Capítulo 43:"Tempestad"

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Una noche oscura. Una silueta corre jadeante entre los árboles de un profundo y místico bosque. Nota algo extraño, una presencia familiar. Salta un precipicio con tal fuerza que parece volar, cae entre las ramas con la elegancia de un gato y continua corriendo. Se escucha un aullido de dolor en el eco del bosque. La silueta aumenta el paso hasta una velocidad vertiginosa. Al llegar al límite del bosque, la luz de la luna ilumina el cadáver de un enorme tigre. La silueta se acerca al tigre y la pálida luz ilumina el rostro de Elizabeth, la reina de las bestias. Su amado tigre tenía el estómago abierto y la sangre junto con las vísceras se desparramaban por el suelo. Elizabeth se arrodilló junto al tigre y susurró unas palabras junto a su oreja:

-"Asha athiz oma edur" -.

Unas palabras cargadas de dolor que bien podrían ser parte de una despedida a un viejo amigo. Tocó la sangre de su compañero caído y se hizo una cruz en la frente con el dedo índice. Los ojos de Elizabeth se tornaron afilados y rasgados:

-Por las cenizas de Shar, te vengaré -. 

El bosque entero gritaba de dolor, los árboles lloraban en forma de hojas caídas. Las plantas morían en marchitos colores. Algo estaba matando al bosque. Elizabeth solo tuvo que seguir el rastro de muerte que se adentraba en el bosque hasta encontrarse con la raíz del mal. Una figura alta, muy grande y esbelta estaba desnuda frente a un árbol. Esta puso la palma sobre la corteza y el árbol se marchitó en cuestión de segundos:

-Te haré escupir cada vida que te has llevado - .

La figura envuelta en sombras se dio la vuelta:

-¿Vida? -. 

Los colmillos de Elizabeth crecieron hasta formar una mueca retorcida. Sus uñas se convirtieron en garras. Ahora parecía la auténtica reina de las bestias, vestida con su túnica de hojas brillantes bajo el baile de la luna:

-Te haré pedazos, gilipollas... -. 

Del tronco marchito surgieron lanzas de madera que ensartaron a la figura oscura al tiempo que Elizabeth se acercaba con velocidad inhumana y le arrancaba la cabeza de un zarpazo. Elizabeth murmuró unas palabras y una enorme planta carnívora apareció bajo los pies de la figura, devorándola con un sonoro "zum". Pero la planta no tardó en marchitarse, con la enorme figura descabezada emergiendo de su interior. Esta buscó a tientas en la oscuridad tu cabeza amputada y la colocó en el muñón de su cuello. La cara con gesto grotesco parpadeó y abrió la boca:

-¿Gilipollas? -. 


"Grupo de Drev y Lianne"

Lianne ya podía caminar con normalidad. A excepción de alguna parada para descansar, había recuperado todas sus energías. Avanzaban por un puerto entre montañas, donde el aire olía a sal y se respiraba brisa marina:

-No debemos de andar lejos de los embarcaderos. Si el camino es favorable deberíamos llegar mañana al amanecer -. 

Lianne oteaba el horizonte con un sentimiento nostálgico. La casa de brujas que la vio crecer estaba tras la cordillera que tenían enfrente, llorando por la muerte de su mejor amiga:

-No... Llegaremos hoy mismo -. 

-¿Estás bien? -. 

Lianne se encogió de hombros:

-Sabía que tarde o temprano sucedería esto. Soy bruja, no estúpida -. 

Lianne miró al cielo. Hundió sus morados ojos en el azul infinito, intentando ver algo que se escondía:

-Se aproxima una tormenta, y de las grandes -. 

Drev miró al cielo:

-Me asusta tu capacidad para predecir el tiempo -.

Drev: El Cazador de Fuego.Where stories live. Discover now