Capítulo 61. Como te quiero a ti.

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Capítulo 61. Como te quiero a ti

Narrador.

Sus nervios estaban a flor de piel e incluso a kilómetro de distancia podías ver como ella temblaba. Secó una ligera capa de sutil sido de su frente conforme se acercaba a la casa de madera. Tomó una profunda respiración intentando tranquilizarse en vano, sin embargo no sirvió de nada. En su interior la adrenalina iba tan rápido que creía que le daría un ataque. Una vez en la puerta sin pensarlo dos veces tocó dos veces más no hubo respuesta. No había nadie por lo que pensó en irse, pero sabía que si volvía a casa no sería capaz de venir de nuevo para contárselo por lo que se sentó en los escalones del porche y esperó su llegada. Eran las ocho de la tarde y la oscuridad comenzaba a apoderarse del pueblo y con ello el frío que le ponía el bello de punta.

Horas antes Justin, junto con Daniel habían viajado subidos en el coche siguiendo la dirección apuntada en un pequeño papel blanco. Llegaron a una enorme mansión rodeada de un valla de hierro negro. La cancela se abrió dejando entrar al coche a una plaza de buen tamaño con una elegante fuente en el centro, alrededor del camino de piedras beiges un césped verde brillante se dejaba ver. Una ambiente primaveral los envolvió al salir del vehículo y caminaron hacia la puerta donde se encontraron a dos hombres corpulentos de raza negra custodiando la entrada al interior.

- Venimos a ver al Señor Kirchner si puede ser posible .-

- No lo es .- respondió duramente uno de ellos. El otro se colocó la mano en el oído y escuchó con atención lo que le decían por el aparato, después asintió a su compañero dejando entrar a los dos jóvenes. El interior era incluso más sorprendente, una gran sala se puso en su campo de visión, el techo era de un cristal limpio en forma de triángulo hacia afuera. El suelo era de piedra lisa. En las paredes había tres puertas y justo en medio de dos de ellas unas escaleras que darían al piso de arriba. Se quedaron parados al no saber donde ir, hasta que escucharon el sonido de un bastón chocando con los escalones de mármol. Se dejó ver un hombre bajo a causa de la edad, con el pelo blanco no muy largo, era imposible determinar como eran sus ojos puesto que llevaba gafas de sol, sin embargo eran de un color marrón oscuro. Los dos chicos se fijaron en una de sus piernas , lamentablemente lo único que llegaron a ver fue unos zapatos clásicos y elegantes negros, aún así se notaba que llevaba un prótesis , quizá de metal. Llevaba un traje azul marino tapando su cuerpo. Daniel no pudo evitar fijarse en su rostro donde se podía apreciar una cicatriz en el lado derecho.

El hombre se aproximó a ellos.

- Vaya vaya ,¿ que os trae por mi humilde hogar jóvenes ?.- finalmente habló haciendo un amago de sonrisa burlona, él parecía saber el porqué de su visita.

- Queríamos hablar con usted .- Daniel respondió por ambos sin dejar el tono educado, Justin rodó los ojos ante eso.

- Bien, seguidme .- Albert se giró y comenzó a caminar con un poco de cojera hacia una de las puertas de madera pulida. Al abrirla se dejo ver un espacioso despacho de paredes blancas, muebles de madera oscura y tres sillas de cuero negro.

Les indicó con gesto de cabeza q se sentarán, y así lo hicieron.

- Contadme .-

- ¿Conoce usted el apellido Bieber ?.- se adelantó Justin a hablar. Él no iba a darle vueltas al asunto,simplemente fue al grano queriendo que su chica estuviera a salvo y que ambos pudieran vivir tranquilos, sin preocupaciones, sin pensar en si pueden morir en cualquier momento.

El Territorio De La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora