diecinueve me habia dado una tarjeta con dinero que era mucho más que todo mi salario de guardiana en un año, según él era por todos los regalos atrasados que me debía junto con la fiesta que se las había arreglado para dar, luego cuando había cumplido veinte me había dado otra tarjeta más, esta con incluso mucho más dinero que la anterior había dicho que esta era una minima parte de la herencia  que recibiría  de mis abuelos, sus padres, Abe nunca quiso decir sus nombres o como eran por mucho que se lo preguntara, así que al final cuando los mencionaba me resinaba a darle un abrazo.
Luego dijo que el día que me casara recibiría el resto de la herencia. Por que aunque el viejo le habia dado un monton de amenazas a Dimitri al final parecia haber aceptado que estabamos juntos, aun recordaba ese día perfectamente.

- ¿y esto para que, viejo? - pregunte mientras sostenía la nueva tarjeta de credito en mi mano, era mi cumpleaños numero veinte y había conseguido que Abe no hiciera una fiesta enorme, pero eso no lo había detenido de festejarme se las arreglo para llevarme a cenar y dar me un regalo que gritaba dinero, ahora estabamos en la entrada del departamento que  comprtia con Dimitri y él me acababa de dar una tarjeta de credito, aun conservaba la tarjeta que me había dado el año pasado, de la que estaba segura tenía como minimo más  de la mitad del dinero, tal vez más, sin contar que la habia estado usando como cuenta de ahorros y aunque no gastaba mucho si la había estado usando un poco, no entendía para que querría otra  tarjeta si ya tenía una.
- Es parte de tu herencia - dijo serio -la herencia que te dejaron tus abuelos, mis padres -explico respondiendo a mis preguntas no formuladas - recibirás el resto cunado te cases- termino antes de darse la vuelta para irse, espera ¡¿Qué?! ¿De verdad había dicho ya que te cases? Dios esto tenía que ser una broma. Me tomo un par de segundos reaccionar, cuando lo hice Abe ni siquiera había dado dos pasos lejos, me puse frente a su camino y me puso a demandar explicaciones
-¿A que te refieres con eso de ya que me case?- pregunte -a ti quien te dijo que yo me iba a casar, ni siquiera tengo prometido y tu ya quieres casarme -
- Belicov - dijo viendome directamente a los ojos como si el apellido de Dimitri fuera la respuesta a todas mis preguntas.
- Espera esta es tu extraña forma de decir que finalmente lo aceptas- pregunte porque realmente esto no tenía ni pies ni cabeza y eso que compartiamos el mismo tipo de logica
- Mamá tenía razón- digo irritada- hablar contigo es como hablar conmigo misma, un maldito dolor de cabeza- eso solo lo hizo reir mientras yo intentaba tener algo de paciencia y no estrangularlo.
- Tu y Belicov siempre fueron asi- dijo aun sonriendo
-¿Así como?- pregunte rogando internamente por algo de paciencia, sus respuestas no me estaban llevando a ningun lado y ya me estaban desesperando.
- Siempre acturon como una pareja- dijo como si fuer lo más obvio del mundo
- No es cierto - lo interrumpí indignada- no actuamos así cuando estaba en la academia
- y tu a quien crees que engañaban niña, todos los guardianes de la academia lo sabían, en especial Alberta.
- Espera tenías espias en la academia y hasta ahora te dignas a decírmelo- pregunte ofendida sabía que debía haberlo supuesto lo que hacía que me sintiera como una tonta.
- ¿Y tu como creiste que yo supe que te escapaste a los dieciocho?- pregunto
- En ese momento pense que alguien te había mando para que me llevara de regreso
Ahora que lo pensaba tal vez esa había sido la forma de Abe de que aceptaba a Dimitri.  Me preguntaba que diría cuando le dijera que iba a ser abuelo, seguramente no haría nada bueno.

Resulto que al final el precio de la casa era más que accesible, incluso con un sueldo de guardian pero eso no quitaba que Dimitri estuviera un poco nervioso, supongo que era por el pago y todo eso, al final el chico de las ventas nos entrego las llaves despues de hacer los traspasos de cuenta y de darnos el certificado de propiedad que demostraba que la casa era  finalmente nuestra. Ahora solo quedaba amueblarla y tener las cosas de los bebés listas para cuando llegaran.

(Pov Lissa)
-¿Liss?- la voz de Cristian me llego desde el otro lado de la biblioteca donde estaba la puerta
-Aquí estoy- dije desde una de las mesas más alejadas mientras seguía revisando viejos papeles Moroi, no recorbada por que había empezado pero ya estaba aquí y lo bueno de todo es que hoy no tenía ninguna reunion con el consejo.
-¿Qué haces?- pregunto mientras atravesaba toda la flota de guardianes que se supone debían mantenerme a salvo
-Revisar algunos viejos rejistros de nacimiento y esas cosas- dije cerrando un libro que tenía un encuadernado rojo oscuro.
- Si lo que estas viendo son registro, que es esto- dijo recojiendo una hoja suelta que se había caido de un libro que había oscuro y de la que no me había dado cuenta.
-¿A que te refieres?- pregunte intentando ver sobre su hombro
- A que esto no se ve nada como algun tipo de registro
- Por que no lo es- dije seriamente
-¿Qué?- respondio estupefacto
- Ven - dije quitandole la hoja y doblandola por la mitad con cuidado de no romperla- tenemos que ir a un lugar seguro donde podamos hablar -mi voz era hora un susurro, no quería que nadie escuchara y eso incluia a mis guardianes
- Vale- acepto Cristian entendiendo que algo grande estaba pasando para que yo no quisiera hablar en ese momento, salimos de la biblioteca como si nada hubiera pasado tomados de la mano con los guardianes siguiendonos y nos dirijimos a mi habitación.
-¿Qué está sucediendo, Lissa? - pregunta Cristian cuando cierra la puerta tras nosotros, los guardianes se habían quedado fuera por lo que no había tanto peligro para hablar pero eso no significaba que yo me pondría a gritar a los cuatro vientos
- Nada bueno- respondo sacando la hoja de mi bolsa
Feliz navidad chicos y chicas espero que les guate el capítulo

Vampire Academy: esto aun no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora