Capítulo 6: "-Tu maldita voz en mi cabeza."

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Los siguientes dos días no hubo visiones, ni rosas. Trataba de quitarle el libro a Annie pero no se le despegaba, era como si supiera cuales eran mis intensiones, y Kyle estuvo fastidiando como siempre.

El jueves era de noche y tomé un baño, me puse mi pijama de camiseta de tirantes y un short que ya me quedaba muy corto, también me puse unas medias de ositos hasta las rodillas.

Me estaba haciendo un sandwich de jamón y queso, cuando escuché un sonido en la sala. Salí corriendo con el pan en la mano, me deslicé por las medias, y casi me caigo.

Kyle estaba sentado en el sofá, con el control en la mano.
—¿Cómo demonios entraste? — exigí levantando la voz.
— La puerta estaba sin llave. — se levanto y me encaró. — Wow, te ves sexy.
Me sonrojé. No esperaba eso. Al instante me sentí expuesta, pero no se suponía que tendría visitas.

– ¿Me harás un sandwich?
Rodé los ojos. — Okay, esta bien. - resoplo.
Me dirigí a la cocina y el me siguió. Podía sentir sus ojos en mi trasero.

— Y ¿que haces por aquí? — pan, mantequilla, jamón de pollo, queso amarillo y unas tajadas de tomate fresco. Esos son mis geniales sandwich.
— Pasaba por aquí y quería verte.
Me puse roja. Le dí su sandwich.

Comimos en silencio en la cocina de pie. Él se veía tan bien como siempre.
De negro, pantalón negro que le ajustaba muy bien, camiseta gris y una sudadera con capucha negra. Su cabello estaba desordenadamente sexy, ya se notaba su barba y sus ojos brillaban intensos.

— Deja de comerme con la mirada.
— dijo con su sonrisa arrogante.

— Yo no... ¡olvidalo!— no tengo fuerzas para luchar con él.

— Así que lo aceptas.
— Claro que no... — me senté sobre el desayunador con las piernas colgando.

Caminó desde sus lugar hasta casi en medio de mis piernas. Su rostro estaba muy cerca del mio, sus ojos calaban en mi. Estábamos tan cerca.

— ¿Me besaste esa noche? - debía preguntar, ya no aguantaba mas.
— ¿Como sabes eso?
— Así que no lo niegas...
—Responde... — subió la voz. —¿como lo sabes? esa noche estabas medio muerta. — él ya parecía saber como y eso me asustaba.
— Bueno, yo lo recordé.
— Mientes. — su aliento abanicaba el mio.
— ¿Por qué siempre pareces saberlo todo? ¿Quien eres Kyle?
Se acercó hasta apenas rozar sus labios con los míos.
— Tu futuro esposo. — susurró con voz ronca y sexy, se separó y se fue.

Me quedé temblando, no esperaba oír eso. Bajé del taurete y fui corriendo a la sala... ya no estaba Kyle.

Fui hasta el cuarto de baño a cepillar mis dientes, me miré en el espejo estaba pálida y... oh maldición.

MALDICIÓN, MALDICIÓN, NO...

—¿Qué demonios? — grité — Mis ojos, mis ojos...

Mis ojos estaban manchados de un color negro, un negro como la tinta, un negro como los ojos de Kyle... Daban miedo mis iris brillaban pero no era un morado intenso.

Me echaba agua en la cara deseando que ese color desapareciera, pero no lo hacía. Estoy es frustrante. ¿Qué pasa, maldición?

¿Por qué me pasa esto? Debo dormir bien, estoy alucinando.

Me fui a mi habitación y me acurruqué bajo mi edredón. Un sonido fuera de mi ventana seguida por una sombra me sobresaltó.

¡Me voy a volver loca!

Me acurruqué más, bajo mis sábanas, me sentía cada vez mas vigilada. Por fin pude caer en un sueño abrasador.

Estaba en la casa de mis padres, en mi habitación, paredes rosas, mis muñecas, todo. Una Rae de siete años descansaba en su cama, abrasando a mi osito de peluche. Había una sombra en mi ventana, que observaba a la pequeña Rae dormir, no alcanzaba ver quien era, sólo podía ver sus ojos morados brillando intensamente. La sombra intentaba abrir la ventana desde afuera e hizo un ruido. La pequeña Rae se despertó, siempre eh tenido un sueño ligero. La pequeña niña fue a revisar a su hamster pensando que de él provenía el ruido, pero no era así. La sombra observó y luego desapareció de la ventana.

La Rosa Negra © #CA2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora