Capítulo 40

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Capítulo cuarenta



Narra Andrew

Por el bien de mi compañera había tenido que ocultar algo de información de ella y la culpa me consumía.

Claro, no era algo con importancia pero estaba escondiendo una parte de mí. Le había dicho que si se quedaba podía salir sabiendo que era casi imposible que ella quisiera acompañarme todo el día solo porque sentía la necesidad de alejarla de mi para hacer lo que haría.

Había tomado como prisionera a Alejandra, quien se había identificado como una de las líderes de toda la estupidez que los humanos estaban haciendo para derrocar a los hombres lobos.

El día de hoy sería su interrogatorio y también haría cumplir una sentencia a la chica. Por protocolo, no podía anunciarla hasta que ella dijera lo que tenía guardado pero yo sabía lo que haría con ella: La asesinaría.

Alejandra había cometido traición. Había logrado convencer por un tiempo a mi compañera de estar de su lado y la había intentado probar haciendo cosas horribles.

En esos momentos ella había sido la única a la que habíamos tomado como prisionera en los calabozos. Había sido increíblemente sencillo dar con ella y traerla a ese lugar mientras que con los demás miembros conocidos ese no había sido el caso, hecho que me había hecho pensar en muchas teorías.

Me había enfocado principalmente en buscarla a ella y también a Gee, pero de esta última no había encontrado rastro alguno... por ahora.

Había sentido el deber de proteger a Gwendolyn de las cosas que en este lugar podía ver. No deseaba exponer a mi compañera a cosas violentas y horribles que podían alterar su inocencia. Ella aún no había abierto su mente completamente a la mía pero en sus ojos podía ver la misma inocencia que los niños poseían y que al crecer se iba perdiendo.

Por supuesto que no era demasiado como me hubiera gustado, había llegado demasiado tarde como para salvarla de una mala vida, pero si podía proteger lo que quedaba de eso, lo haría con todas mis fuerzas.

La noche anterior había dado un paso mas íntimo con ella al haber hecho el amor aunque a la mañana siguiente Gwen no había querido hablar sobre eso y se había mostrado algo distantes. Según la información de las mentes humanas me di cuenta que si la presionaba no lograría nada mas que causarnos problemas.

¿Por qué todo debía ser tan complicado? Siempre había observado las relaciones como algo sencillo pero definitivamente algo debía estar en mi contra por todas las dificultades que se habían puesto en mi camino. Ella era perfecta, incluso ese término podía quedarse corto, y el hecho de que se había equivocado no podía cambiar el hecho de que lo era.

Perdonar lo que ella había estado haciendo me había sido sencillo especialmente porque ella había sido quien me contó la historia. Si me hubiera enterado de alguna otra forma, me hubiera sido mucho mas difícil.

Pero el rencor que experimentaba por los demás humanos quienes se habían involucrado en esto nunca podía ser descrito, ¿Estaba siendo injustos con ellos? Probablemente sí. No los conocía y prefería que permaneciera de esa manera.

Que mis sentidos estuvieran alejados de Gwendolyn era doloroso. Deseaba poder saber donde se encontraba pero para demostrar que confiaba en ella, demostrarnos a ambos que lo hacía, me tenía que aguantar las ganas de hacerlo. Se encontraba a salvo, solo eso debía bastarme.

Debía dejar de pensar en Gwendolyn y enfocarme en lo que debía hacer.

Conseguir respuestas por parte de Alejandra era la prioridad en mi lista. Si lo que sabía era cierto, ella tenía el conocimiento de cada uno de los movimientos de toda la rebelión. Si lograba hacerla hablar antes de que se callara para siempre... iría un paso por delante de ellos.

CCH: Casa para Compañeros Humanos #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora