22. Capítulo

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¡Muy feliz Navidad a todas! De regalo un capítulo. Disfrutad las fiestas y de la familia y amigos, que es lo más importante. Y, como siempre, ¡gracias por leerme!

-Volveremos pronto, Zuria. ¿Seguro que estarás bien?


El hada sonrió a Elise.


-Sí, no te preocupes, saldré a pasear un rato. El día se pasará rápido, Gabrielle me mantiene muy ocupada.


La reina vampira dio un abrazo al hada y esperó mientras Ada, Martha y Jared se despedían también.


-No volveremos tarde-aseguró el vamp.


-No os preocupéis. Celebrar el primer cumpleaños de Lael es todo un acontecimiento.


-Tú podrías venir con nosotros si quisieras-recordó Elise.


El hada negó con la cabeza.


-No puedo, Elise. Ahora menos. No voy a arriesgarme a que Kai me encuentre. Y no voy a poner en riesgo a Alyan. Ya lo sabes.


-No puedes esconderte para siempre-recordó Jared.


-Lo sé. Pero Kai sigue buscándome. Ya amenazó a Alyan con declararle la guerra si no le decía dónde estaba.


-Y tú sabes que en realidad no lo haría. Sería un suicidio declarar la guerra a las hadas ahora que tienen como aliados a vamps y vampiros.


-Kai puede ser totalmente irracional, Elise. Si deja que sea su lobo el que tome el mando...


-Será mejor que hablemos de esto a la vuelta-volvió a intervenir Jared-tu hermano estará deseando que lleguemos para tener noticias tuyas.


Zuria se sentó en el acogedor salón cuando los reyes se fueron. Parecía haber pasado muy poco tiempo desde que llegó allí, pero la realidad es que ya habían pasado unos meses. Sonrío al recordar lo ocurrido.


Cuando llegó, cansada y asustada, a la tierra de los vamps, dos de ellos la acompañaron a la casa. Elise estaba ya en la puerta.


-Te esperaba desde hace unos días-afirmó mirándola con cariño.


Zuria fue acogida por los vamps con total naturalidad. Eran un pueblo curioso, con una capacidad tremenda de acoger y adaptarse a todas las especies. No le extrañaba que Elise se encontrara allí como si fuese una de ellos. Jared había hablado con Alyan para explicarle que Zuria se quedaría con ellos y éste se había puesto totalmente furioso. Al final, entre los vamps, Breena y André habían conseguido que respetara su decisión.


Zuria llevaba tres semanas viviendo con Elise cuando ésta se sentó un día a su lado y la miró con fijeza.


-Que no lo digas en alto no lo va a hacer desaparecer, Zuria.


-Lo siento, Elise, no estoy tratando de ocultarlo, es solo que...no sé qué voy a hacer ahora.


- ¿Vas a decírselo?


-No. Una de las cosas que aprendí con los lobos es lo que significa un hijo para ellos. Kai no renunciaría jamás a él. Y me obligaría a unirnos. Un lobo sólo tiene hijos con su compañera.


- ¿No es eso lo que quieres?


-No. Estoy enamorada de Kai, es verdad. Pero no voy a unirme a él por el bebé. Él no me quiere como compañera. Quiere una loba, alguien fuerte, que sea una digna compañera del alfa.


-Si de verdad piensa que no puedes serlo, es un idiota-aseguró Jared que se había acercado.


-No quiero ser una molestia. Entiendo que un bebé es un problema. Buscaré otro sitio donde ir.

Zuria (saga hadas 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora