XXIV

46 7 0
                                    

Por fin llegué. Ya estoy con ella. La había echado mucho de menos.

-¿Qué tal el viaje al final, todo bien no?- me dice mi tía.

-Si, al final todo bien- y no puedo evitar pensar en Adrián. Me gustaría presentárselo a mi tía, pero no sé cómo.

-¡Anda Adrián, hola!- dice mi tía mirando por detrás mía en dirección a Adrián.

Espera, ¿se conocían ya?

Me doy la vuelta y veo que Adrián me está mirando con la misma cara que yo le miro a él. Ninguno tiene idea alguna de lo que está pasando.

-¿Qué tal Elena?- me dice mi tío Oscar.

-Bien bien- consigo decir mientras veo como mi tía y el chico del que creo que me he enamorado se dan un abrazo.

Esto sí que es lo más raro que me ha pasado en mi vida.

-Bueno Adrián, conoces a Elena por lo que veo. Creía que no te acordabas de ella- mi tía se ríe acercándose a mí. -¿Tú te acuerdas de Adrián?

Y en ese momento todo encaja. Ya sé por qué me sonaba haberlo visto antes, es Adrián. El niño con el que jugaba todos los días de verano durante horas y horas cuando apenas tenía seis años.

Y mi primer amor.

Me quedo con la boca abierta intentando decir algo pero están pasando las cosas demasiado deprisa y como siempre no sé qué decir.

Como extraños en un trenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora