12# Sorda

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Bella:

Se van y yo aprovecho para intentar desatarme con un cristal que hay en el suelo.
Me va a costar, pero lo intentaré.

Ese idiota se cree que me va a asustar con lo que me dijo, aunque creo que decía la verdad, pero no me lo quiero creer.

Me duele la cabeza muchísimo, no puedo aguantar mucho más. Siento que un líquido se desplaza des de la parte baja de mi cabeza hasta mi espalda.

Me tiro al suelo e intento coger el cristal.
Lo cojo y empiezo a cortar la cuerda. Esto solo lo veía en las telenovelas que veía mi madre.

Siento un dolor y sé que me acabo de cortar la muñeca.
En la tele esto parece mas fácil.

Lo intento a pesar del dolor en mi cabeza.
Voy a desatarme, encontrar a mi tía y salir de aquí.

¡¡Por fin!! quiero saltar de felicidad cuando me desato.
Me levanto y desato las cuerdas de mis pies.

Miro por todas partes y me dirijo a un sofá. Me subo en él y salgo por una pequeña ventana que no lleva al exterior, pero al menos puedo salir de aquí antes de que entre ese imbécil, que por cierto aún no sé su nombre y no me interesa, lo único que quiero es irme de esta ciudad lo más pronto posible.

Caigo de rodillas cuando salto al suelo.

Escucho el ruido de la puerta abrirse y empiezo a correr todo lo que el dolor de mi cabeza me permite.

Empiezo a escuchar los pasos de alguien detrás mío, pero corro más aún.

Siento que mis piernas me flaquean y caigo rendida ya no puedo más, estoy hiperventilando.

Alguien me coge del brazo, me giro y es el imbécil.
Me levanta y me mira a los ojos, parece estar furioso y adivinen con quién...

-¡¿Pero tu no escuchas o eres sorda?!- me grita y casi me deja sorda de verdad.

-No me grites, yo solo quiero ver a mi tía.- le digo en un susurro, me daba miedo mirarle a los ojos, parecían llamas, llamas verdes.

-Pero yo te he dicho que te van a matar si sales- dice conteniéndose la rabia, se lo noto en la voz.
-Vámonos- me coje del brazo y me arrastra por un pasillo no muy iluminado. Lo sigo sin decir nada.
Abre una puerta que da a un patio interno y lo atravesamos corriendo.
Abre otra puerta y salimos al exterior. Vamos andando y veo su coche aparcado.

-Sube- me suelta el brazo y me abre la puerta de los asientos traseros.

Alex está en el asiento del copiloto. Me mira y veo diversión en sus ojos.
¿Qué es lo que le divierte tanto a éste otro inepto?

-¿Te creías que te hibas a escapar muñeca?- me dice el tal Alex con una sonrisa.
Le miro con mala cara y no respondo.

-Dejala Alex- dice el idiota en un gruñido.

-Tranquilo bestia no te enfades- le dice Alex al idiota.
Esperaba que lo llamara por su nombre, pero no, le ha llamado bestia, si ese fuera su verdadero nombre le pegaría mucho.

No pienso preguntarle por su nombre pensará que estoy interesada en él y no es así.
-Si lo estás Bella-
Maldito subconsciente cállate.

El vehículo se pone en marcha y mis párpados empiezan a pesar.
Y me quedo dormida...

...

Escucho ruidos y abro los ojos de golpe. Miro a mi alrededor ¿qué demonios pasa aquí? Ésta no es mi habitación.

Me siento en la cama y un pinchazo en la parte inferior de mi cabeza duele.
Me llevo la mano allí y siento un parche.
Me acuerdo de todo, así que es cierto, no era ninguna pesadilla.
Pero entonces yo ¿donde estoy?

La puerta se abre y veo al idiota, no sé porqué una inmensa tranquilidad me invade. Él no me haría daño, o al menos eso quería creer. Va vestido de una camiseta casual, unos pantalones negros y el pelo desordenado que le hace ver más sexy...

Bella te ha secuestrado deja de decir eso...

-Veo que ya has despertado- dice con una bandeja de comida, la deja encima de un escritorio y se sienta en una silla en frente mío.

-Me habría gustado no despertar- le digo y era cierto.

-Pues lamento decirte que ya lo estás.- me dice- te he traído comida, la necesitas, el doctor dijo que teníamos que llevarte al hospital para ver la herida en la cabeza. Pero primero tienes que comer.- me lo quedo mirando como una boba, ¿estará haciendo ésto para aprovecharse de mí? O a lo mejor la comida estará envenenada, para matarme y no ensuciarse sus manos de sangre.

Espera... Se me olvida algo...

-¡Sara!-grito asustada, mi tía, no sé donde está mi tía y yo estoy aquí hablando con una... mala persona.-Eso es lo que quieres creer Bella- mi subconsciente me dejará loca.

-¡Me vas a dejar sordo niñata!- me devuelve el grito y me lo quedo mirando.

Me levanto y salgo por la puerta de la habitación y no sé hacia donde, pero tengo que salir de aquí lo antes posible.

Este apartamento es bastante grande para solo una persona.
Encuentro por fin una puerta y parece ser la de la salida, la intento abrir, pero está cerrada.
Mierda.

-¿Donde crees que vas?- dice el idiota a mis espaldas. Me giro y lo veo mirándome como si fuera un trozo de carne y es allí que me doy cuenta que llevo puesto un camisón que me llega hasta medio muslo y voy descalza. ¿Donde coño quería salir así?

Me muero de vergüenza, siento que la cara se me va a explotar en cualquier momento.

Con la cabeza agachada vuelvo a la habitación y me encierro dentro.

Busco mi ropa y la localizo en una silla al lado de la ventana y voy a por ella.

La habitación es de color gris y blanco, típico de un hombre, no hay mucho que decir.

Me pongo los zapatos en tiempo récord y salgo. Lo veo en el salón sentado viendo la tele como si nada.

-Abreme la puerta- le digo autoritariamente- Ahora - él me mira y vuelve su atención a la tele.

Odio que me ignoren y éste idiota lo está haciendo.

-¿Me estás escuchando?- le digo poniéndome entre la tele y él.

-No, ahora apartate de allí antes de que me enfade- dice. El muy idiota me tiene encerrada y encima no me quiere abrir la puta puerta.

Me quedo parada allí sin moverme.

-¿Eres sorda?- me dice levantándose hacia mí.

Mala idea Bella tendrías que haberte apartado antes, ¿y ahora qué? Me pegará por tonta.

Me quedo inmóvil hasta que está a pocos centímetros de mí.

Se agacha un poco y nuestras narices se rozan, pero no me aparto, siento su aliento a menta en mi cuello. Pone las manos en la pared acorralándome.
Quiero apartarme, pero no puedo.
Bella no te engañes, ni siquiera te as molestado en intentarlo.

Maldita conciencia.

¿Qué coño pasa aquí? Mi cuerpo no reacciona. Sus ojos me hipnotizan...

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Muchas gracias

Mi Prohibición ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora