25

44 3 0
                                    

Luego de una ducha refrescante. Me cambio con mi ropa deportiva, hoy necesito entrenar. Armo mi bolso con la ropa que me cambiaría al terminar de hacer los ejercicios. Así que me siento en el sofá, tengo un poco de tiempo. Enciendo la tele y hago zaping, ya que no dan nada de mi interés hasta que...

- "Se buscan prófugos, posibles culpables del asesinato" - Me quedé boca abierta al ver que Thomas, otros dos hombres y yo estábamos en el noticiero. ¡Maldición! La policía nos está buscando, esto no es nada bueno. Es que no puede ser, ¿Asesinato? Yo no maté a nadie.

-Están involucrados en una de las más importantes mafias. Estos criminales han participado de robos, secuestros y hasta asesinatos. - Trago saliva. -Uno de los jefes más peligrosos y buscado en todo el mundo, ha sido asesinado de forma brutal. También hemos descubierto que su mano derecha, hace dos años, lo habíamos encontrado muerto. Aún seguimos con la hipótesis.. - Pongo mute. No puedo seguir escuchando. ¿Asesinado brutalmente? No puedo imaginarme a Thomas haciendo algo tan.. desagradable y patológico. Ahora, realmente, tengo miedo.

PUM. Me giro hasta ver que Thomas llegó. Rápidamente me paro hasta acercarme a él, desesperada.

-¿Cómo es que estoy en la televisión? La policía nos está buscando. -Le digo temblando.
-Tranquila, Kate. - Me agarra de los hombros pero doy un paso atrás.
-Dime como mataste a mano negra, y no se te ocurra mentirme. -Lo miro fijo y desafiante. Hablo completamente en serio.
-Ja. -Suelta una leve sonrisa sarcástica. -No querrás escucharlo.
-Si quiero.
-No, no lo quieres. Además ¿Qué importa? El tipo, por fin, está muerto como se debe. -Se quita la camisa.
-No me importa. Me lo vas a contar, igual. -Lo busco con mi mirada.
-Necesito no acordarme de un trabajo que ya está hecho. Te lo agradecería, no sigas.
-No. Vos no entendés. Quiero saber de quien estoy enamorada, quiero saber hasta que nivel podes llegar para matar a alguien.
-¿Lo dices en serio? -Se gira a verme. Está muy molesto.
-Si. -Me demuestro fuerte pero estoy sumamente frágil.
-Mira, Kate. Calmate y no te metas en mi forma de arreglar los graves asuntos. ¿Quedó claro? -Doy un paso adelante de él.
-Si me vuelves a tratar de esa forma, te vas a arrepentir. -No le quito mi mirada asesina.
-¿Me amenazas? -Se ríe. -Tu nivel de ridiculez aumenta, Kate. Deberías empezar a ocultarlo. -Eso hizo que mi sangre se calendara de la bronca.
-¿Quién demonios te pensas que sos?
-Un peligro a tu lado. No juegues con minas.
-¿Sabes qué? No vales la pena. -Agarro mi cartera y me voy de la casa.
-¿A dónde vas? ¡Es peligroso! ¡Kate! -Se escuchan sus gritos por dentro de la casa.

Es un egoísta de aquellos. Siempre me enamoro de los chicos malos y egocéntricos. No son más que basura. Lo peor es que yo pertenezco a ella.
Lo bueno de este lugar es que aquí nadie consume la tecnología y vive poca gente. No creo que alguien supiera o llegara a delatarme.
Al llegar al gimnasio, saludo a mi entrenador.

-Te extrañaba, Kate. Necesitas enseñarle a esos muchachos, lo que son realmente unos buenos golpes. ¿Qué crees, eh? -Se ríe.
-¿Son tan malos? -Asiente con una gran sonrisa. -Yo me encargo, tengo un mal día.

Me acerco, me pongo los protectores y finalmente me doy vuelta para enseñarles.

-Me llamo Kate. Seré su maestra por hoy. -Se escuchan algunos murmullos. -Empezaremos con lo básico.
-¿Una chica? ¿En serio? -Mi entrenador se arrima al chico que no conozco y tampoco me interesa.
-Esa chica es cinturón negro en taekwondo, quinto dan. También conoce muchas técnicas de jiu-jitsu y boxeo. ¿Estas seguro de que quieres desafiarla o aún tienes miedo? -Cierra la boca. Hay un gran silencio.

-No los asustes. Son niños. -Los burlo hasta que el entrenador vuelve a su lugar. -¿Listos? -Asienten y comienzo.

Al terminar la clase de dos horas. Me tomé otra ducha y salí para agarrar mi cartera.

Maniático AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora