Capítulo 37:"El hombre que engatusó al viento"

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¿Por qué será que me siento tan bien?¿Por qué estoy sonriendo?... No recuerdo nada de mi pasado, tengo confuso mi presente, y no veo mas que nubes en mi futuro y, sin embargo, estoy feliz. Alguien me dijo una vez: " Por muy oscura que parezca la tormenta, por muy difícil que se haga la travesía, mira en tu corazón. Mira por lo que vale la pena luchar, y entonces, te levantarás una y otra vez, y serás un barco inquebrantable..."... ¿Quién fue?¿De qué lo conocía... ?. Se que fue alguien importante para mi, pero no consigo recordar. Lo único que recuerdo es una frase que quedó grabada a fuego en mi cabeza: "A bordo del Brisa Marina, todos somos una familia".


-... Oh dulce amada mía, ¿que he de hacer por vos para robaros un beso de despedida?. Entonces el viento dio una tregua para el joven William, quien entonces, y solo entonces pudo ver la silueta de una bella dama aparecerse ante sus ojos... -El capitán contaba una historia en cubierta. Entonces, Nana entró en escena emulando a una bella dama -.

-... Oh amado mío, nada más has de hacer, pues mi corazón tienes entre tus manos. Pídeme lo que desees, y lo tendrás por seguro -. 

Nana y Hancok se cogieron de las manos, al igual que en la historia de William y el viento. El capitán puso un tono melancólico:

-Necesito que saques a mi tripulación de esta tormenta, mi diosa -.

-Pero... Si hago eso, nunca más volveré a verte -.

El capitán se puso de rodillas:

-En ese caso ten... -Se llevó las manos al corazón e hizo como si se lo arrancase del pecho-... Llévate mi corazón, pues no hay mejor lugar para él, si no yacer a tu lado -. 

El viento cogió el corazón de William y lo abrazó entre sus cálidas manos. Una lágrima se vertió sobre el corazón al tiempo que el viento decía:

-Así será. Hasta siempre, mi amor -. 

El barco se quedó unos instantes en silencio. Silencio que no tardó en romperse con un atronador aplauso por parte de los allí presentes. La historia de William, el capitán de un barco atrapado en una tormenta, que consiguió enamorar al viento para pedirle ayuda. Era la historia favorita de Sirwell y nunca se cansaba de oírla. Nana y Hancok estuvieron pletóricos en la actuación, y hasta Brian se animó a dar unos aplausos. El capitán hizo una reverencia antes de frotarse las manos:

-Y bien rufianes, ¿dónde está el ron que habéis comprado? -. 

Isaac señaló la popa del barco:

-Lo dejamos todo amarrado. Si lo quieres, ve a por él -. 

El capitán rió a carcajadas:

-No seas tan serio, Isaac. Solo de pensar que este barco será tuyo algún día me hace temblar de miedo -. 

Como una familia. La noche se pasó bajo un tupido manto de estrellas, a la luz de la luna y candiles de aceite, entre canciones y un poco de ron. El capitán se colocó al lado de Sirwell, que contemplaba absorto el mar infinito. Dio un trago a su jarra de ron y se unió con él a la hermosa vista:

-Lo se, lo se... Yo tampoco me canso de esto... -El capitán levantó la jarra de ron y la sacudió -... El ron te da felicidad pasajera, chico, pero el mar no. Siempre estará ahí, cuidando de ti -. 

-No consigo recordar nada, capitán -. 

El capitán le pasó un brazo por encima de los hombros y lo apretó contra su pecho como un padre haría con un hijo:

-Escúchame bien, grumete. Sea lo que sea que hayas olvidado, siéntete libre de salir en su búsqueda. No estás en una jaula, no hay nada peor que sentirse preso, que te corten las alas... -El capitán señaló al horizonte-... Si las respuestas que buscas están ahí, ¡por las aguas turbulentas, sal a buscarlas!... Y cuando las hayas encontrado, podrás tener la certeza de que tendrás un lugar al que volver. Ya te lo dije, chico, a bordo del Brisa Marina, todos somos una familia -. 

Drev: El Cazador de Fuego.Where stories live. Discover now