El Poder Para Exterminar La Amenaza De Los Dioses

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Pensé que el análisis que me había hecho anteriormente en aquella ocasión había fallado porqué no todo da un noventa y cinco por ciento así que decidí hacerme el análisis de nuevo. Me dió como resultado un noventa y ocho punto siete por ciento de probabilidades de tener un hijo que sea muy hábil con todo el tema éste de lo que hago.
Pero entonces está una parte difícil, aún más para poder hacer un hijo. Un hombre es lo que me hace falta.
Tampoco es que quiera tener un hijo ahora mismo, aún en éste mundo soy tan pobre como un "taco" hecho de pura verdura. Y aún más después de que adopté a una linda niña después de que sus padres murieran por mi incompetencia.

En estos dos días que han pasado desde que estoy con ella, todo me ha salido relativamente bien con ella.
Me pregunta por sus padres de vez en cuando y también llora en algunas ocasiones. Me alegro que no vió como terminó la vida de sus padres.

Pero no he podido salir en misiones a causa de que tengo que cuidar de ella en mi cuarto de la sede. Me dieron permiso de que ella viva conmigo durante una semana hasta que me pueda comprar un departamento. Sam me ayudó bastante con ésto la verdad.

Helena me visitó ayer pero se puso a llorar y se fue a la media hora de que llegó. Creo que la historia de la niña la puso demasiado triste.

Como sea. Hoy tengo que salir a una misión obligatoria junto con toda la unidad.
Apareció un Poseidon algo cerca de una bomba de agua de la sede.
Creo que Ivy no tiene nada que hacer el día de hoy. Lo cual es raro. Así que le pediré a ella que me ayude a cuidar a la niña, es necesario para seguir dándole de comer.

Por cada misión me pagan cuatro mil créditos. Por el tipo de Aragami, que en éste caso será un poseidon, me pagarán tres mil ochocientos créditos, más lo que consiga ahí fuera que pueda vender, serían unos dos mil quinientos más. La verdad es muy poco lo que ganaré.
Todo lo que gano es dividido en partes iguales a todos los miembros de la unidad, y ésto es lo que me toca a mí. Quisiera matarlo sola, pero no puedo.

Encontraré algún Aragami que esté por las cercanías del lugar para poder matarlo y así conseguir más créditos. También espero poder comprar un nuevo sable, ya sé como usar a la perfección éste y quisiera poder controlar otros. Intentaré con un sable de ataque ligero de tamaño mediano.

Son las ocho con treinta minutos de la mañana de un lindo jueves.
Es hora de llamar a Ivy.
Tomé mi comunicador, ya estaba dispuesta a llamar a Ivy pero vi el nombre de uno de mis contactos que me llamó la atención. "Lilith".
Es la God Eater con el nivel más alto de la sede, me pregunto como será ella.

—¿Ivy?

—¿Qué pasa? —contestó el comunicador.

—Sé que estás en uno día libre pero, ¿te puedo pedir un favor?

—... Está bien, ¿cuál es?

—¿Podrías cuidar a mi "hija"? —pregunté sin rodeos.

—¿Tu hija?, ¿La niña que trajiste de las afueras? ¡Claro que puedo! —creí que se molestaría si se lo preguntaba.

—Te lo agradezco mucho. Saldré unas cuantas horas en una misión de unidad completa.

Tomé lo que necesito de la mesa.

—Iré enseguida —conyestó Ivy. Seguido corté la comunicación.

—Muy bien, Mine, alguien vendrá a cuidarte, yo volveré en un momento —le hice saber a la niña lo que haría, está sentada comiendo cereal.

—¿Volverás pronto? —preguntó preocupada.

—Claro que lo haré. Jamás te dejaré sola —acaricie su cabeza.

GOD EATER: The God Arc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora