35

820 58 1
                                    

Australia, Nueva Zelanda, Tonga, Fiyi, Samoa, Tuvalu, Nauru, Kiribati, Islas Marshall, Micronesia, Vanuatu, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea, pasaron saltando el océano de papeles una y otra vez. Laslie chocó con Issac cuando llegaron a Palaos y él la miró.

-Llegamos al final de Oceanía.-dijo él con una mueca.-Solo nos queda una parte del mundo. Son las cuatro de la tarde, ¿Vos crees que podamos hacerlo?

-Claro que si.-sonrió ella, besándolo.- Vamos, Issac, una parte del mundo todavía espera que lo conozcamos.

-Vamos a Asia.-dijo él y la miró de reojo.-¿Queres?

-Si.-dijo como una niña pequeña a la que le ofrecen un helado enorme con todos los sabores que le gustan.

Y así emprendieron su viaje por Indonesia. Recorrieron Singapur, Malasia, Brunéi, Filipinas, Camboya, Tailandia, Laos, Vietnam, Myanmar, Bangladés, Bután, Nepal, China, Corea del Norte, Corea del Sur, Japón, Rusia, Mongolia, Kazajistán,Kirguistán, Tayikistán, India, Pakistán, Afganistán, Irán, Turkmenistán, Uzbekistán e Irak, tomados de las manos.

-Creo que se me hizo un poco tarde para la merienda.-dijo Issac, sentándose en Irak y tomando unos panquesitos.-Vení, preciosa. Espero que no extrañes tu siesta.

-No puedo pensar en la siesta.-comentó ella y mordió el panquesito.-Estamos recorriendo el mundo. Esto sigue pareciéndome alucinante. Es fantástico lo que hiciste, Issac. Te quiero. Te quiero mucho.

Él la miró y, sin poder contenerse, comenzó a besarla. La quería, la amaba, la deseaba. Ella no lo sabía pero Issac quería hacer mucho más que eso por ella. Algún día, la llevaría a conocer realmente el mundo. Lo harían juntos. Y sería aún más mágico.

Al terminar, se pasearon por  Kuwait, Baréin, Omán, Yemen, Arabia Saudita, Jordani, Israel, Líbano, Siria, Turquía, Armenia, Georgia, Emiratos Árabes Unidos, Maldivas, Azerbaiyán, Chipre, Sri Lanka, Timor Oriental y Catar.

-Ya son las diez.-dijo Issac, algo nervioso.-No vamos a llegar. Fracasé.-parecía pelear en su interior.-Perdón, Laslie. No pude hacerlo.

-Hey.-le tranquilizó ella.- Tenemos cuatro horas. Podemos hacerlo, Issac. Podemos hacerlo todo, juntos.-le tomó la mano.- Podemos.

Él apretó los labios durante unos segundos y entonces comenzó a caminar con más prisa y a suprimir algunos datos sobre algunos países. Así pasaron por Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Alemania, Polonia, Lituania, Estonia, Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Rumania, Bulgaria, Grecia, Albania, Montenegro, Serbia, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Hungría, Eslovenia, Austria, Suiza, Ciudad del Vatican, Islandia, Francia, España, Portugal, República de Macedonia, República Checa, Mónaco, Malta, Luxemburgo, Liechtenstein, Eslovaquia, Letonia y San Marino.

-Cena en Italia.-dijo él.- Pastas.

Ambos tomaron lugar en el comedor. Ella miraba todo, cautivada. No lucía ni un poco cansada y ese era el único consuelo de Issac, Laslie parecía feliz.

Pasaron por Irlanda y se dejaron caer en Reino Unido a las doce en punto. Ella ladeó la cabeza a un lado y soltó una risita, mirándolo. Él la observó y Laslie se le acostó encima, mirándolo. Sonrió, alegre, y lo besó suavemente.

-Andá a cambiarte, Laslie.-dijo él.-Voy a estar acá cuando salgas. Debes estar cansada.-acarició su brazo.-Yo muero por dormir. Date un baño y vení.

Ella entró al lujoso baño. Ahora estaban en una de las habitaciones principales de la casa. Miró todo, aún fascinada. Al salir, se encontró a Issac acostado, luchando por mantener sus ojos abiertos. Se acostó a su lado y, tan pronto como se acurrucó a su lado, se quedó dormida. Lo que Issac Gray había hecho por ella, había sido completamente alucinante. Habían conocido todo el mundo, juntos.


No es quien dice serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora