Al abrir la puerta vi a rose tirada en frente la espada de Fernanda. Salí corriendo y la tome en mis brazos
-Rose despierta, pero que paso su pulso está muy bajo. Tome la radio y pedí que me ayudaran al poco tiempo dos guardias llegaron y uno de ellos cargo a rose y se la llevaron a la enfermería.
Le mande mensaje a Christian, ya que no tuve el valor de mandárselo a lissa. Al poco rato recibí su mensaje diciendo en seguida vamos para allá
Al llegar Christian y lissa estaban muy asustados
- ¿Qué paso? Pregunto lissa
- La verdad no lo sé cuando llegue al centro de entrenamiento la encontré así solo la alce y medí su pulso estaba muy bajo de inmediato la trajeron a la enfermería de allí no sé nada.
- Hace cuanto fue eso?
- Media hora, ya le avisaron a Dimitri?
- No, dijo lissa pensé que le hablarías pero no te preocupes voy a llamarlo de inmediato
- Ella lo tomo!!- dije nervioso
- ¿Qué tomo? me dijo Christian un poco confundido
- la espada, ella lo tomo es por eso que esta así
- Y eso que significa?
- Según el libro ella tiene que hacer contacto con la espada para que se pueda fusionar el alma guerrera de Fernanda con la de rose
- No entiendo dijo el
- Si mira sé que la conocen por rose pero es su doble son los mismos sentimientos la misma furia pero ella debe fusionarse para que tome esa fuerza y al despertar... ella tendrá poderes
- Qué clase de poderes??
- Eso no lo sé, así que hay que esperar
- Listo, Dimitri dijo que vendrá en cuanto llegue, que está a media hora de llegar y con lo molesto 15 min.- dijo, lissa preocupada - Bueno chicos los dejo, Christian me mandas mensaje en cuanto el este aquí voy a ver los últimos preparativos para lo de Tasha.
10 minutos después el doctor salió y dijo que rose tenía todo controlado solo que está en coma.
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Academia de vampiros Nuevo mundo
RomanceDespués de que Rose y Dimitri fueran a ayudar a Sydney y Adrian a recatar a Jill, supieron que tenían una nueva oportunidad, ellos podían tener un hijo. Pero tendrán que pasar por mucho para que esto sea realidad. El amor, la verdad, la lucha, el mi...