Capitulo 13

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Eduardo no entendía aquella situación que sus ojos estaban observando.

Eduardo: creo que por hoy es suficiente, de verdad no comprendo que clase de mujer es Bárbara Greco, todo indica que es buena pero debo asegurarme que no esté fingiendo como acostumbraba a hacerlo.

Bárbara y Antonio se retiraron del restaurante, ya en la Casa Bárbara le mostró a Antonio los juguetes que habia comprado.

Bárbara: son para los niños que cuidan las monjitas en el Colegio Buena Esperanza, donde creció mi hija.

Antonio: es un gesto muy bonito lo que quieres hacer.

Bárbara: preferiría que los llevarás tú

Antonio: yo?

Bárbara: si por favor, a lo mejor la noticia de que no estoy muerta ya recorrió la ciudad, si voy yo las monjas rechazaran los juguetes.

Antonio: no digas eso,todas las personas merecen una segunda oportunidad, por lo pronto quédate tranquila y deja que las cosas sucedan por si solas.

Bárbara: tienes razón, bueno me voy a descansar...

El día siguiente fue un caos para Lactos, la prensa ya sabia de sus problemas económicos y cuando Anibal comentó que había un nuevo accionista no le creyeron pues Antonio no estaba, se sintió desesperado y lo llamó, pidiéndole que lo ayudara, sabia que la prensa tenia malas intenciones y exageraría las cosas como era su costumbre, Antonio se negó, le dijo que donde no había cabida para Bárbara el tampoco encajaba, que resolvieran las cosas solos, pues aunque era el accionista mayoritario era poco lo que le importaba si la empresa se declaraba definitivamente en bancarrota.

Los Elizalde convocaron junta urgente para analizar medidas de la situación.

Gonzalo: desgraciadamente no encuentro nada que hacer, ese escándalo era lo último que le faltaba a Lactos para terminar de hundirse.

Fernanda: Entonces ya nada se puede hacer?

Anibal: temo que no Fernanda, la prensa con sus notas amarillistas se está encargando de romper nuestros negocios vigentes hace un rato dos distribuidoras de nuestro producto dieron por cancelado el contrato, después recibí una llamada de la compañía de importaciones declinando el importar nuestra leche.

Gonzalo: y Antonio? Es uno de los accionistas mayoritarios, algo puede hacer.

Anibal: no lo creo papá, ya hablé con el y se negó, parece que le importa más Bárbara que esta empresa.

Fernanda: pues seguramente está  enamorado de ella y hace cuanto ella ordena.

Eduardo: pero por lo que note en la fiesta su trato no va más allá de una amistad.
Fernanda: ay, Eduardo eso es muy fácil de disimular o se te olvida que fue amante de Damian por años?.

Gonzalo: Fernanda tiene razón, lo más certero es proponerle a Antonio que revenda sus acciones y poder negociar con la persona que se las compre.

Anibal: pues no escuché muy decidido además se ve que es una persona firme en sus decisiones.

Los siguientes días fueron escalofriantes para los Elizalde, todos los periódicos hablaban de su ruina inminente , Bárbara se sentía un poco mal, quería ayudar pero sabía que ellos preferían estar en desgracia que aceptarla de regreso en la empresa, estaba atada de manos.

Eduardo estaba algo preocupado, así que decidió ir a la casa de Antonio hablar con él. Lo recibió una de las sirvientas de la lujosa residencia, pero Antonio no estaba por el momento, había salido, solo estaba Bárbara, la mujer lo llevo donde ella se encontraba y como estaba atareada de trabajo no alcanzo a decirle a Bárbara que había visita en la casa.

Eduardo logró encontrar a Bárbara estaba con alguien en la sala principal, se trataba de Sebastián uno de los cirujanos que la había tratado, ahora eran muy buenos amigos.

Sebastián: me alegra verte tan recuperada, estas realmente hermosa.

Bárbara: bueno, eso es gracias a ti y a cada uno de los doctores que no se rindieron conmigo.

Sebastián: nuestro objetivo era que recuperarás tu vida, devolverte la belleza y lo logramos! Por cierto aquí tienes los resultados de tus últimos análisis.

Bárbara: y que encontraste? Todo bien?

Sebastián: excelente, tienes  muy buena salud, terminaron tus chequeos médicos semanales puedes seguir con tu vida normal, pero no te olvides de los amigos.

Bárbara sonrío y lo abrazó.

La sirvienta se acercó a Eduardo que estaba atento a aquella conversación.

Sirvienta: venga conmigo.

Sirvienta: señora Bárbara

Bárbara: si dime.

Sirvienta: la buscan

Bárbara: de quién se trata?

Eduardo: soy yo, Eduardo Juárez.

Bárbara quedó helada al verlo.

Sebastian: bueno yo me retiro, tengo mucho trabajo, preciosa te cuidas y ya sabes cualquier cosa que necesites me buscas.

Bárbara le dio un beso en la mejilla y le agradeció.

Sebastián se fue.

Bárbara: señor Juárez siéntese por favor, y dígame que lo trae por aquí?

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora