Capitulo 20

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El celular de Bárbara sonó, era Eduardo

Eduardo: como estas?

Bárbara: bien y tu?

Eduardo: bien.

Bárbara: que bueno y como está Santi?

Eduardo: excelente , me preguntaba si podría llevártelo esta tarde?

Bárbara: si! tráelo, quiero  verlo, Eduardo has sabido algo de Aurora?

Eduardo: los Elizalde se están quedando sin dinero, y al parecer a Santiago lo dejarán en la hacienda en calidad de interno, debido que ya no pueden pagar más días el hospital y con Aurora no saben que hacer, están pidiendo un permiso para que den una semana más de plazo y siga en terapia intensiva.

Bárbara: una semana? Pero si no sabemos cuándo despierte, mira yo estoy dispuesta a pagar todos los gastos.

Eduardo: no creo que la familia lo acepte.

Bárbara: es que no tienen por qué saber que el dinero viene de mí, tu sólo diles que arreglaste el problema, que hiciste un préstamo o  algo, yo cubriré por igual los gastos de Aurora Y Santiago.

Eduardo: estas segura?

Bárbara: si, por completo.

Eduardo: bueno, entonces esta tarde que vaya te llevo los documentos que debes firmar para dejarlos en el hospital.

Bárbara: perfecto, entonces nos vemos.

Al colgar ninguno disimulo su sonrisa, ambos sentían electricidad y maripositas al saber que en tan solo par de horas volverían a verse.

Bárbara llenó el jardín de juegos para Santiago, Antonio había salido y no llegaba hasta casi la noche.

Eduardo y Santi llegaron, el niño corrió hacia Bárbara apenas la vió.

Bárbara: mi príncipe hermoso!, como estas?  mira todo lo que te compré.

Eduardo: esto parece una juguetería! Jajajaja

Bárbara: Ayer comprobé que tiene mucha energía y le encanta explorar, todos los juguetes son seguros para que edad;  mira, ya esta buscando por cual empezar, (Le señalaba a Eduardo mientras reían ambos).

Fueron casi dos horas de juego extremo, ya Eduardo se había integrado también, los tres estaban rendidos, Bárbara pensó en darle un baño a Santi y cambiarlo de ropa antes que Eduardo se lo llevará, estaba más que lista, ya había comprado ropa suficiente, los tres se dirigieron a su cuarto, mientras Bárbara buscaba la ropita que le pondría al bebé Eduardo lo preparaba para el baño, pero aquel baño parecía una graciosa aventura, los dos estaban en medio de risa,espuma, agua bañando a este pequeño, Santiago no paraba de jugar, el agua de la bañera ya había salpicado el suelo, Eduardo en uno de sus movimientos por agarrar al niño se resbaló ,Bárbara se quedó tiesa y soltó una carcajada, se agachó para ayudarlo, pero en el intento también resbaló cayendo sobre él, sus respiraciones estaban muy agitadas, empezaron a acercarse lentamente, sus miradas estaban fijas en los ojos del otro, era ahora o nunca que tenía que darse lo que su corazón les gritaba con desespero, sus labios se rosaron, Eduardo tomó la cabeza de Bárbara con cuidado, la besó; sus corazones latían en sincronía, el beso fue mágico,Eduardo la tomó suavemente y se acostó sobre ella, sin  dejar de besarla.

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora