Capítulo 28

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(Pov Dimitri)

-¿Quieres comer algo, Rose?- pregunte entrando a la cocina.

Apenas habíamos regresado de comprar casa y los tramites habían tardado más de lo que esperaba, así que suponía que debía tener hambre.

-Por favor- dijo en el momento en que su estómago decidió gruñir- ¿Que vas a preparar?

-¿Qué te parece Blini?- pregunte mientras sacaba loa ingredientes del refrigerador.

Después de la comida Rose se fue a la habitación que Mamá nos había dado en el segundo piso diciendo que estaba cansada supongo que lo único que la había mantenido despierta hasta entonces era el hombre, yo me había quedado en la sala hablando con Paul y haciendo de niñero de Zoya, al final Paul había salido con unos de sus amigos ya que estaban de Vacaciones y Zoya se había dormido en el piso sobre una manta.

-Vamos, Zo - dije tratando de levantarla del piso sin despertarla- hay que llevarte a tu cuarto antes de que tu madre se entere de que te dormiste aquí y quiera asesinarme por dejarte- luego de algunos reniegos por parte de Zo conseguí levantarla del piso pero trayendo su manta con ella y parecía que no iba a soltarla.

-Consigue que suelte esa manta si no Karolina sabrá que Zo se durmió en el piso- dijo Mamá entrando desde la cocina mientras se secaba las manos con un trapo

-¿Cómo? No quiere soltarla -dije en un susurro tratando de hacer el menor ruido

- Ven - dijo haciendo un gesto con la mano y dejando el trapo cerca, me acerque con Zo aun en brazos quien tenía su manta abrazada con fuerza sin intención de soltarla.

Mamá puso una manos sobre la cabeza de Zoya diciéndole cosas al oído con voz tan baja que ni yo alcance a escuchar, después quito la manta de las manos de Zo

-Listo- dijo con una sonrisa - llévala a su cuarto antes de que llegue Karolina

-Claro y gracias - respondí dándome la vuelta

-Deberías empezar a acostumbrarte a tener niños alrededor todo el tiempo- dijo mamá cuando estaba al pie de la escalera, asentí en su dirección y subí la escalera no sería difícil acostumbrarme a los niños pequeños.

Fui y deje a Zo en su habitación pero mientras la acostaba en su cama ella mantenía mi camisa atrapada en un puño sin dejarme ir.

- Zo -dije con calma- déjame ir pequeña - puse mi mano sobre la suya intentando aflojar su puño

-Papi- dijo sujetando mi camisa con más fuerza.

-No, Zo- dije con un nudo en la garganta - soy el tío Dimka. Eso hizo que soltara mi camisa y rodara quedando de espaldas a mi como si estuviera enojada.

Salí de la habitación dejando la puerta un poco abierta, dirigiéndome a mi propia habitacíon.

Abro la puerta lentamente intentando no hacer ningún ruido pensando que Rose sigue dormida pero encontrando el cuarto vacío.

-¿Rose?- pregunte cuando escuche el agua de la regadera cayendo espere unos segundos antes de llamar a la puerta.

-¿Rose?- volví a llamarla después de que no contestara, intentando apartar los peores escenarios de mi mente sin éxito, abrí la puerta rogando internamente por que no se hubiera caído.

Dentro, la cortina que cubría la parte de la regadera estaba corrida, en menos de dos segundos yo ya había quitado la cortina esperando lo peor, para descubrir a Rose sentada en el piso sujetando sus piernas con sus brazos, el agua cayendo sobre su espalda y con el cabello mojado sobre su rostro.

-¿Roza?- pregunte de nuevo intentando obtener una respuesta de ella, cerré la llave del agua que estaba helada.

-Roza- dije, en el momento en que mi mano toco su mejilla para quitar el cabello de su rostro ella brinco tan lejos como le fue posible de mi quedando atrapada en una esquina buscando por todos lados una forma de escapar, por la mirada desesperada en sus ojos supe que realmente no estaba siendo ella misma pero aun así eso no evitaba que sintiera como si una estaca se enterrara en mi al saber que no quería estar cerca de mi


- Roza - dije bajando mi voz a un susurro - soy yo - con eso sus ojos brillaron con reconocimiento como si finalmente supiera quien soy dejando der ver solo atraves de mi como si fuera una amenaza para ella ¿Qué era lo que podía haberla alterado tanto?

- lo saben - dijo en susurro viéndome a los ojos y parecía más alterada que nunca

-¿Saber? ¿Qué cosa? ¿Quién?- sus ojos estaban inyectados en sangre y el brillo que normalmente tenían se había desvanecido por completo, su cuerpo se sacudía mientras temblaba de frío y había moretones por sus brazos que se desvanecían increíblemente deprisa pero eso no era lo peor de todo sino lo vulnerable que se veía en ese momento ¿Cómo podía ser alguien tan cruel como para provocar esto?

-vamos a sacarte de aquí te estas congelando- dije levantándola del suelo como si fuera un bebe intentando no causarle daño, sus manos se aferraron a mi camisa como si fuera lo único que le permitía seguir en una pieza

-Robert y Tasha lo saben- dijo en un susurro mientras más lagrimas corrían por sus mejillas - saben del bebe-

Vampire Academy: esto aun no ha acabadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora