Cuarenta y dos.

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— ¿Quién es, Juliette? —Inquirió la señora Brooks.

La jovencita en un acto de reflejo, le pasó el aparato electrónico a su hermano; los padres miraban a Juliette, luego a Peter, y viceversa; ambos hijos evadían conectar miradas con ellos. La pequeña rubia sopesaba algo coherente en excusa, el spoileador en cambio se repetía en su mente, deseos de que la tierra se lo tragara.

—Es el chico al que fuimos a ver para que reparara la pantalla de Peter —comenzó a decir la menor, conteniendo una sonrisa de orgullo al mentir sin tartamudear— ya ven que estaba muy ocupado para atendernos cuando fuimos, pues tiene tiempo libre ahora.

— ¿Y tanta sorpresa para eso? —interrogó el padre sin confianza alguna ante las palabras de su hija.

—Nosotros no le dimos ningún número. —recordó la señora Brooks.

Si algo había aprendido Juliette era que para engañar a sus padres, requería una alianza con sus demás hermanos, así que le dio una mirada a Margot, rogándole que se uniera para decir cualquier cosa que la sacara de apuros.
Pero ella sólo escondía una cruel sonrisa tras el vaso con refresco.

La rubia entrecerró los ojos y su semblante se volvió amenazante, lo que ocasionó que la mediana se aclarara la garganta, desviando la atención de sus progenitores hacia sí; pues sabía a la perfección lo que esa expresión de su hermanita significaba:

«O te unes, o me vengo».

—Peter le dio su número, pero ustedes estaban muy distraídos viendo el gato con arnés, que paseaba una señora.

Los padres escudriñaron su cara y luego la de la menor, y cuando iban a hacerlo con la del mayor de los hijos Brooks, ambos preguntaron al unísono:

— ¿Dónde está Peter?

Porque él ya se había retirado como un felino sigiloso.

***

— ¿Qué dijiste? —interrogó el de melena oscura.

—Peter, dios, no me hagas repetirlo...

— ¡Charlotte, te juro por el Ángel que no te escuché!

Del otro lado surgió un suspiro, y Lottie volvió a decir:

—Tenemos que aclarar sobre los besos que nos dimos en Navidad...

— ¿En serio dijiste eso? —Interrumpió él. El pánico no se disimuló en lo absoluto, lo que la sobresaltó a la muchacha.

— ¿Pasa algo?

—Juliette... Juliette fue quien contestó hace rato.

El silencio bramó entre la línea, por sus mentes no surgió alguna cosa qué decir, no obstante, en sus criterios nadaban las memorias de que habían llegado a un punto de no retorno. No podían huir de los acontecimientos nacidos desde el veinticinco de diciembre; además de que el hecho de dejar lo ocurrido únicamente en aquella madrugada no resultó posible.

—Estuve pensando en que no tiene caso escapar de, bueno, ya sabes... —la intranquilidad se esparcía por su tono 

—Entonces...

—Te tengo una propuesta.

— ¿Me pedirás matrimonio? —bromeó Peter, y sonrió al escuchar la risa de Charlotte.

Fue un gran alivio sentir que las cosas se tornaban más amenas.

—No, yo te quería proponer que lo intentáramos.

Y como una burla de la vida, se arrepintió al creer que todo iba a fluir mejor.

Parecía como si su cuerpo hubiera olvidado cómo respirar. Ni un suspiro salió de sus labios.

«¿Acaso estoy soñando?», se preguntó.

— ¿Peter? —Llamó la chica desde el otro lado de la línea. El silencio de él, atormentaba su tranquilidad.

—Intentémoslo. —Aceptó y por fin pudo exhalar aligerado.

*

¡Holaaa!, espero que este capítulo haya sido de su agrado.

Cambiando un poco de tema les quería agradecer por sus votos y comentarios, hoy chequé la historia y me di que tenemos más de 2K de votos, y estamos en el puesto #45 en Historia Corta. ¡ESTOY MUUUY FELIZ!, de verdad gracias por su apoyo <3.

☞ Mika. 

*
Así es, no voy a eliminar la nota anterior por más antigua que sea.

La nostalgia, guys. 😪♥️

El Chico De Los Spoilers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora