Capitulo 50

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Bárbara: estuve con Eduardo en Acapulco pero eso no significa que pasara las 24 horas del día con él, sólo nos veíamos en las reuniones con los inversionistas.

Fernanda: pero algo tuviste que ver.

Bárbara: no lo creo.

Fernanda: Bárbara , Eduardo me engaña con otra mujer.

Bárbara: por Dios Fernanda! Como piensas eso de él?

Fernanda:  lo escuche hablar con ella.

Bárbara: y sabes quién es? como se llama? No sé ni lo que digo, a mi que me importa lo que te pasa en tu vida marital.

Fernanda: por lo visto no me vas a decir nada!

Bárbara: ya te dije que no sé nada, discúlpame pero Santi y Aurora me necesitan, estás en tu casa.

Bárbara se retiró dejando a Fernanda confundida, atormentada, subió a su cuarto llamó a Eduardo pero su teléfono estaba apagado, Fernanda se fue, estaba dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias con tal de descubrir la verdad.

Pasaron unos minutos y Eduardo pudo ver la llamada de Barbara , así que se la devolvió.

Eduardo: mi vida, que pasó? Vi una llamada tuya pero no pude contestarte.

Bárbara: Es importante que hablemos.

Eduardo: si dime.

Bárbara:Por teléfono no, crees que podamos vernos?

Eduardo: si!termino un asunto de la oficina y voy para tu casa.

Bárbara:acá te espero.

Fernanda buscó a Liliana y le contó todo, lo único que pudieron deducir era que debían estar más al pendiente de lo que hacía Eduardo para descubrir quién era su amante, y a Bárbara porque nadie le quitaba de la cabeza a Fernanda que ella sabía algo más y podría estar encubriendo a Eduardo, si alguna vez se habían aliado bien pudieron hacerlo de nuevo.

Eduardo llegó a casa de Bárbara...

Eduardo: y bueno que es eso que no podías tratar por teléfono?

Bárbara: Eduardo, Fernanda ya sabe que tienes una amante!!

Eduardo:  yo le dije que amaba otra mujer, pero creo que no me creyó, pensé que ya lo había olvidado.

Bárbara: parece que en algún momento te escucho hablando conmigo.

Eduardo: entonces sabe que eres tú?

Bárbara: no! Ella cree que te estoy encubriendo, o al menos eso me dio a entender hace rato cuando estuvo aquí haciéndome preguntas.

Eduardo: que le dijiste?

Bárbara: que no sabía nada.

Eduardo: creo que lo mejor es decirle la verdad.

Bárbara: no creo que sea conveniente, ella está muy mal y dispuesta a todo, debes, no! Debemos ser más cuidadosos por que  seguramente va a estar pendiente de cada uno de tus pasos.

Eduardo: lo sé, pero no quiero que lo nuestro siga al escondido, quiero darte tu lugar, el de la mujer que amo, con quien quiero pasar el resto de mis días.

Bárbara: gracias por pensar en eso, pero primero arregla tu problema con Fernanda dudo mucho que te el divorcio tan fácilmente.

Eduardo: estoy dispuesto a hacer todo lo posible para que quede claro que debe anularse mi matrimonio por adulterio.

Bárbara: pero el acusarte te traería problemas

Eduardo: no me importa, si es el precio que debo pagar por obtener mi libertad y poder ser feliz contigo.

Fernanda no pensaba quedarse de brazos cruzados ahora menos que nunca iba a darle el divorcio, no lo dejaría libre.

Eduardo y Bárbara quedaron en sólo verse en su casa porque de hacerlo en Lactos correrían el riesgo de ser vistos por Fernanda o algún integrante de la familia y los empleados de la empresa.

Al día siguiente en Lactos Eduardo y Bárbara empezaron su tormento de no poder versen y estar un rato solo como las veces anteriores, pero el fin justifica los medios y hasta el momento nada más podían hacer.

Fernanda: Florecita, necesito que me informes de cada paso de Eduardo en la empresa, quien lo visita, a donde va, todo por favor.

Flor: si, señora yo me encargo de informarle todo.

Eduardo y Bárbara estaban a un pelo de ser descubiertos, ya estaban alerta para no despertar más sospechas.

Flor: Eduardo, aquí tienes los documentos que me pediste.

Eduardo: Gracias florecita, ( los firmo) por favor encárgate de llevárselos a la señora Bárbara.

Flor: con mucho gusto

Flor fue a la oficina de Bárbara..

Flor: señora Bárbara el señor Eduardo le envía estos documentos para que los firme.

Bárbara: Gracias Flor.

Transcurrieron varios días, Aurora estaba respondiendo muy bien al tratamiento que le daban en casa de Bárbara, pero aún no era completamente independiente, Santiago parecía también recuperarse y quería ver a Aurora y a su hijo, no estaba muy contento al saber que estaban con Bárbara.

Santiago le pidió a Fernanda que le trajera al niño para verlo, Ella no tuvo de otra más que ir a la casa de Bárbara a pediré que le dejara llevarse al niño por unas horas.

Bárbara: Santiago quiere verlo?

Fernanda: si, y esta en todo su derecho por que es su padre vas a impedir que me lo lleve?

Bárbara:  Claro que no, siempre y cuando lo regreses en unas horas porque recuerda que tengo Aurora y a ella le hace mucho bien ver al niño.

Fernanda. No te preocupes que así será.

Una de las sirvientas traía al niño de la mano y este al ver a Bárbara le mandaba besos, situación que molestó a Fernanda.

MAÑANA ES PARA SIEMPRE II, El regreso de Bárbara.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora