Capítulo 26

1.1K 57 9
                                    

(Pov Rose)
-Al fin te encuentro- vocifero Lissa en el momento en que desperté en un sueño espiritual, estábamos en su habitación en el palacio y ella parecía alterada, por su voz casi la esperaba con pelos de loca y los ojos chispeantes, algo así como Belatrix en las películas de Harry Potter solo que rubia... Y con colmillos.

-¿Qué sucede?- pregunte preocupada y sintiéndome algo culpable en estos últimos días había olvidado por completo el resto del mundo mientras estaba sumergida en mi propio mundo de felicidad -¿Te atacaron? ¿A Jill? ¿La Corte?- pregunte rápido como si hubiera sido lo primero que se me hubiera venido a la mente.
-¡No, no, no!¡No!- empezó a gritar desesperada jalándose el cabello moviéndose por todos lados como una autentica loca, en ese momento me inundo la preocupación de verdad, no quería que mi amiga se viera manipulada por la oscuridad del espíritu.

- Lissa, tranquila -dije agarrándola de los hombros intentando tranquilizarla- todo está bien, lo prometo, solo cuéntame que sucede y lo arreglaremos - le prometí, se tranquilizó lentamente y dejo que la guiara al sillón que estaba en la habitación.
- Ahora si, dime que sucede- dije una vez que conseguí que se calmara los suficiente

-Ha- Hay una profecía- comenzó lentamente y con voz dudosa - incluye a tu hijo-Si alguna vez creí que había conocido la preocupación, ese fue el momento en el que me di cuenta de que en realidad jamás lo había hecho, era cierto que siempre me había preocupado por Lissa en especial después de la muerte de sus padres, pero este no era el tipo de preocupación que experimentaba con ella, no, era del tipo que te dejaba paralizada sin saber qué hacer, no del tipo que te impulsa a actuar sin pensar que era del tipo que sentía cuando mis amigos estaban en peligro.

-¿La tienes contigo?-Dije cortándola de lo que sea que estuviera diciendo, mi voz sonó helada y mucho más terrorífica de la que yo alguna vez hubiera escuchado en un strigoi, casi no pude reconocerla como mía pero en ese momento mi voz no importaba.

Mi bebe lo hacia

Mi bebe

¡Eso era! Lissa había dicho "incluye a tu hijo" como si fuera uno solo y no dos, pero claro Lissa no tenía forma de saber que en realidad tendría gemelos, esa profecía tenía una laguna lo que podría significar que no se refiriera a mí y los gemelos, sino a una persona totalmente diferente, no es que deseara que alguien más la tuviera, pero prefería aún mas que no fueran mis hijos quienes la tuvieran.

-¿Lissa?- Dije de repente, antes de que Lissa pudiera contestar a mi anterior pregunta con voz demasiado alegre para este tipo de situación - Esa profecía decía... ¿Un solo bebe?- pregunte lentamente, todas mis esperanzas puestas en esa simple pregunta

Lissa demasiado confundida por el repentino cambio de actitud y la debilidad después de la oscuridad solo pudo asentir con la cabeza sin entender el porqué de mi repentina alegría, claro ella no lo entendía ella siempre supo que podía tener hijos, no como yo, que creía que era imposible, ella jamás lo entendería, ella no sabía lo que era querer darle todo a la persona que amas y saber que no puedes.

-No entiendo por qué estás tan contenta, Rose-Dijo confundida juntando sus cejas rubias- esto es trágico tu no lo viste, no sabes lo que esa profecía dice-su voz volviéndose un poco más frenética con cada palabra

-Bueno- digo con una sonrisa- es que creo que esa profecía no se aplica a mi ¿Sabes?

-¿Qué?- dijo totalmente confundida- pero si...

-Esa profecía no decía mi nombre ¿O sí?-pregunte con tono obvio cortándola de lo que fuera a decir - y bueno hay algunas cosas que tú no sabes- dije aún más alegre

-Bueno, sí, no tenía tu nombre pero tienes que leerla solo por si acaso-Dijo relajándose un poco y con voz calmada, no era lo que esperaba - ¿Y qué es lo que no me habías dicho?- pregunto con verdadera curiosidad escrita debajo de toda su preocupación, sabía que debería estar agradecida por su preocupación y de su intento de ayudar a mantener a los gemelos a salvo, pero un parte egoísta de mí no quería tener que preocuparse por ella nunca más, quería tener mi final feliz en Rusia, Baia específicamente junto con todos los Belicov, Dimitri, y los gemelos, todos juntos. Pero esto era la vida real no un cuento de hadas.

-¿Qué harías si te digo que vas a ser tía doble?- pregunto con una sonrisa del gato en el país de las maravillas

-Te diría que eso es genial- dice con una sonrisa, sin captar la indirecta - Espera, ¡¿qué?! , no es enserio ¿cierto?- pregunto totalmente incrédula, puse mi mejor sonrisa inocente mientras me encogía de hombros como diciendo "¿Qué quieres que yo haga?"

-¡Oh Dios, Rose! eso es genial, no me lo puedo creer- exclamo Lissa, de repente parecía una niña, aplaudiendo rápidamente mientras saltaba sobre el borde del sillón - ¿ya sabes que van a ser? Imagina que sean dos niñas ¿Cómo crees que luzcan? ¿Cómo tú? ¿Cómo Dimitri? O ¿una combinación de ambos?- Dijo soltando las palabras a borbotones y sin respirar entre frase y frase- o que sean dos niños o mejor aún un niño y una niña.-dijo con verdadero entusiasmo- Una mini Rose y Dimitri corriendo por todos lados

-Wow, para tu carro Liss- dije riéndome de su entusiasmo- apenas llevo un mes y eso solo lo sabré hasta los seis.

-Aún falta mucho-dijo haciendo un puchero, su actitud infantil no solo la hacía ver tierna, también me causaba risa

-Cambiando de tema ¿Cómo vas tú?- pregunte curiosa

-Vamos bien-dijo sobando su estoma, parecía surrealista que hubiéramos quedado embarazadas con solo unos meses de diferencia- ¿No has tenido problemas con el consejo o sí?

-Pues en realidad no les he dicho nada, supongo que algunos estarán felices por la restauración del linaje Dragromir- dijo con una pequeña mueca - y hablando del consejo tengo que ir me tengo una reunión con ellos en unos minutos - dijo comenzando a desvanecer el sueño- te enviare la profecía por un mensaje de acuerdo

Lissa no espero a que respondiera para desvanecer el sueño por completo y yo seguí dormida envuelta en un sueño sin sueños hasta que apareció lo que había estado esperando durante años.

Lo supe por la voz que me recibió en el segundo sueño espiritual de la noche y este no era uno amistoso.

-Es un gusto verte de nuevo, Rose- la voz de Tasha sonó por toda la habitación en la que estaba con su aliado en una esquina escuchando mientras me observaba lentamente.

-Como siempre un gusto Tasha-fue mi respuesta llena de sarcasmo - a ti también Robert.


Vampire Academy: esto aun no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora